Capítulo 5. Amigas tardonas y cotillas.

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CAPÍTULO 5. AMIGAS TARDONAS Y COTILLAS.

Lili en multimedia :')

De camino hacia casa mi hermano no paraba de interrogarme sobre la fiesta de ayer y lo que había pasado con Dennis. Le conté el por qué estaba en casa de Brooks y que me puse súper enferma, pero lo que pasó en el baño hace un rato no se lo iba a decir, obviamente. No entiendo por que lo hizo y tampoco entiendo por que yo le seguí el rollo con el beso. Supuestamente nos odiábamos, pero entre ayer y hoy ha habido algo que ha cambiado. Además mañana me iba a cenar con el, ¿Por qué acepté esa "cita"? y ¿Por qué me ha invitado a cenar? ¡Mil preguntas sin respuesta! Lo mejor es olvidar el beso tal y como acordamos y disfrutar de la cena de mañana como amigos.

— El domingo he quedado para cenar. — Hablé.

— ¿Con quien? — Interrogó Dean. Estuve unos segundos debatiendo en mi mente si decírselo o no, pero al final opté por el sí.

— Con Dennis. — Declaré. Abrió los ojos asombrado.

— ¿En serio que no hay nada entre Dennis y tu? — Rió. — Además, estás castigada ¿Lo recuerdas? — Oh mierda, no, no lo recordaba.

— No hay nada. — Dije muy seria. — Y no lo recordaba, así que le dirás a nuestros padres que he sido súper responsable en la fiesta y que me comporté genial ¿Verdad? — Le puse ojitos.

— ¿Y qué me darás a cambio? — Declaró con una media sonrisa.

— Pues que te lleve cada mañana a clase. ¿Sabes que si quiero puedo irme sola en mi moto? — Remarqué el mi.

— Eres lo peor... De acuerdo plasta, te ayudaré. — Sentenció. Le di un gran beso en la mejilla y llegamos a casa.

Entré en casa y lo primero que hice fue subir a mi habitación para ponerme unas deportivas y quitarme esos tacones ya. Escuché a mi padre gritar desde el piso de abajo para que fuese a hablar con ellos.

Bajé las escaleras a un paso tranquilo, algo raro en mi, y fui al salón.

— ¿Qué tal la fiesta, Lilia? — Me preguntó Calvin.

— Muy bien Calvin, la verdad es que lo pasamos muy bien.

— Hemos decidido levantarte el castigo. — Dijo mi madre. Miré hacia donde estaba Dean y me guiñó el ojo ¡Como no podía querer a mi hermano! — Nos ha dicho Dean que fuiste muy responsable en la fiesta, y ¡Qué demonios! No fue culpa tuya que te castigaran en clase. — Sentenció.

— ¡No sabéis cuanto os quiero! — Me acerqué y les di un beso a los dos. — Hablando de castigos... — Mi padre me miró extrañado. — Como ya me habéis levantado el castigo mañana podré ir a cenar ¿No? — Sonreí.

— Claro. — Dijo Calvin. — ¿Con quien? — ¿Se lo decía o no? En este caso opté por el no y recurrí a una pequeña mentira.

— Con Danny, que no pudo venir a la fiesta. —Mi hermano me miró y se aguantó la risa.

— De acuerdo. — Mi padre me abrazó y miro raro a la sudadera que llevaba puesta pero no preguntó nada.

Subí a mi habitación y cogí mi móvil. Solo me quedaba un 2% de batería así que lo puse a cargar y revisé todos mis mensajes. Había uno de un número que no tenía guardado.

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Acabo de recordar que estás castigada, ¿Podrás quedar para cenar o no, Peli?

¿Quién dijo que Ashton cambiaría tantas cosas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora