—¿Qué diablos te pasa? —gritó un furioso Kyle desde el lago.
Reí a carcajadas desde el muelle mientras veía su rostro lleno de furia. Creo que jamás lo había visto tan enojado, incluyendo la vez en que arrastré su colchón al lago mientras él dormía.
—¿Cómo que qué me pasa a mí? ¿Qué te pasa a ti? —pregunté fingiendo enojo a pesar de que aún estuviera muerta de risa.
—Solo te hice una pregunta —se defendió, aún en el agua.
—Solo te empujé suavemente —contraataqué. Aunque la verdad era que lo empujé con la esperanza de que se cayera al lago. Y mi deseo se cumplió.
—¿A eso le llamas suavemente? —preguntó irónico. Asentí con las cejas levantadas y mordiéndome el labio inferior para aguantar la risa que se me quería escapar. Él bufó molesto y comenzó a nadar hacia la orilla del lago.
Miré como nadó hasta llegar a la orilla y luego exploté en carcajadas sin poder evitarlo. Al parecer, él escuchó mis carcajadas porque miró en mi dirección y me fulminó con la mirada. Luego volvió a dirigir su atención a no sé qué.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó una voz a mis espaldas. Rápidamente la reconocí como la voz de Alison. Volteé para verla y sonreí.
—Me estaba molestando —dije encogiéndome de hombros mientras ella me devolvía la sonrisa.
—Te lo dije —exclamó arrogante.
—¿Qué cosa? —pregunté confundida mientras fruncía el ceño.
—Tú y Kyle —dijo obvia como si eso aclarara todas mis preguntas. La miré en blanco y ella suspiró—. Se odian pero no pueden evitar sentirse atraídos el uno por el otro.
Rodé los ojos tan pronto dijo eso y mi sonrisa se borró instantáneamente.
—¿Otra vez con lo mismo? —pregunté exasperada.
—Elizabeth, acéptalo. Cuando tú y Kyle están juntos, se matan —dijo y yo empecé a asentir como que estaba de acuerdo—, pero separados, se mueren.
Dejé de asentir tan pronto dijo eso.
—¡Claro que no! —exclamé.
—Claro que sí. Cuando están separados, se buscan y cuando están juntos, pelean —dijo haciendo ademanes para hacerme entender mejor. Pero no le funcionaría. Lo único que yo entendía perfectamente era que ella estaba loca.
Exasperada, me volteé y me fui en dirección a las cabañas.
¿En verdad era eso lo que la gente pensaba de mi y Kyle? ¿Así era como todos nos veían?
No, no podía ser. Debía ser imposible. Kyle y yo nunca seríamos algo más que enemigos. Ni siquiera podríamos llegar a ser amigos con lo mucho que peleamos. Pero, no pude evitar pensar: ¿y si eso cambiaba?
•••
—Elizabeth —gritó Julie con alarma en su voz mientras yo entraba por la puerta de la cabaña—, necesito tu ayuda.
Suspiré y me acerqué a ella resignada.
—¿Qué pasó? —pregunté preocupada cuando llegué a su lado.
—¿Qué vestido me quedaría mejor para mi cita con Kyle? —preguntó haciendo un ademán de mano para que viera los trajes que ella había colocado sobre mi cama.
Resoplé fastidiada. Pensé que algo importante o urgente había sucedido.
El vestido a la izquierda era azul celeste con pequeños puntos blancos. Era bastante agradable y quedaría hermoso en Julie. Aunque, creo que todo le quedaría bien a ella. El vestido a la derecha era amarillo con flores como diseños. Era perfecto para el verano pero parecía más para un día de playa y no para un campamento.
ESTÁS LEYENDO
Guerra de Consejeros
Genç KurguElizabeth es una chica que, por un castigo, es obligada a trabajar como consejera en el campamento de su hermana menor. Allí, conoce a Kyle, el chico más odioso del Planeta Tierra. Él también está de ayudante como castigo de una broma. Ambos se odi...