—¿A dónde me llevas? —le pregunté a Ryan mientras él tenía mi mano en la suya y me arrastraba a algún lugar. Reí cuando él me sonrió.
—A ningún lugar en específico —dijo y me encogí de hombros. Con tal de evitar a Kyle, yo era capaz de ir a cualquier lado.
Caminamos por unos segundos más y luego Ryan me soltó la mano. Se acostó en el suelo, cerca de la orilla del lago mientras que yo lo miraba frunciendo el ceño.
—¿Qué haces? —pregunté.
—Ven —. Esa fue su única respuesta. Me hizo señas para que yo también me acostara en el suelo, a su lado y suspiré.
—¿Para qué? —cuestioné y él rió.
—Haces muchas preguntas —dijo y sonreí levemente—. Solo quiero que veas las estrellas desde este ángulo —explicó cuando su risa cesó.
Miré hacia arriba y, en efecto, había miles de estrellas brillando en el cielo. Volví a dirigir mi vista a Ryan, quien me miró con una pequeña sonrisa, y me acosté a su lado para ver las estrellas, como hacían en las películas. La única diferencia es que, cuando yo me levantara, tendría mi trasero extremadamente sucio.
—Es hermoso —dejé escapar con un suspiro satisfecho.
—Como tú —murmuró Ryan volteando su cabeza a un lado para mirarme.
Decidí ignorarlo a él y a su comentario cliché ya que me estaba comenzando a poner incómoda y estaba ansiosa por cambiar de tema. Seguí mirando hacia arriba, ignorando por completo la mirada de Ryan sobre mí y el comentario que acababa de decir.
—Las estrellas se ven muy brillantes —comenté tratando de evitar que el momento se volviera más incómodo todavía y cambiando de tema por completo. Lo que acababa de decir era extremadamente obvio y me dieron ganas de patearme a mi misma, pero fue lo mejor que se me ocurrió.
Vi por el rabillo del ojo como Ryan sonrió y me esforcé por no mirarlo de vuelta.
—Como tus ojos —dijo.
¿Acaso esto iba a seguir así toda la noche? Tenía que admitirlo, era extremadamente tierno todo esto. Pero me daban ganas de vomitar por lo cursi que estaba siendo Ryan y porque este momento cada vez se parecía más a una escena de película.
—Mis ojos no son brillantes. Son color caca —contra-ataqué intentando parecer lo más casual posible y pensando en maneras de escapar de aquí. Era obvio que Ryan estaba coqueteándome.
No era que no encontraba a Ryan lindo o tierno. Es solo que lo consideraba un amigo y un confidente. Además, también estaba el hecho de que él...no era Kyle.
No me hacía sentir las mariposas que sentía con Kyle, ni me hacía sentir que el corazón me daba un vuelco cada vez que se me acercaba mucho. No me hacía reír ni enojar como lo hacía Kyle. Simplemente, no era él.
Ryan bufó y rió a mi lado.
—No me refería literalmente. Solo digo que tienen...cierto brillo especial que los hace ver más positivos, optimistas, entusiastas... —explicó a mi lado suavemente.
Me estaba comenzando a poner extremadamente nerviosa y ya estaba entrando en pánico. ¿Cómo rayos salgo de aquí sin herir sus sentimientos?
ESTÁS LEYENDO
Guerra de Consejeros
أدب المراهقينElizabeth es una chica que, por un castigo, es obligada a trabajar como consejera en el campamento de su hermana menor. Allí, conoce a Kyle, el chico más odioso del Planeta Tierra. Él también está de ayudante como castigo de una broma. Ambos se odi...