Nueve. Mila Jopkins.

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Narra Sky.

-Llegamos, a decir verdad Lía y yo estábamos muy nerviosas. Pero sabíamos a qué íbamos, no nos íbamos a acobardar-Sonreí-Entramos al subterráneo, es un lugar muy espantoso de noche, sinceramente no volvería a ir en mi vida, a menos que sea importante.-El asintió-Nos separamos. Comencé a caminar, pero una ráfaga de aire me hizo tambalearme, no estaba sola, así que corrí tanto como mis piernas me lo permitieron. Y me los encontré, eran muchísimos, estaban llenos de sangre, y debía de sacarlos de ahí inmediatamente-Trague saliva nerviosa-Nos dividimos por secciones, los niños y las mujeres debían estar protegidos por los hombres. Todo parecía normal...estaba todo tan silencioso. Pero después sentí como alguien me aventaba contra la pared.

Anton apretó la mandíbula y los puños. Estaba enojado, la última vez que alguien me hizo daño, no salió nada bien.

-Los hombres comenzaron a gruñir, y de pronto había más de cinco vampiros frente a mí. Hubo...hubo algo-Fruncí el ceño confundida-No lo entendí muy bien, estaba muy aturdida. Uno de ellos, el más grande dijo algo que no logre entender.

-¿Qué fue lo que dijo, princesa?-Pregunto nervioso.

-Que en mis manos estaba el destino de la ¿guerra?-Intente recordar-Si eso era...guerra.

-¿Y qué sucedió después...?

-Lía llego por atrás, se había transformado, era impresionante...-Solté una risita-Los distrajo por un momento, yo comencé a luchar contra ellos pero...¡Mierda! ¡Son demasiado rápidos!, luego los demás se nos unieron. Pero me pareció curioso, y hay algo que no encaja. Solo había como veinte de ellos...¿No eran como una gran colmena de abejas?

-Lo son...no como nosotros claro, pero si son muchísimos.

-¿Cuántos? Exactamente.

-Más de mil...o tal vez dos mil, pero nosotros los superamos en número y en fuerza-Sonrió orgulloso.

-¿Y...donde estaban los demás?-Abrí los ojos sorprendida-¿Y si lo hicieron a propósito? ¿Por qué nos dejarían ir de esa manera? No tenían la intención de matarnos, eso está claro.

-Nena-Suspiro-Es mejor que descanses. Estas herida, debes reposar.

-Pero...

-No-Susurro cerca de mis labios-Nada de reproches. Descansa, la Luna de esta manada debe estar fuerte.

-Yo ya soy fuerte-Enarque una ceja y me cruce de brazos-¿Oh soy débil Anton?

-¡No!-Contesto rápidamente-Eres muy valiente.

-¿Seguro?-Tenía la intención de levantarme-Porque puedo demostrarte una vez más que no soy débil y pelear contra los dos mil vampiros...

-Basta-Se abalanzo sobre mí delicadamente, me beso con ternura. Demonios, cuanto lo necesitaba. Cerré los ojos por inercia, amaba este tipo de momentos. Donde nada más importa, solo el, solo yo. Solo nosotros dos-Descansa-Se separó de mí y me beso la frente. Salió por la puerta principal, antes de que la cerrara pude ver a alguien llegar hasta él. Era Michael.

Tenía demasiado sueño, no podía pensar en nada más. Solo en él, y con eso me quede dormida. Pero en sueños no podía dejar de pensar. ¿Qué demonios había pasado ahí? Había algo que no le había dicho a Anton, el hecho de que mis ojos habían cambiado de color a mitad de la batalla. Y eso no sucede a menudo, pero tal vez es porque mi transformación se acerca. Pero no logra convencerme mucho. En realidad, no es para nada convincente. Lía prometió no decir nada. Tenía que averiguar y solo lo haría con una persona. La abuela de Anton.

-¿Querías preguntarme algo?-Me sobresalte por la repentina voz que surgió de la oscuridad, me había despertado, una luz se encendió a lo lejos-Pero creo que ya tengo la respuesta a tu pregunta...

-¿Sabe sobre eso...?-Trate de incorporarme-¿Lo de los ojos...acaso no es normal?

-¿Nunca conociste a Mila Jopkins?-Negué con la cabeza. Ella rio cálidamente, dejo la vela sobre la mesita que había a mi lado y se sentó en la silla-Hace muchísimo tiempo...existió una muchacha, era bella, preciosa...era la Luna de una manada que ahora ya no existe...Era una joven bondadosa, humilde y valiente. La aldea en la que ella albergaba, estaba llena de felicidad, de amor...todos vivían de una manera en la que ahora...ya no se vive.

-¿Qué tiene que ver ella conmigo?-Pregunte notablemente confundida.

-Era amada por muchos-Ella miro hacia la nada, como si recordara-Pero hubo una terrible lucha.

-¿La guerra contra los vampiros?

-Una guerra-Me miro sin expresión-Contra ella misma.

Abrí los ojos, no entendía absolutamente nada.

-El poder que poseía la consumió por dentro-Susurro-Cada mil años, una mujer es escogida de entre muchas...la más valiente, la más bella, pero sobre todo...la más pura de corazón.

-¿Por qué tuvo una lucha contra ella misma?

-La absorbió...Sky-Me tomo de la mano-Si no controlas lo que sucede a tu alrededor cosas malas sucederán. Tiempos oscuros se acercan, tienes que ser fuerte y valiente.

Hizo una pausa y continúo:

-Los ojos-Acaricio mi mejilla-Son la ventana del alma, ¿de qué color eran?

-¿De qué color era que?-Aparte mi rostro de su mano. Me estaba asustando.

-Tus ojos ¿Eran azules?-Se acercó más a mí, en su rostro no era reflejaba ninguna emoción.

-No-Conteste-Rojos. Tenía los ojos rojos...


Alpha. (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora