Alpha. (#1)

Cuatro. Antony.

Sonrió una vez más cerca de mi rostro. Por alguna razón amaba que me tocara, amaba sentir su respiración mezclada con la mía. Podía sentir calma, podía sentir algo de amor hacia él. Acababa de conocerlo, era una locura, pero es como si llevara conmigo toda la vida.

-¡El Alpha Antony ha encontrado a su luna!-Después de eso comenzaron los aplausos, todos sonreían, estaban felices de que por fin él me había encontrado.

-Ven conmigo-Me susurro al oído.

Me tomo de la mano y caminamos hacia la casa. Pase enseguida de mi hermano, él tenía a Lía a su lado, al parecer alguien la estaba pasando bien. Ella me sonrió pero después hizo una señal de estarse disparando en la cabeza, yo solo sonreí. Decía que su hermano tenía el peor humor de todos, que era posesivo, celoso y que tenía, serios pero en realidad serios problemas de ira.

-¡Felicidades pendeja!-Grito mi hermano y luego me abrazo. Escuche como Antony gruñía y lo apartaba de mi lado.

-Ten más respeto hacia tu Luna-Dijo entre dientes-No quiero oír que la llamas así de nuevo.

-Oye-Le di un golpe leve en el brazo-Es mi hermano, si él quiere hablarme así puede hacerlo-Mire a Michael-¡Felicidades tú también hijo de puta!-Exclame emocionada, solté a mi mate y salte hacia mi hermano, lo abrace con efusividad y mucha emoción.

Me jalo de la cintura y me posiciono detrás de el en forma de posesión. Dios mío, apenas lo conozco y quiere controlarme de esa manera. No puedo esperar a que me prohíba las cosas para gritarle en la cara que soy divergente y no puedo ser controlada.

-Es hora de irnos-Contesto con seriedad.

-Pero-El me miro a los ojos-A penas empieza la fiesta.

-¡Es cierto!-Grito Lía y me jalo del brazo-Sky y yo aún no nos hemos puesto borrachas, ¡No es justo!

-Sky no tomara nada-Gruño molesto-Niño, controla a mi hermana, es capaz de acabarse una botella completa.

Mi hermano y el comenzaron a discutir acaloradamente. Nosotros retrocedimos disimuladamente. Lía acerco sus labios a mi oído y susurro:

-Corre.

Comenzamos a correr en dirección opuesta a ellos, se percataron de ello segundos después. Reímos fuertemente mientras ellos intentaban atraparnos, era demasiado divertido. La gente sonreía ante la escena. Yo no podía parar de gritar y de soltar carcajadas. Antony estaba furioso, le estaba haciendo pasar una escena. Pero yo estaba muy feliz. Me sentía completa por primera vez, me sentía bien por primera vez en muchos años.

-¡Corre Luna corre!-Grito una señora parecida a Anton mientras reía-¡Enséñale que debe de luchar por las cosas!

Rodee una mesa y Antony estaba frente a mí, estaba agitado. Yo solo sonreía muchísimo.

-¡Vamos -Grite-¡Atrápame!

Por alguna razón, sus hombros se relajaron, su rostro pareció alivianarse y el extendió una hermosa sonrisa por su rostro. Llegue a la conclusión de que tal vez pensaba que huiría de él. Que no quería estar a su lado porque intente correr cuando lo vi. Pero no sería de esa manera. Demonios...es demasiado pronto. No quiero iniciar un compromiso en este momento, no puedo sentar cabeza. Quiero vivir la vida loca aun, quiero viajar y hacer locuras. Tal vez Lía piensa lo mismo que yo.

Sentí unos brazos alrededor de mi cintura, creo que me había quedado en una especie de trance porque no me había dado cuenta de que él estaba detrás de mí. Su respiración se encontraba en mi cuello. Sus manos eran grandes, me encantaba, era guapísimo.

-Hueles delicioso-Susurro-Quiero marcarte.

Me di la vuelta sorprendida. Lo mire y el aun sonreía.

-No puedes-El frunció el ceño-¡Aun soy muy pequeña!

-¿Pequeña?-Rio-¿Cuántos años tienes?

Dude por un momento en decirle, en unos meses cumpliría diecinueve. Él se veía bastante mayor, debía tener por lo menos más de veintidós.

-Tengo dieciocho -Se puso rígido-Pronto cumpliré diecinueve -Hice una pausa-Soy una de los iniciados.

Guardo silencio. No decía nada, ni siquiera me miraba, no decía nada. Y el silencio me estaba matando.

-¿Te han golpeado?-Pregunto con la mirada dura-En los enteramientos para iniciados ¿Te han golpeado?

-No-Él se relajó-Pero mañana es mi primer entrenamiento-Sonreí-Estoy muy emocionada, ¡Sera la primera vez que luchare!

-No lo harás-Contesto serio-No lucharas con nadie.

-¿Qué?-Abrí los ojos sorprendida. El no podía decirme que hacer, odiaba que me dijeran que hacer, el no podía prohibirme nada-Tú no puedes llegar a mi vida de un momento a otro y decir que está bien que haga y que no.

-¡Claro que puedo!-Se acercó peligrosamente a mí-¡Ahora me perteneces!

-¡Yo no le pertenezco a nadie!-Exclame enojada y lo aparte de un empujón, se tambaleo, no se lo esperaba. Me había hecho enojar. Cuando me enojo no soy para nada razonable. Camine con los puños apretados dentro de la casa. No había casi nadie, la mayoría de ellos estaban en el jardín o el bosque. Estaba furiosa.

-¡Sky!-Grito detrás de mí-¡Harás lo que yo digo!

Me detuve de golpe.

-Perdón, pero...¿Qué mierdas fue lo que dijiste?-Su mirada se ensombreció.

-¡Pueden lastimarte! ¡Eres mi Luna, la Luna de esta manada!

-¡No puedes decirme que hacer!

-¡Claro que puedo!-Me tomo de la cintura-Eres mía Sky, solo mía.

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