El beso se volvía cada vez más pasional y desesperado, como si ninguno quisiera que esto acabara. Nuestros labios y lenguas no podían mantenerse quietas y me pareció realmente asqueroso que yo haya pensado eso.
Cuando parecía que me quedaría sin aire si no paraba, Kyle se separó de mí y yo no pude evitar desear más. Más de sus besos, más de él.
Lo miré con tristeza en los ojos. Esto no podía estar pasando. No entre nosotros. Me alejé un poco de él y él me miró con tristeza también. Ambos podíamos comunicarnos con la mirada y ambos entendíamos que esto no podía repetirse. Porque ambos sabíamos que esto era imposible.
-Kyle... -susurré cuando me recompuse y reflexioné sobre lo que acababa de pasar. El chico que estaba saliendo con Julie, mi amiga, y yo nos besamos.
-No seas una caga momentos. Solo quédate callada y déjame alejarme como hacen en las películas y en los libros -dijo haciéndome reír a pesar de la situación y él sonrió levemente.
-Esto no es una película, ni mucho menos un libro. Es la vida real -dije haciendo que las risas y sonrisas desaparecieran.
-La vida real apesta -escupió haciendo una mueca. Ambos sabíamos de qué hablábamos y ambos sabíamos que era una mierda toda esta situación.
-Kyle, esto no puede volver a pasar -dije firme a pesar de que gemí dolorosamente por dentro. Estaba ansiosa porque algo así se repitiera y no quería pensar en lo difícil que sería alejarme de Kyle por el bien de Julie. No sería tan egoísta como para impedir que Kyle y Julie se dieran una oportunidad.
Kyle asintió mirando un punto fijo en el suelo. Estaba distraído pensando en algo. En ese momento, deseaba poder leer su mente y saber qué estaba pensando ahora.
-Kyle, prométeme que esto no volverá a pasar -dije aún más firme logrando hacer que me mirara. No quería decir eso pero era lo correcto. No podía andar besándome con Kyle mientras Julie estuviera tan ilusionada con él. Simplemente no era ese tipo de persona y no lo haría por nada en el mundo.
Kyle me miró por un largo rato. Examinó cada rincón de mi rostro. Supongo que estaba buscando alguna señal para saber si esto era broma o no. Cuando no pareció encontrar lo que buscaba, suspiró.
-Elizabeth, no puedo prometer algo que sé que no voy a cumplir -dijo haciéndome tener ganas de patearle el trasero por hacerme esto tan difícil pero, a la vez, me hizo querer lanzarme sobre él y abrazarlo con muchísima fuerza.
-No hagas esto más difícil de lo que tiene que ser -dije al borde de las lágrimas. Pestañeé un par de veces para no dejar escapar las lágrimas. No lloraría, no aquí. Esto era lo más difícil que había hecho en mi vida y sabía que me arrepentiría tarde o temprano.
Kyle y yo nos mantuvimos quietos mientras nos mirábamos a los ojos por unos segundos que parecieron horas. Una conversación silenciosa logró pasar por nuestras miradas y fueron hermosas las sensaciones que eso me causó. Al final, Kyle no pudo sostener mi mirada y la desvió al suelo.
-Lo siento. No debí hacer eso mientras... -dijo pero la oración quedó en el aire. Ambos sabíamos que él estaba a punto de decir que no debió hacer eso mientras salía con Julie. Y era cierto. Pero se sintió tan bien que era imposible considerarlo incorrecto.
-Sí, fue un error -dije asintiendo y ladeando mi rostro para que él me mirara. Al escuchar mis palabras, Kyle me miró con desilusión y sentí una punzada en el pecho al verlo.
-¿Un error? -preguntó tragando lo que supongo era una nudo en la garganta. Verlo así, me rompía el corazón pero debía pensar en cómo se sentiría Julie. Sería demasiado egoísta si pensaba en mi misma.
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Guerra de Consejeros
Teen FictionElizabeth es una chica que, por un castigo, es obligada a trabajar como consejera en el campamento de su hermana menor. Allí, conoce a Kyle, el chico más odioso del Planeta Tierra. Él también está de ayudante como castigo de una broma. Ambos se odi...