Capítulo 8. Dos semanas.

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CAPÍTULO 8. DOS SEMANAS.

Dean en multimedia :D

{NARRA DENNIS}

Odia los niños, le encanta la música y la comida... Algo me decía que debía de ir al salón de recreativos, con las notitas me había dejado claro que era una friki de los juegos de puzzles del profesor Layton así que acudiría allí.

Recordé donde se situaba el salón y me dirigí hacia el. Cuando me iba acercando pude ver una melena pelirroja que reconocería en cualquier parte.

— ¡Lilia Bennet! — Grité. Me miró y salió corriendo hacia dentro.

Sabía que estaría aquí, aunque aquí hay mucho niño pese a que los odie. Entré dentro y estaba lleno de gente y además era un lugar enorme. Pero no enorme de enorme, un lugar gigantesco. Fui apartando a la gente un poco bruscamente provocando que algunos me gritaran o que simplemente emitiesen un quejido.

Otra vez volví a divisar esa pelo rojizo; esta vez no se me escapaba. Me acerqué sigilosamente para que no me viera ni oyera y cuando estuve a su lado la agarré del brazo y la saqué hacia fuera.

La elevé del suelo y le di un simple beso en los labios.

— Eh, eh. — Me dijo mientras se separaba de mi. — Esto no ha terminado. — Dijo con una sonrisa malvada. Que hija de puta es.

— ¿No? Joder, Pelirroja.

— ¿Pelirroja? — Preguntó frunciendo el ceño. — Ya ni Peli, pelirroja, directamente. — Dijo cruzando los brazos.

— Eres una idiota. — Le contesté acercándola hacia mi pecho y le di un beso en cabeza. — Mira que eres bajita. — Reía mientras me separaba de ella.

— Ignoraré eso último. — Suspiró. — Se que lo que te he hecho han sido simples chorradas para divertirme un rato porque no me conoces más que antes.

— ¡No! — Le interrumpí. — Se que tu desayuno favorito son las tostadas, tu materia favorita son las matemáticas y te gustan los chicos inteligentes. — Le guiñé un ojo.

— Bueno, pues eso. — Puso sus ojos en blanco. — Pero hay una última prueba, tanto para ti como para mi. — Le miré confuso. — Dos semanas. Dos semanas sin dirigirnos la palabra.

— ¿Qué? Ni de broma, Bennet. — Dije cruzándome esta vez yo de brazos.

— Me da igual lo que tu digas. Puedes aprovechar y darme un abrazo o... O un beso... Hasta dentro de dos semanas. — Puso sus manos en su cintura.

— Maldita sea, Lili. — Resoplé. Le cogí del cuello y me acerqué a su oreja. Noté como su piel se erizó. — Prefiero ver si aguantas las dos semanas sin mi y ah, te quedas sin beso. — La solté y me giré para irme. ¿Eso querías, Bennet? Pues la que más iba a sufrir ibas a ser tu.

{NARRA LILI}

— Y va y me dice "Prefiero ver si aguantas las dos semanas sin mi y ah, te quedas sin beso"— Dije imitando su voz. — ¿Te lo puedes creer?

— Lili, Dennis es así. — Me contestó mi hermano.

— Pues me da igual como sea, el va a intentar joderme pero aquí si alguien va a sufrir va a ser única y exclusivamente ¡El!

— Lili, tampoco es para tanto. ¿Por qué crees que hace eso?

— Por que conociéndolo se que lo va a hacer, el gilipollas, cabrón, capullo, imbécil, asqueroso, cerdo de Dennis Brooks.

¿Quién dijo que Ashton cambiaría tantas cosas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora