Todo lo que había pasado el día anterior ahora me parecía algo irreal, una pesadilla, era como si no lo hubiese vivido yo, como si solo hubiese sido una espectadora en la vida de dos personas y no la protagonista de ella.
Era estraño como me podía seguir sintiendo mal y sintiéndome así por una persona que estaba claro que había pasado pagina y en la que no me dejaría estar.
No sabia exactamente que debía sentir por Dani ¿tristeza? ¿rabia? ¿melancolia? ¿cual era el sentimiento indicado para el momento que estábamos viviendo? No creo que nadie conociese la respuesta, ni siquiera yo. Mi corazón, mi cabeza y mi cuerpo, cada una de esas partes de mi tenia una opinión, el problema es que ninguno estaba de acuerdo con el siguiente.
Mi cabeza me decía que debería estar enfadada por como me había hablado, que tenia que tener un poco de orgullo, mi corazón estaba partido, solo sentía tristeza y el vacio que había dejado Dani y el cual solo el podría volver a recomponer, y mi cuerpo, que cada vez que estaba cerca de Dani reaccionaba solo sin importarle lo que mi cabeza o mi corazón.
¿Entonces a quien tenía que seguir? ¿Cabeza, corazón o cuerpo?
***
- ¿Que tal estas? - me preguntó Mireya
- Mejor
- Lo de ayer fue... intenso, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar.
- Si, creo que ninguno de los que estábamos ahí nos esperábamos lo que pasó.
- En serio, no se que se le pasó por la cabeza para decir una cosa así.
- Yo si... - dije mirando hacia otro lado.
- Lo siento Vero, no quería que te sintieses mal.
- Lo se, pero eso no quita para que sea verdad.
- Vero eso no es justo... - la interrumpí
- Claro que no es justo, no es justo que el se sienta así por una cosa que hice yo.
- Se que te sigues torturando por lo que hiciste, pero cualquiera podría haber cometido ese error.
- Puede que cualquiera lo pudiese cometer, pero resulta que ese alguien fui yo.
- ¿Vas a seguir con esa actitud de yo soy el centro de todo los problemas por mucho mas tiempo? - me preguntó algo molesta.
- Puede
- Pues entonces llámame cuando cambies tu actitud - se dio la vuelta enfadada.
- Mireya...
- No, Vero, estoy cansada de ver como cada día te rebajas mas y mas. ¿Acaso te estraña que Dani te hable así si tu misma lo piensas? La Vero que yo conocía se hubiera enfrentado a él aunque no tuviese razón. - y con eso Mireya se marcho dejandome completamente sola.
Sola. Una palabra de tan solo cuatro letras y que ahora me parecía lo mas grande y lo mas doloroso a lo que me había enfrentado hasta este momento. La soledad.
Poco a poco estaba perdiendo todo lo que me importaba por mi actitud. ¿Que demonios me pasaba?
Ni siquiera yo misma lo sabia, era como si una montaña rusa se hubiese apoderado de mi ser y lo único que hacia cambiar mi animo. Primero arriba y luego abajo, lo que me dejaba totalmente confusa y me quitaba las ganas de hacer cualquier cosa.
Tenia que acabar. Si quería conservar a mis amigos, si quería que Mireya siguiera a mi lado tenia que cambiar, volver a ser la misma que solía ser antes, solo que no estaba segura de como conseguirlo.
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Diario de una indecisa
RomanceVeronica es una adolescente de 15 años que lleva enamorada 3 años de Dani, un chico que esta en su grupo pero con el que apenas habla. Dani empieza a acercarse mas a ella pero justo llegan las vacaciones y Dani se va a Londres. ¿Que sera lo que quer...