Señorita [DMAF#2]

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El ritmo de DARE a todo volumen me despertó. No se en qué momento Caleb entró a la habitación y yo no me di cuenta. Me estaba enderezando y Caleb grita en mi oído.

—¡IT'S DARE!—grita, yo me sobresalto y lo miro enojada, sosteniendo mi oreja.

—¿Qué diablos te pasa?—me quejé.

—Vamos, hoy es un día especial para ti—y recordé la entrevista. Se me escapó una sonrisa y Caleb levantó las manos triunfante. Salió bailando de la habitación y yo reí. Miré la hora en mi teléfono; 9 a.m. Me levanté y fui directo al baño para lavarme la cara. Encendí la ducha y amarré mi pelo en una coleta alta. Entré a la ducha y me aseé. Rodeé mi cuerpo con una toalla y sequé mi cara. La música seguía sonando fuerte y moví mis caderas al ritmo de la música. Me maquillé ligeramente y ordené el baño. Salí de mi habitación y caminé hacia la cocina, encontré a Caleb tirado en el sillón viendo el video de la canción en el televisor.

—Eh, levántate y pone la mesa—hablé sobre la música. Caleb me miró y rodó los ojos, levantándose del sillón. Sacudió su traje y caminó hacia la cocina junto a mi. Encendí el fuego y coloqué el sartén encima. Rompí unos huevos y dejé que se frieran. Puse a tostar algo de pan y herví agua. Serví el huevo en un plato junto al pan e hice un poco de té. Llevé las cosas a la mesa y me senté. Caleb bajó el volumen de la radio, ya había terminado DARE y ahora sonaba una canción más lenta que no reconocí. Terminé de desayunar y levanté la mesa, dejando los platos en el lavaplatos. Arreglé mi ropa y volví al living.

—¿Vamos?—dije tomando mi bolso. El se levantó y sonrió sin mostrar los dientes. Rascó la zona de su nariz donde alguna vez reposaba un septum mientras caminaba hacia mi. Tomó las llaves de su auto y salió por la puerta. Cerré la puerta con llave y corrí hacia el ascensor que Caleb estaba deteniendo. Entré y suspiré, Caleb presionó el botón del primer piso y el ascensor cerró sus puertas y comenzó a descender. Miré al espejo del ascensor y arreglé mi ondulado cabello. El ascensor abrió sus puertas y yo enrosqué mi brazo con el de Caleb. Caminamos hasta el estacionamiento del edificio y divisamos el auto de Caleb. Él entró de piloto y yo me senté a su lado, abrochando mi cinturón de seguridad. Introdujo las llaves y encendió el motor. Salimos de aquel estacionamiento y el manejó hasta mi trabajo. El día seguía nublado, y ahora chispeaba un poco.

—Adiós, linda, no hagas nada estúpido frente a Jennifer, porfavor—dijo Caleb rodando los ojos. Yo desabroché mi cinturón y me reí.

—No soy como tu, Leb—le dije riéndome. El me sacó la lengua, yo besé su mejilla y me bajé del auto. Cerré la puerta suavemente y entré al edificio. Caminé hasta el ascensor y presioné el número 5, donde se producían las entrevistas. Entré y encontré a mi equipo preparando las cámaras y las luces. Chris estaba revisando su cámara y estaba de espaldas a mi.

—Hola—dije rodeando su cintura y besando su mejilla. El sonrío y se dio vuelta para abrazarme.

—Buenos días—besó mi nariz. Me separé de él y busqué la carpeta que contenía las preguntas. La tomé de la mesa en la que estaba y ordené los papeles. Suspiré, sequé el sudor de mis manos en mi falda y me senté. Miré el reloj de mi muñeca, 8:50 a.m, a las 9 en punto comenzaba la entrevista. La puerta del ascensor se abrió en par y dejo ver a una alta y hermosa mujer. Era Jennifer, traía un vestido negro con falda suelta. Traía el cabello corto y unos zapatos bajos. Mordí mi labio inferior para evitar soltar un grito y sonreí. Ella se acercó para saludarnos a todos y pasamos directo a la entrevista. Le hice unas cuantas preguntas sobre su vida y sobre una película en la cual estaba trabajando, Joy: El nombre del éxito, escuchándola atentamente y anotando sus respuestas rápidamente.

Todo salió a la perfección, Chris le hizo unas últimas fotos y finalmente se fué, obviamente dejándonos unos autógrafos. Comenzamos a desmontar todo y yo dejé a mi equipo el resto. Bajé el ascensor y caminé hacia la oficina de Camille. Toqué la puerta dos veces y sentí su voz desde adentro diciendo pase.