Volví a entrar en la cabaña con mi nueva idea y sonriendo como una tonta. Tomé una sudadera oscura que encontré sobre una de las camas de la cabaña para poder disimular lo que estaba a punto de hacer. Rápidamente salí de la cabaña y vi como Kyle y Julie se dirigían hacia la orilla del lago.
Me agaché un poco y caminé detrás de ellos. Podía notar que ambos estaban hablando y, de vez en cuando, Julie sonreía coqueta o Kyle reía.
Ellos seguían caminando y yo los seguí. A veces tenía que esconderme tras una canoa o un árbol cercano para que no me descubrieran. Ya sabía que lo que estaba haciendo estaba mal y que, probablemente, me descubrieran y Julie nunca me volvería hablar. Pero no me importó.
Mi instinto me decía que debía seguirlos y averiguar qué estaban haciendo. Aún no sabía por qué me interesaba tanto saber qué hacían ellos. Seguramente lo hacía porque quería proteger a Julie de las redes del imbécil de Kyle. Sí, debía ser eso porque, ¿qué otra cosa podía ser?
Vi como Kyle y Julie seguían caminando por la orilla del lago. ¿Acaso no tienen nada más que hacer? Esto es aburrido.
Por aproximadamente veinte minutos, estuve siguiendo a Kyle y a Julie. En todo ese tiempo no habían hecho nada interesante. Solo hablaban, caminaban y a veces reían de algo que dijo el otro. Decidí que sería mejor volver a la cabaña y tirarme en la cama porque estaba cansada de actuar como una espía. Pero, justo en ese momento, comenzó a llover fuertemente. Ni siquiera me había dado cuenta que el cielo estaba nublado hasta ahora.
Miré hacia Kyle y Julie cubriéndome la parte de arriba de los ojos con una mano para que la lluvia no me impidiera verlos. Tuve que entrecerrar los ojos para ver bien qué estaban haciendo pero lo logré.
Kyle le estaba dando su chaqueta negra a Julie y esta la tomó para ponérsela por encima de su cabeza. Ambos salieron corriendo hacia la cabaña de las chicas y me di cuenta de que yo debía llegar allí primero que ellos. Le había dicho a Julie que me quedaría en la cabaña y, si no estaba allí para cuando ella volviera, iba a sospechar. Pero, ¿cómo diablos iba a lograr hacer eso?
Agradecí internamente porque había tomado la sudadera antes de irme de la cabaña. Me cubrí la cara con ella y rogué porque la lluvia y la sudadera sean lo suficiente para cubrir mi rostro. Caminé en dirección hacia la cabaña a toda prisa pero ya era muy tarde.
Para cuando llegué, Julie estaba frente a la puerta con Kyle frente a ella. Suponía que se estaban despidiendo.
Miré de lado a lado esperando encontrar una solución mientras intentaba mantener la calma y no entrar en pánico. Por suerte, vi una ventana justo a un lado de la cabaña. Corrí en dirección a ella sin pensarlo dos veces pero, cuando estaba pasando cerca de Kyle y Julie me fijé en qué hacían ahora.
Miré hacia allá deteniendo mi camino y vi como Kyle se acercaba más a Julie. ¿La iba a besar? Sentí un pinchazo en el pecho que no reconocí. Lo que sí supe era que me molestaba. Así que, tomé una pequeña roca que encontré en el suelo y la lancé en dirección de Kyle sin pensarlo.
Tan pronto la roca le dio a Kyle en la cabeza, él miró en mi dirección y yo salí corriendo hacia la ventana para que Kyle no me viera. Cuando llegué a la ventana, miré hacia atrás y suspiré. Ya estaba cansada de tanto correr y solo quería dormir un rato.
Con mis manos, intenté abrir la ventana pero estaba cerrada. Traté una vez más mientras el pánico comenzaba a invadirme pero aún así no abría. Ya estaba comenzando a sudar de los nervios cuando mi hermana apareció al otro lado de la ventana. Agradecí al mundo entero por mi buena suerte en el día de hoy mientras mi hermana me miró con confusión.
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Guerra de Consejeros
Teen FictionElizabeth es una chica que, por un castigo, es obligada a trabajar como consejera en el campamento de su hermana menor. Allí, conoce a Kyle, el chico más odioso del Planeta Tierra. Él también está de ayudante como castigo de una broma. Ambos se odi...