^•^Prólogo

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Cinco días ya han pasado desde que ella se quedó dormida y aún no despertaba, todos llevaban esos mismos días buscando al Rey y aún no lo encontraban, no tenían ni una sola pista de donde podría estar, había escapado justo cuando ella había caído sobre sus brazos, aún recordaba su mirada y su sonrisa fría, no podía olvidar aquella mirada que le había dedicado, esa mirada llena de odio hacia ella y hacia el.

Todos estaban en el Castillo esperando alguna noticia acerca de ella o del Rey, pero todo estaba igual desde hace unos días.

Caminó hacia el balcón y se detuvo justo frente al muro de piedra, puso ambas manos en el muro y se quedó observando más allá del Reyno, más allá de las montañas, más allá de todo, mientras recordaba la primera ves que la había visto en aquel callejón, con esa ropa que ha ellos les parecía extraña, después recordó cuando la vio bajando de las escaleras con ese vestido. Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro sin poder controlarlo, después llegó a su mente cuando la vio en el balcón parada, abriendo los brazos como si quisiera volar, cuando la vio entrenando en el jardín de la mansión, cuando la vio bajar por aquellas escaleras del Reyno el día del baile llamando toda la atención por que se veía hermosa. Los recuerdos aparecían solos en su mente y al hacerlo el sonreía, no podía evitarlo era imposible no sonreír cuando se acordaba de ella pero al mismo tiempo las lágrimas salían por que tal ves ya no podría volver a verla de esa forma, con vida.

En su rostro se veía la tristeza y el dolor que tenía por lo que estaba pasando, sus ojos verdes húmedos brillaban con la luz del sol, una lágrima cayó de su ojo derecho, el la limpio y respiro profundo mientras veía a ningún lado. Simplemente se había perdido en el infinito.

.......
Mientras tanto, sus amigos también sufrían por ella, sus rostros estaban llenos de dolor y tristeza, nadie podía concentrarse en nada.

Alguien entró por la puerta, un guardia que llegaba agitado.

-¿Que es lo que pasa? -pregunto el chico de cabello rizado amablemente.

-El Rey fue visto cerca del Castillo. -contestó aquel guardia.

-¿Como? lo atraparon ¿verdad? -dijo el chico rubio con tono enojado mientras se paraba.

-No señor, al parecer desapareció cuando lo acorralaron. -Dijo el guardia retrocediendo unos pasos y negando con la cabeza.

-¿Desapareció? el no puede hacer eso, no tiene magia para hacerlo. -dijo la chica pelirroja mirando a todos los que se encontraban en la gran sala.

-El mago lo esta ayudando ¿recuerdan? -dijo el chico serio que estaba recargado en una pared con los brazos cruzados.

-Encuéntralo. - le ordenó al Guardia el chico de los chinos rubios.

........
Ella estaba recostada en su cama, en la que era la habitación de sus padres, tenía el cabello a los lados sobre sus hombros, alborotado como era costumbre, los ojos cerrados, sus labios secos, su piel pálida, casi se le notaban los huesos, estaba delgada, tenía cinco días dormida (o muerta) y no podía comer ni beber nada, traía un vestido blanco que le llegaba por arriba de la rodilla, estaba descalza, su respiración ni siquiera se notaba, un doctor la revisaba, la expresión de aquel demostraba preocupación por ella, podía no salvarse.

......
El bajo de donde estaba, se dirigió hacia la puerta y los guardias la abrieron.

-¿A donde crees que vas? -dijo amablemente la chica pelirroja haciendo que se detuviera.

-No me quedaré aquí sin hacer nada, ese idiota sigue suelto por que nadie a podido dar con el. -Dijo con enojo controlado y sin voltear a verla.

-¿Que es lo que prendes hacer? -dijo el chico que estaba recargado en la pared rascando su barbilla.

CORALINE: Reyna De Nevislabia #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora