Alpha. (#1)

Ocho. Vampiros.

La noche era fría, odiaba el frio. El bosque no estaba iluminado por la Luna, esta se escondía detrás de unas inmensas nubes que anunciaban una gran tormenta. Suspire, Lía también lo hizo. Y entonces comenzó a llover de manera frenética. El camino se iluminaba por los faroles del auto. Pero no servía de mucho, doblamos en una esquina y mi amiga se detuvo.

-¿Todo saldrá bien, no?-Pregunto en un intento de sonrisa.

Yo solo me limite a asentir.

Narra Antony.

-Los vampiros hacen guardia día y noche, por ello es más fácil ir de día, sabemos que la luz no les quema, pero les molesta, son más fuertes de noche. Así que tendremos un punto a nuestro favor.

-Alpha Antony-Hablo un beta de la manada Ray Lights- Podríamos nosotros atacar por el norte, podrían tomar ventaja y atacar el ala sur, no con garras y colmillos, eso podríamos dejarlo para el final. Trajimos ballestas y armas mundanas, nos han ayudado más de una vez en las batallas.

-Es una muy bue...

Fui interrumpido por alguien que había entrado al salón de golpe. Era mi abuela, estaba agitada. Seguro había tenido una visión. Todos la miramos, ella era muy querida por todos. Había sido de mucha ayuda para mí y para todos.

-Ellas-Susurro-Se fueron.

-¿Quiénes?-Fruncí el ceño.

-Lía-Hizo una pausa y me miro-Y Sky.

Narra Sky.

Tome la el arco entre mis manos, tenía muchísimas flechas. Si algo salía mal Lía debía transformase, ese era el plan C. Si bueno, teníamos muchos por si algo nos hacía irnos a la mierda. Caminamos silenciosamente hacia la entrada del subterráneo, estaba abandonado desde hace muchísimos años, nadie vivía ahí, oh bueno...al menos eso era lo que decían. Había ratas por todas partes. Se escuchaban pequeñas goteras a lo lejos. Las cañerías estaban oxidadas, había agua en las vías.

Bajamos unas escaleras de piedra, yo mantenía mi arco en posición de ataque. Las flechas contenían Vratanio, era una sustancia que debilitaba a los vampiros por unos minutos, no sé si ayudarían, pero podríamos tener ventaja. Un ruido detrás de nosotros nos hizo sobresaltarnos. Nos giramos para atacar. No había nada, era una maldita rata. Nos miramos y suspiramos de alivio.

-¿Dónde crees que están?-Pregunto en un susurro.

-No lo sé-Respondí caminando lentamente-Supongo que más adelante.

Ella asintió y seguimos por el pasillo. Pero paramos inmediatamente, había tres caminos, ¿Cuál de ellos debíamos escoger?

-Debemos separarnos-Me miro como si estuviera loca-Es la única opción que tenemos-Fruncí el ceño-Si algo sale mal...gritamos, ¿Okay?

-Bien, iré por el de la izquierda.

-Tomare el de esta lado-Hice una seña con la cabeza, Lía me abrazo y después se fue.

Continúe por el mío, el pasillo cada vez se hacía más estrecho. Sentí una ráfaga de aire pasarme por el frente. Me tambalee, era uno de ellos. No lo dude ni dos segundos y comencé a correr, doble en dos pasillos más. Mierda, debemos salir de aquí cuanto antes. Mi respiración podía escucharse a lo lejos, debía tranquilizarme. No sabía dónde estaba, había cambiado de dirección incontables veces.

Y entonces abrí los ojos sorprendida. Me lleve la mano a la boca tratando de contener las lágrimas.

-Dios mío-Susurre.

Había muchísimas personas delante de mí, tiradas en el piso. Niñas y niños, mujeres y hombres. No sabía qué hacer, estaba en shock. Parpadee varias veces y trague saliva. Me acerque a la mujer más cercana a mí, me arrodille junto a ella.