Una casa de locos

13- Un secreto de 3

   Los días pasaron y al fin era viernes, habían tenido suerte en dos días de la semana, por lo que se repartieron las victorias con Ecuador en partes iguales, dejando nominado a Estefania y a Ramiro, cosa que como era de esperarse le afecto mucho al galán verde.

   Micaela se pasaba la mayoría de las tardes con él y el mellizo, obviamente poniendo excusas a sus amigas que no dejaban de reprocharle que las había dejado de lado. Por su parte, Rama era todo lo contrario siempre que estaba con ellos, ponía pretextos poco creíbles para dejarlos solos.

  Lo que ocasionaba que la reina del aquabox le reproche haber contado su secreto a su amigo, pero Gonzalo no se cansaba de repetirle que si sospechaban algo no era su culpa, porque él no había dicho nada. La rubia a regañadientes le creía ya que no tenía pruebas.

 Faltaba una hora para el vivo, ya habían terminado de entrenar y le habían explicado a los nuevos los juegos. La pareja no tenía nada que hacer ya que Bianca era la encargada de ayudar a Ramiro, y Pitu el encargado de la chica de las rimas.

  Una vez que todos se retiraron del vestuario Micaela cerró la puerta para que nadie interrumpa su charla con su casi novio. Que al darse cuenta de lo que había hecho subió una ceja y sonrió picaramente, causando que la rubia se sonrojara.

- No es para lo que vos pensas - Dijo tapándose la cara con su cabello causando carcajadas de parte de él.

- Yo no estoy pensando nada - Dijo inocente levantando las manos - Que vos tengas la mente sucia no es mi culpa Lorena.

Micaela solo bufó - En realidad quería hacer algo para levantarte el animo, aunque no se de que si sabes que Rama no se va a ir.

- Y que pensas hacer para levantar el animo rubia? - Preguntó sin sacar su sonrisa traviesa mientras la acorralaba contra la pared.

- No se, pensaba contarte un chiste o algo así - Contestó divertida al ver la cara decepcionada de él - Se te ocurre otra cosa?

- Se me ocurren muchas cosas...

  Junto sus labios en un beso desesperado y apasionado, ya que no tenían mucho tiempo a solas disfrutaban cada vez que tenían oportunidad. Gonzalo intensifico el beso alzándola para que ella enrede sus piernas en su cintura, y así lo hizo.

   Pero lo que no sabían ninguno de los dos, es que no se encontraban solos en el vestuario. A ninguno se le había ocurrido fijarse si había alguien en el baño. Y efectivamente se encontraba nada menos que Florencia, quien miraba la escena que tenía antes sus ojos mientras sonreía como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

* * * 

Se vienen unos capítulos importantes que pueden ser narrados por:

Gonzalo.

Florencia.

Narrador Omnisciente.

O una parte cada uno.

Elijan cual quieren.