Miro la pila ardiente de libros, las llamas consumen las páginas y el humo se alza sobre las nubes. Hacen esto una vez al mes, aquellos libros no aprobados por el gobierno son quemados, bibliotecas enteras han sido reducidas a cenizas y en cambio nos entregan basura que hacen llamar literatura.
¿Por qué? Sencillo, desde "El Rapto", han considerado cualquier rastro de inteligencia no aprobada como una ofensa al gobierno, y aquellos que nacen con mentes privilegiadas son tomados como enfermos mentales.
Cuando se cumple cierta edad, los jóvenes somos sometidos a una prueba, se nos es imposible mentir o errar intencionalmente, si "reprobamos" seremos enviados a campos de concentración para supuestos enfermos.
Lindo, ¿Cierto?
Es bastante molesto ver cómo la gente celebra tal desperdicio de conocimiento, pero bueno, ¿Qué se le va a hacer?
De todos modos, estar obligado a venir es de lo peor, creo que me he vuelto una persona misántropa sólo por tener que presenciar tales espectáculos. La humanidad, o al menos lo que queda de ella en la Tierra, es casi completamente estúpida...literalmente.
Desde que "Ellos" vinieron y se llevaron a los más inteligentes, la humanidad ha decaído cada día más. Nosotros, los que nacimos después de su llegada, estamos condenados a quedarnos aquí hasta que la humanidad se autodestruya por su propia ignorancia.
Aun no se me ha hecho la prueba, pero de todos modos sé que voy a fallar.
Me pregunto cómo es el campo de concentración, creo haber visto uno usado en la Segunda Guerra Mundial en un libro de historia...una pena que ahora se esté calcinando junto a los demás.
A mi lado está mi madre...Una mujer simple, de gustos simples...no muy lista, pero aun así una madre amorosa que ha tratado de darme lo mejor en este mundo sobrepoblado y con hambruna extrema.
Si tienes suerte puedes comer dos veces al día, por lo que me considero una persona afortunada, mi adorada madre trabaja mucho y duerme poco para darme un poco de comida.
Ah, de nuevo inicia otro bobo discurso gubernamental... ¿Cómo demonios las personas escuchan a un inepto que ni siquiera puede hablar bien su propio idioma? El sólo escucharlo hablar me está rompiendo los tímpanos.
Mi madre, que al parecer nota mi incomodidad, acaricia mi revuelto cabello negro y murmura algunas cosas incomprensibles para mí.
Quiero irme a casa y sacar uno de los libros que escondo bajo mi colchón para leer un rato y olvidarme de esta tortura que llaman "Limpieza". Una de las peores cosas de esto es que mañana debemos volver a la escuela...bien, el intento de escuela al que nos obligan a asistir, un viejo edificio que es digno de una película de terror...aunque jamás he visto una, pero he leído sobre el género y me parecen interesantes los escenarios escogidos.
Algún día, si es que llego a sobrepasar las bajas expectativas de vida que tenemos, me gustaría escribir un libro...No, no cualquier libro...un libro único en su clase, innovador...pero no puedo, sólo se puede escribir lo aprobado por el gobierno...o como yo lo llamo: Censura pura.
Poco a poco el fuego se va extinguiendo y las personas van dejando la plaza charlando animadamente como si nada hubiera pasado...Placas de Petri ambulantes, eso las considero.
Mi madre me da una mirada dulce y toma mi mano, comienza a caminar lentamente, pero yo me quedo estático en mi lugar, dándole a entender que me quedaré un rato más. Una vez que ella se va, me acerco a las cenizas tratando de encontrar algo.
Mis guantes grises se tiñen de negro por las cenizas mientras rebusco un libro que se haya salvado de la hoguera...
Ya sé que es casi imposible, pero aun así quiero tratar de encontrar algo...no importa si está chamuscado, deseo encontrar algo, no importa el tipo de libro, mientras pueda leer algo decente está bien.
Nada...absolutamente nada.
Con completa resignación, me doy la vuelta y decido ir a mi casa antes de que los bandidos infesten las calles.
El camino a casa es normal, hay varias personas hablando, otras menos afortunadas y sin tener abrigo, intentan obtener calor de una fogata improvisada que derrite la nieve cercana. Es probable que mañana los encuentren muertos por el frío...o por los bandidos, o por el hambre...
Me dan lástima y a la vez no...De todos modos, si no llego antes de que el sol se ponga seguro que me matan.
Al llegar a casa veo a mamá en el pequeño espacio que llamamos cocina, está sirviendo un líquido humeante en dos cuencos...Sopa, parece que hoy podremos comer como personas decentes.
—Bienvenido a casa, amor—me dice ella, sonriéndome y extendiéndome el cuenco con sopa caliente.
—Gracias, mami—le digo, tomando el tazón con cuidado y colocándolo en la mesa mientras que ella hace lo mismo.
—Gracias por la comida—murmuramos, aunque hace mucho que se probó que no existe un Dios...según mamá, es un viejo hábito difícil de perder.
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Número 63
Science FictionAño: 2045 Locación: X Población: 11.000 millones, 100% humana, 80% estúpida. Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Una frase dicha hace más de un siglo por un tal Einstein, o al menos eso decía en mi libro de histor...