Habían pasado tres días desde la ultima "reun ión" sobre la fiesta de blanco, y estábamos a tan solo un día para aquel día.
Ya estaba todo listo o por lo menos eso esperaba. La reunión que iba a celebrarse esta tarde era exactamente para eso, para saber si todo estaba organizado y preparado para ser colocado al día siguiente.
En tan solo media hora sabría si la fiesta seria un total desastre o no, ante este pensamiento crucé los dedos, esperando que fuese la segunda opción y no la primera.
Solo quedaba media hora para quedar con los demás así que me empecé preparar, no sabía que ponerme por lo que cogí lo primero que vi y me dirigí al lugar de encuentro.
Cuando llegué allí todavía no había llegado ninguno de mis amigos, así que decidí dar una vuelta mientras llegaban ya que todavía era pronto. Cuando faltaban cinco minutos me fui al mismo lugar donde habíamos quedado la vez anterior.
El primero en llegar, para mi mala suerte fue Dani. Ninguno de los dos sabíamos que hacer, en cuento nuestras miradas se habían cruzado, yo había agachado la cabeza. Si os preguntáis el por qué, es fácil la respuesta. Ninguno de los dos estábamos cómodos con la situación, y creo que los dos teníamos presentes la última vez que habíamos estado juntos y en como había terminado la cosa.
Un silencio incómodo se había instalado en aquel lugar, y aunque estamos a pocos metros de distancia ninguno de los dos hablaba. Era irónico pensar como antes el silencio con él podía ser lo más cómodo del mundo, sin ni siquiera la falta de una palabra y ahora todo lo contrario. Quería decir cualquier cosa, algo que rompiera el silencio, pero al mismo tiempo me daba miedo su rechazo, así que sólo rezaba para que alguien viniese pronto.
¿Por que tenia que ser todo tan complicado? Si tan sólo pudiésemos dejar el pasado atrás, olvidar todo de una vez por todas... pero sabía que eso jamás iba a pasar.
Mis plegarias fueron oídas pero no sin antes haber sufrido unos minutos mas.Volví a respirar cuando vi a Mireya aparecer por la esquina, saludándonos ajena a todo lo que había pasado.
Vale, es posible que no hubiese pasado nada en plan catastrófico o hemos tenido una pelea monumental, pero aquel silencio, las miradas, todo lo que no se veía pero que yo podía sentir, eso para mi era peor que mil peleas. Ver en el punto en el que habíamos empezado y comprarlo con el punto en el que estábamos, eso para mí era peor que cualquier otra cosa.- ¿Que tal chicos? - dijo saludándonos mientras se acercaba a nosotros.
- Mira, si ha venido la felicidad personificada - bromeó Dani.
- No puedo decir nada de eso de ti, pero soy tan maja que compartiré mi felicidad contigo - le sacó la lengua.
Dejé de oír cualquier cosa de la que estuvieran hablando. Estaba sintiendo celos de mi mejor amiga. ¡De mi mejor amiga! En mi vida me había sentido así, es verdad que muchas veces me gustaría ser como Mireya, sobre todo porque así me libraría de algún que otro problema pero celos nunca y ahora si los estaba sintiendo.
Sabia que Mireya nunca tendría nada con Dani, sobre todo porque sabe como me he sentido siempre respecto a él, por eso no era el tipo de celos de "no creo que me lo vaya a quitar yo creía en ella y mirala ahora" era mas bien "daría todo por estar así con él.
Los dos amigos seguían bromeando mientras yo cada vez me sentía mas invisible, ¿era posible que se hubiesen olvidado de mi? técnicamente me tenían que estar viendo, aunque fuese solo por el rabillo del ojo. Genial, pasaba de la incomodidad a la invisibilidad ¿que seria lo siguiente?
Los siguientes en llegar fueron Ana, Lucia y Alex, y para mi alivio mi mejor amigo podía verme ya que vino directo a mi.
- ¿Que tal estas?
- Mejor
- ¿Y que tal con...? - dijo ladeando la cabeza hacia donde se encontraba Dani hablando con él resto del grupo.
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Diario de una indecisa
RomanceVeronica es una adolescente de 15 años que lleva enamorada 3 años de Dani, un chico que esta en su grupo pero con el que apenas habla. Dani empieza a acercarse mas a ella pero justo llegan las vacaciones y Dani se va a Londres. ¿Que sera lo que quer...