Era increíble como las manecillas del reloj te marcaban de un momento a otro que ya habían pasado al menos setenta y dos horas. Y en esas horas que conformaban días, era increíble el notar como un morocho de bellos rasgos me evadía mas y mas...Y mas.
Lógico, lo vi ebrio, casi al punto de quebrarse, mientras nos dábamos un beso y con pesadillas. Todo eso en un muy breve periódo de tiempo. Era como entrar en la vida de una persona de forma repentina, como quien se arroja a la piscina con un clavado en un día intempestivo, no apto para nadar en aguas frías.
Pero así era yo, impredecible, si así me quería mostrar claro. Porque el otro noventa por ciento del tiempo debía fingir ser un niño rico y refinado que no poseía ningún tipo de problema. Típico de la aristocracia.
Y allí me encontraba yo, el flamante hijo del director girando el boli entre mis dedos. Mi mirada mucho no se situaba en la pizarra en donde la profesora caza-fortunas estaba escribiendo sobre literatura, sino mas bien en la figura de un adolescente de 18 años que seguía viendo estrictamente por la ventana.
Pude deducir en estos días que miraba: La bandera de nuestro país. Si bien es cierto que tenemos un bello símbolo nacional, me pregunto porqué tanto empeño en ver un pedazo de tela flamear. Vamos, que amo a mi país, pero no soy tan patriota para ver la misma bandera todos los días. Es absurdo, nunca cambia, los mismos colores, la misma tela y en el mismo lugar...Es ver algo que nunca se irá de allí, las cosas nuevas, enigmáticas, que no verás muchas veces en tu vida, son mas dignas de apreciar. Como yo ¿No?, ¿Cuántas veces podrá tener el deleite de mirarme?, digo, si lo hiciera yo podría verlo a los ojos, aunque sea una vez mas, porque desde ese entonces que me he quedado un rato en su casa, no he podido contemplar ni por un segundo sus ojos verde agua.
Maldita sea.
Me cabrea, mucho.
Y así, de un segundo al otro, cuando me inundé lo suficientemente profundo en mis pensamientos y deseos, el profesor de idiomas me dice que traduzca un texto del alemán al italiano. Claro, este es un colegio de excelencia, donde no se conforman con solo enseñar inglés, perteneciente a la primera potencia del mundo, si no que aleman, japones, frances y chino entran en las tangentes de idiomas a estudiar. Entre los magnates millonarios si no sabes aunque sea dos idiomas aparte del natal, eres un completo don nadie del cual no se sabe cómo hizo para conseguir tanto éxito en el mundo de las finanzas.
¿Me pregunto cuantos idiomas sabrá Alexandro? y una mejor pregunta es el cómo el tiempo ha pasado tan rápido que ni siquiera he notado el cambio de asignatura.
Entonces, una vez traduje bien el texto (Porque sí, porque se ese idioma e inglés, el resto no puedo pronunciarlo ni aunque me regalen el mundo a cambio) volví a posar mi mirada en aquel chico. Su delicado mentón estaba apoyado sobre el puño que conformaba su mano, mientras el codo sobre la mesa sosteniendo todo lo demás, parecía moverse de a momentos, como queriendo cambiar de posición. Era una clara pose de estar viendo la ventana y cometiendo el peor pecado que se me podría hacer: Ignorarme. El punto, es que no se animaba a mover el brazo porque irremediablemente tendría que observarme a mí, vaya mierda de situación que aborrezco totalmente.
Pero en estos tres días, pude notar ciertas cosas interesantes sobre mi mismo. Generalmente soy mi propio eje, me refiero a que yo valgo mas que todo, y no hay actividad que ocupe mas mi tiempo que observarme a mi, y solo a mi. Si bien observo a la gente para analizarla, nunca gasto tres días consecutivos de mi vida en observar a solo una persona, menos en este caso primero y espero último, a un hombre.
¿Que tiene de interesante ese chico?
¿Son esos ojos que vi el primer día que entré a este instituto? ¿Su hermoso y brillante cabello negro? ¿Esa actitud enigmática?
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Álter Ego
RomantikEsta es mi historia...Contada por mi, contada por él también. Álter ego se define a una persona que se dice lleva una doble vida. Y eso éramos nosotros, Dante y yo, Alexander, de personalidad reservada, introvertida y algo ácida que conozco en un dí...