10º Capitulo - Mi sueño hecho realidad

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Estábamos a mediado de julio lo que significaba un calor que casi mareaba. Era asfisiante. Ni siquiera podía abrir la ventana porque si no el calor entraba. Estaba en mi cuarto leyendo . Tenia las persianas bajadas todo el día, solo las abría por la noche. Cualquiera pensaría que era un vampiro. Me pasaba todo el día a oscuras para intentar mantener el calor a raya.

Leía una novela que me había dejado uno de los amigos de mi madre. Acababa de empezarlo por lo que todavía no sabia muy bien en lo que consistía, pero de momento no estaba mal. Como no me gustaba leer en silencio había encendido mi MP3, me parecía que con música la historia parecía mas real. La música pasaba aleatoriamente, pero había veces que la canción que sonaba en ese momento era perfecta para la situación que describía el libro.

Dani y yo habíamos empezado a salir hace un mes. El tiempo parecía volar a su lado y en cámara lenta cuando estaba sin él, se me hacia interminable el día, y mas en día como estos. No me apetecía quedarme encerrada en casa, pero solo la idea de salir a la calle me agobiaba, podía notar el bochorno que hacia en la calle y como ese mismo transpasaba por las rendijas de mis persianas.

Para que os hagáis una idea lo voy a explicar de un modo que supongo que todo el mundo entenderá. Hacia tanto calor que ya sabia lo que sentía un huevo cuando era frito. Así me sentía yo cuando salia yo a la calle. Nada mas salir del portal de casa una ola de calor venia hacia mi y me ahogaba.

Aunque la idea de dejar el frescor de mi casa no me agradaba nada lo iba a hacer. Había quedado con Dani y esa era razón suficiente para aguantar el peor calor posible. Iría al mismo desierto del Sahara si así pudiera verle.

Íbamos a ir a la piscina. ¿Donde si no? Bueno podríamos haber ido a la playa, pero aparte de que estaría completamente llena, no me apetecía sentir como se me quemaban los pies al tocar la arena ardiendo. La piscina tenia sombra, césped y además no te llevabas media playa como recuerdo de la tarde que habías pasado.

Después de terminar mi lectura me fui a preparar antes de que viniese Dani. Me puse mi bikinni, unos shorts blancos y mi camiseta de rayas multicolores. No tardé mucho en prepararme ya que no me iba a maquillar. Lo que menos quería es que se me corriese el maquillaje y parecer un payaso, o algo peor. Me hice un moño ya que me era la única forma de que no me agobiase tanto. Todos esos días que había hecho tanto calor me había terminado recogiendo el pelo. Ahora que habia conseguido tener el pelo largo por primera vez en toda mi vida, tenia que recogerlo porque si no me agobiaba. Toda la semana habían sido moños, coletas o trenzas.

En cuanto llegó Dani nos pusimos en camino. La piscina no estaba precisamente cerca. Había que andar unos veinte minutos y con este calor se podía alargar mas convirtiéndolo en un camino insoportable donde casi podías sentir las chanclas fundiéndose con el suelo. Parecía interminable, pero no lo era. Llegamos a la entrada de la piscina y había una cola enorme. Llegaba hasta las escaleras que daban al polideportivo (lo que seria unos cuantos metros). Cuando conseguimos entrar yo me fui al vestuario de las chicas y Dani al de lo chicos. Me quité la ropa de calle y saqué la toalla de mi mochila. No tardé en salir del vestuario para encontrarme con Dani. Esa era una de las razones por las que me ponía el bikinni en casa. Así ahorraba tiempo. Tiempo que pasaría con Dani.

Me estaba esperando a las puertas del la piscina. Entramos y fuimos hasta la parte del fondo , donde estaba el césped y una especie piedras donde te podías tumbar. Las zonas que solo eran césped y las que eran de césped artificial siempre estaban llenas de madres con sus hijos. El porque era bien sencillo, era porque esa era la zona que daba a las piscinas infantiles. Así las madres podían tener controlados a los hijos mientras ellas hablaban con otras madres. Seguramente de lo que hacían sus hijos. Primero los compararian y luego los criticarían. Como todas las madres de este mundo hacían, y cuando esos niños que tan inocentemente chapoteaban en el agua crecieran serian una diana para que las madres les compararian con lo que eran en ese momento y lo que un día fueron. Ley de vida se podría decir.

Diario de una indecisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora