Capítulo 9

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Me dirigí hacia la cabaña de los chicos para encontrarme con Ryan. Él me estaba esperando frente a la cabaña con una sonrisa que destacaba en la oscuridad de la noche. Ya todos en el campamento estaban dormidos y la única luz que había era de la luz de la luna llena. Eso, junto con un poco de niebla en el bosque, hacía que el campamento pareciera un lugar de película de terror. Pero también hacía que el campamento se viera hermoso de una manera no muy común.

Sonreí tan pronto llegué a la cabaña de los chicos y me situé frente a Ryan.

—¿La víctima ya está dormida? —pregunté sin poder contener mi emoción. Adoraba hacer bromas y mucho más cuando se trataba de una broma hacia Kyle. Ryan asintió.

—Vamos —susurró abriendo la puerta cuidadosamente y sin hacer ruido alguno. Ryan entró a la cabaña y yo le seguí.

Miré a mi alrededor tan pronto entré. La cabaña de los chicos era igual que la de las chicas. Habían literas en ambos lados de la cabaña con chicos de todas las edades durmiendo en las camas de arriba y abajo y, al final, podía deslumbrar el baño. La única diferencia entre la cabaña de las chicas y la de los chicos es que la de las chicas estaba más organizada y olía mejor. Esta cabaña tenía calcetines, camisas y todo tipo de cosas que podías imaginarte tirados por todos lados. También, la cabaña tenía un olor a sudor que me dio asco tan pronto entré. Se notaba que los que vivían aquí eran todos chicos.

Hice una mueca de asco y Ryan me vio.

—Perdón por el mal olor —susurró acercándose a mi oído para que no despertáramos a nadie. Tan pronto habló, su aliento chocó con mi cuello—. Les he dicho a los chicos que al menos no dejen tirada su ropa por todos lados pero no me hacen caso y Kyle tampoco es de mucha ayuda.

Sonreí y él se apartó un poco para mirar mi rostro.

—Descuida. Puedes usar esto como tu venganza contra Kyle por ser un vago —susurré y él rió levemente mientras se apartaba completamente y comenzaba a caminar entre las literas de la cabaña. Yo le seguí los pasos ya que yo no sabía dónde diablos se encontraba Kyle.

Luego de caminar por unos segundos, Ryan me señaló a una cama a mi izquierda. Miré en esa dirección y vi a Kyle mientras dormía. Sonreí maliciosa y le hice señas a Ryan para que me ayudara a tirar el colchón de Kyle al suelo. Él asintió y ambos arrastramos el colchón de Kyle fuera de la cama hasta la puerta de la cabaña. No fue muy difícil ya que Kyle, al igual que yo, dormía en la cama de abajo y Ryan era de gran ayuda. Agradecí que las cabañas no tuvieran escaleras porque, si las tuvieran, hubiera sido imposible hacer lo que planeábamos Ryan y yo.

Había planeado esto con Ryan a apuros y no tenía muchas opciones en cuanto a qué bromas podía hacerle a Kyle. Pero luego recordé que, cuando era pequeña, había visto una película en que unas gemelas arrastraban el colchón de su casi madrastra hasta el lago y la dejaron dormir allí toda la noche. A ellas les funcionó y me pareció una buena idea. Así que le propuse a Ryan que hiciéramos lo mismo que las gemelas pero con Kyle. Seguramente será divertido despertar en la mañana gracias a los gritos de Kyle o salir de la cabaña y encontrarme con la imagen de Kyle cayendo de cara al lago. Sonreí de tan solo imaginármelo.

Abrí la puerta de la cabaña mientras Ryan arrastró al colchón de Kyle afuera. Este se removió en el colchón y Ryan lo soltó rápidamente mientras yo contenía la respiración y rogaba porque no se despertara. Mis plegarias fueron contestadas cuando Kyle dejó de moverse y solté el aire contenido. Ryan parecía estar igual que yo y, luego de unos segundos, asentí para darle a saber a Ryan que siguiéramos con el plan.

Ryan y yo arrastramos a Kyle en su colchón hasta el borde del lago. Dejamos caer el colchón medio dentro del lago y Ryan empujó el colchón mientras yo reía lo más bajo que podía. La corriente del agua se encargó de hacer el resto y, en unos minutos, Kyle ya estaba a casi la mitad del lago mientras seguía dormido.

Guerra de ConsejerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora