Capítulo 24

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Siento como todo lo que se encuentra al rededor mío, dan vueltas, teniéndome a mí como eje de su estabilidad. El mareo que me produce es algo inesperado, que logra provocarme unas horribles arcadas.

Llevo mi mano derecha a mi boca, apretándola con muy poca fuerza, tratando de contener lo que sea que quiere ser expulsado de mi interior. Se, con certeza que no tengo las fuerzas suficientes para levantarme a vomitar, lo que me tendría como consecuencia una buena vomitada sobre mi cuerpo.

Intento abrir mis ojos pero, al hacerlo una luz demasiado fuerte para mi gusto hace que cierre mis ojos obligadamente, provocándome un fuerte dolor de cabeza, sin ninguna piedad.

Todo a mí al rededor pierde su eje, necesito estar tranquila pero, todo sigue dando vueltas. Izquierda, derecha, arriba, abajo, y otra vez el mismo maldito ciclo.

Necesito que se detenga de una maldita vez.

Si no, vomitare lo que sea que esta amenazando con ser expulsado.

Quiero cerrar los ojos y volver a mi dulce sueño, solo quiero dormir, estar tranquila. No quiero pensar en hombres persiguiéndome, solo quiero, esa linda obscuridad que me llama, arrullándome para que vuelva a sus brazos.

Esos brazos que parecen hechos de pluma solo para darme comodidad y poder dormir tranquila.

Escucho pasos sobre mí, provocando que abra los ojos de golpe. Siento como mi corazón comienza a latir a mil por hora, con miedo. Atemorizado.

Los pasos se hacen cada vez más lejanos, provocando una súbita tranquilidad en mi cuerpo. Pero, no debo confiarme tanto, como mi cuerpo me pide a gritos que lo haga y lo deje descansar.

Cuando mi vista logra enfocarse me doy cuenta que, no es mi mundo el que se mueve, si no, el mundo que me rodea. Veo intrigada el cuarto en el que me encuentro.

Se mueve de un lado a otro, de un lado a otro, siguiendo un patrón y debes en cuando los movimientos son mas marcados.

Pongo en alerta todos mis sentidos, y escucho un ligero sonido como de mar, o agua chapoteando.

Me incorporo en lo que ahora me doy cuenta que es una cama, muevo mis manos sobre ella, es muy suave, sedosa y muy limpia, por lo que logro ver.

El cuarto por lo que salta a ver; que es de un espacio muy reducido. La cama apenas entra. Miro por el borde de la cama y descubro que el piso es de madera y, tienen unos ligeros agujeros que saltan a ver la antigüedad de lo que sea en lo que este.

Miro las paredes de un color marrón obscuro que gritan "es el cuarto de un hombre" inhalo profundamente y logro percibir una loción en el ambiente que me parece muy agradable y logra que cierre mis ojos de puro placer.

Bajo mis pies al frio suelo de madera, mi cuerpo se estremece por entrar en contacto directo a algo tan frio.

Comienzo a caminar con cuidado por el diminuto cuarto e inspecciono todo lo que tengo a mi alcance, agarro una estatuilla que se encuentra en un buro y con cuidado de no tumbarla la reviso. Es de madera y tiene una forma demasiado rara.

Escucho un fuerte golpe encima mío que logra hacerme tumbar la estatua de madera, tiro mi pie izquierdo hacia adelante como si eso pudiera lograr que no se rompa. Pero, lo único que consigo es que caiga en el empeine de mi pie produciéndome un agudo dolor en este, logrando que suelte un sin fin de maldiciones hacia todo el mundo.

El dolor va disminuyendo paulatinamente. Vuelvo a escuchar el fuerte ruido sobre mi cabeza y miro apresuradamente hacia arriba, deseando tener poderes laser para poder ver a través de la madera.

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