c u a t r o

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Mi despertador resuena por toda la habitación y no se detiene. Gruño mientras me revuelco en la cama y busco el teléfono. Rozo la fría superficie del celular y lo tomo entre mis manos. Apago la alarma y resoplo, dejando el teléfono en su lugar. Me enderezo en la cama y refriego mis ojos, acostumbrándolos a la poca luz que ilumina mi habitación. Me desenredo de las sábanas y me levanto al baño. Pongo a correr la ducha mientras hago mis necesidades. Sujeto mi cabello en una coleta alta y entro a la ducha. Dejo que el agua caliente recorra mi cuerpo sin tocar mi cabello. Si me lavo el pelo perderé mucho tiempo, secándolo y planchandolo. Corto el agua y seco mi cuerpo energéticamente con una toalla. Me visto rápidamente y cepillo
mi cabello, dejándolo suelto en mis hombros. Me visto como ayer ya que en la oficina no hay reglamento de como vestirse y salgo de mi habitación. En el pasillo me encuentro a una Breana semi dormida pero vestida. La saludo y caminamos juntas hasta la cocina, conversando animadamente. Nos detenemos en el marco del pasillo y no puedo evitar sonreír con alegría. Reconozco la cabellera rubia de Katie y Kelly de espaldas, conversando con Caleb, Nick y Jamie.

—¡Chicos!—exclamé y ellos se giraron para sonreírme. Corrí hacia ellos y nos envolvimos en un abrazo grupal y reímos. Me siento en la mesa frente a mi plato y comienzo a servirme desayuno. La mesa de comedor es bastante grande, y entran perfectamente 6 personas. Pero como somos 7, tuvimos que desayunar más apretados.

—¿Qué hacen ustedes aquí?—dije tomando un poco de mi café con leche matutino.

—Ya todos terminaron las vacaciones y vuelven a trabajar, además las chicas quieren ayudarme con lo del babyshower, ¿no es así?—dice Breana mirando a las chicas y ellas asienten simultáneamente. Yo asiento y tomo el último sorbo de mi café para levantarme. Camino hasta la cocina y sonrío para mis adentros. Me pone feliz que estemos todos reunidos como antes. Dejo mi taza en el lavavajillas y los platos que usé también.

Vuelvo al comedor en silencio.

—Chicos, ya debo ir saliendo, tengo que hacer una entrevista temprano—sacudí mi ropa. Caleb se levantó y rodeó la mesa para llegar a mi lado. Ya estaba vestido con su elegante terno, mientras giraba las llaves del auto entre sus dedos.

—Suerte linda—exclamó Jamie. Me despedí de cada uno de ellos y caminé hacia la puerta con mi cartera colgando de mi hombro. Salimos del departamento junto a Caleb y subimos al auto en un silencio para nada incómodo.

[...]

—Adiós—dije cerrando la puerta de copiloto.

Bye—gritó Caleb antes de que cerrara la puerta. Reí y caminé hacia la entrada de la oficina. Llamé el ascensor y este se abrió mostrándome a quien menos me esperaba.

—Oh, Miles—puse cara de poker. El sonrío y me abrazó. Le devolví el abrazo cálidamente mientras reía.

—Estaba buscando el baño, me perdí—dice rascándose la nuca. Volví a reír y lo guié hasta el baño en el primer piso.

—Te espero—dije mientras me paraba fuera la puerta del baño de hombres.

—No es necesario cariño—dijo abriendo la puerta del baño y cerrando la puerta tras él. Golpeé la suela de mi zapato contra las baldosas nerviosamente mientras esperaba a Miles. Finalmente el susodicho sale de la pequeña habitación y cierra la puerta. Suelta un suspiro y me sonríe.

—Ahora si, vamos—dice pasando a mi lado. Me reincorporo y camino detrás de él. El ascensor abre sus puertas y el entra, sosteniendo la puerta para que yo entre. Las puertas se cierran frente a nosotros y el elevador comienza a subir.

—¿Alex sabe que soy yo?—digo mirando a Miles a través del espejo en una pared del ascensor.

—Para nada, dudo que te reconozca—se encoge de hombros y yo sonrío.

Señorita [DMAF#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora