Los golpes y La decisión...

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Unas horas después...

~~Narra escritora~~

Las horas pasaron, Jessica, Celeste, su padre y su novia se encontraban en la cocina,comiendo la comida que había preparado la mujer.
La lluvia era cada vez más fuerte y temible a que no pare.

En la cocina sólo se escuchaban el ruido de los utensilios mientras comían, ninguno hablaba, ni una sola palabra...

Jessica dejo de comer, puso el tenedor adentro de su plato y lo apartó de enfrente de ella.

-Gracias.-dijo por último para irse de allí, hacia su habitación.

Jessica se acostó en su cama, mirando la ventana empañada por la lluvia, y la luna lejana.

Pensó en su madre, solo en ella.
Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos para recorrer sus mejillas.

Extrañaba a su madre, antes no quería saber nada de ella, pero ahora quería tenerla más que nunca.

Es verdad, aveces las personas no se dan cuenta lo que se están perdiendo y el mal que le están haciendo a aquella persona.
Su madre, esa mujer que ella creía que no la amaba, la odiaba, jamás la quiso tener, le repugnaba,no se preocupaba por ella; esa mujer sentía todo lo contrario.
Jessica la trato mal todo este tiempo, creyendo que no tenia que ser buena con su madre, si ella no era buena con su hija.

Lamentablemente, su padre jamás dejo que Jessica disfrutara a su madre, ya que la tenía bajo control.

La culpa y el arrepentimiento fluía por el pecho de Jessica, por ser haci con su madre.

A ella la hiba a extrañar para toda la vida, y jamás dejaría de culparse por tratarla mal todo este tiempo.

Pero su padre...ese hombre no mostraba cariño alguno hacia ella o Celeste.
Con todo lo que había pasado,ni siquiera les pregunto si estaban bien o siquiera les hacia sentir que todo estaba bien...
Jessica ya tenia en claro que su padre jamás amo a su madre, que solo la usaba.Pero ella quería escuchar esa confesión de los labios de su padre.

Limpio sus lágrimas.Sintio como la puerta de la habitación se abrió fuertemente.Se espero lo peor.

-¿Con que derecho te crees para venir a tu habitación sin que yo te de permiso?.-le dijo su padre mientras se acercaba a ella.
Jessica se sentó en el medio de la cama, vio que su padre tenía en su mano el cinto con el abrojo de metal.
Jessica trago saliva.

-Lo...lo siento padre.No lo volveré a hacer, pero por favor, déjame esta vez quedarme aquí.-le pidió Jessica.
Su padre río, era una risa macabra.

-Tu crees que...la sacarás gratis?.Siempre te dije que cuando no cumplas con mis reglas...-dijo para agarrar fuerte el cinturón.-.La pagarás.-

Su padre atinó a tomarla del brazo, pero no pudo ya que Jessica salto de la cama y corrió afuera de la habitación.
No quería que le pegaran, no lo quería...

Bajo rápido las escaleras, paso junto a la cocína, luego paso junto a la sala y vio a Celeste viendo la tele.
Jessica le pidió disculpas por lo que hiba a hacer y luego se marchó de la casa...

Jessica corría por las calles, mientras que la lluvia no la dejaba ver bien hacia donde hiba.
Vio hacia atrás y vio a su padre correr tras de ella.
Ella miro nuevamente para delante y siguió corriendo.

Al doblar en una calle, Jessica tropezó y callo en esta.
Vio como su padre sonrió de oreja a oreja, estaba parado enfrente de ella a unos metros.

Jessica sintió luzes alumbrandola, miro hacia el frente de la calle y abrió mucho los ojos.
La bocina del auto retumbaba en los oídos de Jessica, esta estaba inmóvil, sabía que seria atropellada, sabía que moriría.
Cerró los ojos fuertemente y puso sus brazos frente de su cara para cubrirla, mientras esperaba el impacto.

La guerrera...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora