¿Quién dijo que Ashton cambiaría tantas cosas?

Capítulo 18. Pateada importante por Barcelona.

CAPÍTULO 18. PATEADA IMPORTANTE POR BARCELONA.

Dennis en multimedia + canción para acompañar al capítulo! :D

— Buenos días. — Articuló antes de bostezar y mientras se rascaba sus ojos. Yo ya me estaba vistiendo, hacía media hora que me había despertado y no me había podido volver a dormir por los nervios. Encendió su luz y me vio poniéndome ya mis converse. — ¿Ya estás despierta? — Preguntó con los ojos casi cerrados.

— Hace ya media hora, no podía dormir. — Reí y me acerqué para darle un beso. — Voy a preparar el desayuno. — Le guiñé un ojo y salí de la habitación. En estas tres semanas había empezado a venir más a su casa cuando estaban sus padres, ya había más confianza y ya iba por su casa como si fuese la mía. — como él en mi casa. — Bajé las escaleras silenciosamente para no despertar a nadie. Entré en la cocina y comencé a preparar las tostadas. Todavía me costaba creer que me iba a ir a Barcelona, no tenía ni sueño de las ganas y la emoción. Nadie nunca había tenido ese gesto conmigo, nunca nadie había hecho cumplir mi sueño, nunca nadie se había portado mejor conmigo... Siempre que pienso en Dennis me pongo ñoña, no parezco ni yo, pero es la verdad, ha sido una suerte haberlo conocido.

Y por culpa de Dennis — bueno, por culpa de pensar en él. — se me habían quemado las tostadas, mierda.

— ¿Y esto? — Dijo riéndose enseñándome la foto y la nota que le había dejado. Le hice una sonrisa tímida y me dio un beso. — Lilia Bennet... Eres increíble. — Expuso para después sentarse a mi lado y comerse la tostada quemada.

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3:40. íbamos a salir ya de casa. Dennis había quedado en que les diría algo a sus padres cuando nos fuéramos pero no quiso despertarlos y simplemente les dejó una nota en la nevera que ponía "Nos vamos, cuando lleguemos os enviaré un mensaje. Os quiero. DB."

Pedimos un taxi y nos pusimos en camino al aeropuerto. Él estaba en el asiento de la izquierda y yo en su contrario mirando por la ventana. Cogí mi móvil y les mandé un mensaje a mi familia diciéndoles que ya salíamos. No lo verían hasta cuando se despierten, pero así no dicen que no les he avisado. Repentinamente Dennis se puso en el asiento del medio para estar a mi lado. Apoyó su cabeza en mi hombro y le empecé a hacer caricias en su pelo. El camino hacia el aeropuerto era de unos 40 minutos aproximadamente y al parecer Brooks lo aprovechó para dormir. Estaba realmente cansado, ya me lo había comentado un par de veces mientras desayunábamos.

Me puse mis auriculares y empecé a escuchar la música de mi iPod. Nuevamente me puse a mirar por la ventana. No había ni rastro de vida por la calle — bueno, estaban los típicos borrachos que se volvían a sus casas o que iban en busca de otra fiesta. —.

El conductor pegó un frenazo porque casi se saltaba un semáforo en rojo y el coche dio un bote despertando así a Dennis. El taxista se disculpó y Dennis me dio un beso en la mejilla para recostarse otra vez, pero ahora en mis piernas en vez de en mi hombro. Le di un beso en la cabeza y le volví a tocar el pelo. Al parecer yo no era a la única persona a la que le tranquilizaba que le tocasen la cabeza y el pelo. Cogí mi móvil y le hice una foto. Parecía bueno y todo durmiendo.

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— Ya hemos llegado. — Me informa el taxista. Realmente me estaba comenzando a dormir yo también. Desperté a Dennis con delicadeza y saqué mi monedero para pagar.

— Pago yo. — Afirmó Dennis rascándose los ojos. Miré cuanto había que pagar y mientras él se estiraba yo le pagué al conductor. Si pretendía pagar después de haber pagado todo el viaje iba claro. — Iba a pagar yo. — Refunfuñó con los ojos medio cerrados.