Capitulo 9

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Nos llevaron a otro edificio, donde habían varios salones para distintas cosas: boxeo, combate, baloncesto, voleibol, natación y futbol. Jamás había probado ninguno. Pero así era el horario y así sería la rutina de todos los días, así que tendría que aprender alguno de ellos, y debía ser rápido. Estos tipos llevaban varias semanas, algunos meses y otros, años practicándolos, y yo jamás lo había hecho. Me sentía asustada.

—Todos adoran Educación Física, nos ayuda a desestresarnos— dijo Charlotte mientras se ataba la agujeta del tenis —Pero qué sucede contigo? ¿Aún no te cambias?— Me regañó y de inmediato me envió al vestidor con un par de calcetines, una blusa y un short, para que me los pusiera.

Para ser sincera, no me sentía muy contenta con mi cuerpo, no creía tener esas bonitas piernas de las que todas las chicas presumían, no me sentía hermosa, aún si Luke lo dijera.

Luke... Ese chico ponía mi mundo de cabeza. No sabía que me estaba pasando, era algo que jamás había sentido, algo que jamás imaginé que podría sentir. ¿Será algo como lo que tenían mamá y papá? ¿Eso que siempre deseé? Era demasiado pronto para saberlo. ¡Hacia un día que lo conocía! Era imposible distinguir si era amor, además ¿qué podía saber yo, que nunca había tenido contacto con chicos? Lo único de lo que estaba segura es que me hacía sentir diferente, su sonrisa me daba seguridad, me infundía confianza y me hacía feliz ¿por qué? No tenía ni la más remota idea, pero se sentía bien.

—Wow, tú sí que eres bonita— dijo esa linda chica, de cabello negro, nariz respingada y ojos grandes; parecía alguien adorable y cariñosa. —Me llamo Anne— dijo ella.

—Encantada, yo soy Jane— dije con una sonrisa en el rostro y extendí la mano.

Ella la estrechó, su mano era cálida y segura. Seguíamos en los vestidores y ella me veía con sus bellos ojos y me decía:

—Eres de las que mejor luces con este uniforme.— Justo lo que había estado pensando y ahora llega ella y refuta mis ideas.

—Gracias— fue lo único que pude decir.

Solo mi familia me decía que era bonita, pero el oírlo de alguien que me veía por primera vez, era reconfortante. Entonces recordé que mi padre todos los días me susurraba al oído "Eres hermosa mi niña"...

¡Basta Jane, deja de pensar en el! Me ordené, no hacía más que hacerme sufrir. Creo que había suficientes refuerzos positivos para decirme que yo era bonita, pero de cierta forma, nunca lo había creído, nunca lo había aceptado. Ahora, con este pequeño comentario, comenzaba a hacerlo. Luke solo había dicho que mi sonrisa era hermosa, no que YO era hermosa, aunque... Dijo que mi sonrisa era su droga...

—Emm... Jane, ¿Estás bien?— Esa voz me hizo volver al mundo real, sacudí la cabeza y asentí, Anne había visto cómo  me perdía en mis pensamientos. Creo que me pasaba muy a menudo... comenzaba a ver en ello un problema.

—Oh, y quería disculparme por no haberme presentado antes, pero no quería ser molesta, debía ser en el momento oportuno. — Me parecía alguien agradable, sin duda podría ser amiga mía.

—Descuida, creo que estuvo bien. Aún estoy en el proceso de adaptación — sonreí y tomé mis cosas.—¿Nos vamos?

Ella me siguió y me tomó de la mano, hasta que llegamos con el profesor. Parecía una pequeña niña entusiasmada.

—Señor Albert, ella es Jane. Llegó apenas ayer y es parte de nuestro escuadrón. — le dijo con su dulce voz y el profesor la miró a ella, y luego a mí.

El precio de una deudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora