Alpha. (#1)

Seis. Lunas.

-Pero es que no lo entiendo-Suspire-¿A qué se refería? ¿Tendencia de héroe?

Me miro y no dijo nada, entre nosotros solo había silencio. Lo mire con la ceja alzada, no estaba ayudando en nada.

-¿Sabes?-Pregunte-Creo que se a lo que se refería...creo que piensa que yo iré a salvar a las Lunas. Pero...¿de verdad puedo hacerlo?-Y fue como si una idea maravillosa hubiera llegado a mi mente-¿Y si...? ¿Pero...como lo haría?

El gato marrón que tenía frente a mí, ronroneo. Yo sonreí. ¡Ese gato era maravilloso!

-¡Tienes toda la razón!-Exclame contenta-Pero...necesitare ayuda, y Anton no debe enterarse de nada. Esto queda entre nosotros dos, ¿sí?

Soltó un simple "Miau". Me levante del suelo y camine hacia la entrada del Instituto. Me había escapado de los brazos musculosos de Anton antes de que saliera de su despacho, no sin antes desayunar el delicioso caldito de pollo de la abuela de la familia. Esa soñara era un amor andante. Su sonrisa era simplemente tranquilizante. Y bueno...era una bruja, pero no literal. De verdad era una bruja. Hacia magia y ese tipo de cosas.

-¿Dónde estabas?-Pregunto Lía enredando su brazo con el mío-Te busque por todos lados.

-Me escape de tu hermano-Ella rio-No quería que fuera al entrenamiento, pero ya sabes como soy...

-Eres divergente y no puedes ser controlada-Me interrumpió-Lo se...

Rode los ojos y reí. Caminamos hacia la clase de historia. Lamentablemente la profesora ya había llegado y Lía y yo abrimos la puerta riéndonos, pero al ver a la vieja nos detuvimos.

-Señoritas-Dijo con voz chillona-¿Tienen alguna excusa por haber llegado tarde?

Nos miramos y yo comencé a tartamudear, pero mi amiga me robo la palabra.

-Como sabe-Comenzó-Mi amiga Sky es la Luna de la manada, y yo soy la hermana del Alpha, tuvimos obligaciones esta mañana, estábamos preparando...

-A los demás guerreros, somos expertas en el arte de...

-La lucha-Sonreímos nerviosamente.

-Sabemos box...

-Y Artes marciales...

-Mixtas-Dijimos al uniso.

-¿Ustedes dirigirán el entrenamiento de hoy?-Pregunto curiosa-Me encantaría verlo...

-No-Me rasque la nuca nerviosamente-Nosotras solo...

-Contribuiremos con algunas cosas...ya sabe...aquí y allá...de allá para acá...

-Bien-Sonrió-Pueden sentarse señoritas.

Nos dirigimos hacia nuestros asientos, no hablamos en toda la clase. Sabíamos que habíamos dicho mentiras, y que eso probablemente haría que nos lleváramos unos cuantos golpes, moretones y una que otra costilla rota. Pero también sabía que Anton se enojaría muchísimo conmigo. Lo calmare con unos besos. Mentira.

-¿Qué haremos?-Pregunto Lía después de salir del aula. Suspire y me detuve para mirarla.

-Pues...¿Qué más?-Pregunte obvia-Pelear.

-Michael y Anton nos mataran...

Rode los ojos y caminamos hacia la sala de entrenamiento. Paramos de golpee, había gente golpeándose por todas partes. Algunos salían volando, otros recibían un gran gancho y permanecían en el piso.

-No creo...que esto salga tan, tan...mal...¿Oh si?

Lía iba a hablar pero un chico alto y musculoso se paró frente a nosotros. Nos miró con una ceja alzada, como preguntándose ¿Qué hacen dos malditos pitufos aquí?. En sus manos tenía una libreta.