Capitulo 16

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Era la mañana del 8 de diciembre de 1917. Hacía frío y particularmente en esta ocasión me resultó difícil levantarme, lo único que mi cuerpo pedía eran unas horas más de descanso. Habían pasado casi 10 meses desde mi llegada a la escuela militar, y por supuesto, las cosas no habían sido miel sobre hojuelas. El entrenamiento físico era cada vez más duro y las prácticas de combate en todos los ámbitos militares eran arduas y complicadas; me tomó tiempo acostumbrarme y desempeñarme de mejor forma. Cuando recién llegué, era lenta y torpe; ahora conseguía una mejor destreza y coordinación, que me libraban de los múltiples regaños a los que la mayoría de mis compañeros se enfrentaban. Descubrí que tenía un talento natural en la caballería y me iba bien en la ingeniería en combate. Eso me ayudó bastante y me ahorro burlas y humillaciones. De hecho, la especialidad que me habían asignado era ingeniería en combate, por lo que pasaba la mayor parte de mi tiempo en aquella clase, con la excepción de las clases que tenía de caballería, que eran mi segunda especialidad. Podían elegirme en cualquiera de las dos, dependiendo en cuál requirieran apoyo.

¿Y qué había sucedido con Chloe? Bueno, parecía que las cosas se habían tranquilizado, ya no solía molestarme todo el tiempo, tal vez porque ya no encontraba suficientes razones para hacerlo...

La realidad es que mi situación sentimental no iba muy bien. Desde mi pequeño incidente y posteriormente mi recuperación, Jack y yo no habíamos coincidido mucho, a él lo habían mandado a entrenamientos y por lo que había escuchado, estaban pensando asignarle un mando superior, y claro, ahora al comandante era quien estaba sobre nosotros. Con ella a nuestro cargo, muchas cosas estaban restringidas... Tanto así que limitó el contacto entre chicos y chicas, pues según ella, no quería distracciones.

Como era de esperarse el asunto entre Jack y Luke no había quedado resuelto, ni mucho menos. No había tenido oportunidad de aclarar las cosas con ellos, y hasta cierto grado me sentía responsable, sentía que le estaba mintiendo a alguno de ellos. Pero siendo realistas, no podía ser honesta con ellos si no lo era primero conmigo misma.

Cada vez que intentaba pensar en el asunto, mi mente se bloqueaba, me embotaba y era como darle vueltas al asunto sin encontrar salida o solución... Terminaba por dejar de pensar en ello y dejar el problema a un lado.

También sentía que había cosas más importantes que mi vida personal o asuntos amorosos; tenía un presentimiento, una corazonada, de secretos que iban siendo guardados y planes que involucraban la vida de miles de personas. Artimañas que tenían incluso que ver con mi familia y compañeros, tal vez la guerra estaba más cerca de lo que creía.
Y así, como si la vida escuchara mis pensamientos, todas mis dudas fueron disipadas.

~*~

Esa mañana me encontraba caminando por los pasillos, buscando pistas y aprovechando la distracción de mis superiores. Ese día precisamente, habían suspendido actividades, alegando que el clima no era favorable para el entrenamiento y los maestros tomarían la oportunidad de realizar una junta ya necesaria. Mis compañeros se habían quedado en las habitaciones, jugando ajedrez, cartas, o en el gimnasio entrenando de más. Mientras tanto yo había decidido explorar las instalaciones, y lo hubiera hecho sola si no es que aquella voz me hubiera detenido.

—¿A dónde vas?—. Me detuvo Charlotte

—Emm, yo... Este...— tartamudeé

—Vamos a jugar ajedrez, Anne y yo te estamos esperando.

—Es que hoy no puedo...— No se me ocurrió ninguna buena excusa para convencer a Charlotte. Sabía que no creería mis mentiras, pues aunque llevábamos poco siendo amigas, ya me conocía bastante bien.

—¿Cómo que no puedes? Vamos Jane, ya dime qué pasa.

Diablos. Lo sabía.

—De acuerdo. Voy a echar un vistazo por todas las instalaciones— Cerré mis ojos fuertemente esperando su regaño.

—Bien... Pero Anne y yo vamos contigo.

Abrí mis ojos sorprendida. No me esperaba esa reacción, mucho menos viniendo de ella

—¿¡Que?! ¿Hablas en serio?

—Por supuesto, también tengo dudas igual que tú, y no veo mejor oportunidad para buscar respuestas. Espérame afuera y ya vengo con Anne.—

Salí despacio al pasillo, vigilando que nadie nos fuera a ver. Nada por aquí ni por allá, ya puedes respirar tranquila Jane, nadie nos descubrirá.

—Creo que todos los pasillos están vacíos — dijo Anne, interrumpiendo mis pensamientos.— No creo que tengamos problemas para andar las tres sin que nos vean.

—Perfecto, pero sean lo más silenciosas posibles. No olvidemos que los de intendencia no tienen descanso ni siquiera hoy— Advertí — Síganme.

—¿Y cuál es tu plan Jane?— preguntó Charlotte.

— Iremos a los salones de artillería, infantería e ingeniería en combate, buscaremos mapas, planeaciones o cualquier cosa que nos ayude a averiguar qué está pasando aquí. Nos turnaremos para buscar mientras una vigila la puerta. ¿De acuerdo?

—Está bien, confío en ti Jane— dijo Anne y de inmediato señaló una puerta— Allí está el salón de infantería . Yo me quedaré en la puerta vigilando y ustedes dos entren.

Charlotte y yo caminamos silenciosamente adentro, asegurándonos de que no hubiera nadie más allí. El salón estaba lleno de artefactos nuevos y bien cuidados, además de un montón de libros de teoría. Fuimos hasta el escritorio del profesor esperando encontrar algo.

—Yo revisaré los archivos y tú los cajones y libretas del señor Clay— dije a Charlotte, y ella solo asintió.

Me daba un poco de miedo estar ahí, revisando archivos confidenciales... Mucho más sabiendo lo estricto que era el señor Clay. No quería ni imaginar qué clase de castigo nos daría si se enteraba de lo que estábamos haciendo.

Encontré entre los archivos, los antecedentes en esa clase de cada alumno. Y no pude evitar detenerme en una carpeta: la de Jack. Dudando un poco, la tomé y comencé a hojearla. "Origen, familia, inicios en la escuela, incidencias, y progreso" Quería leer todo pero sabía que no tendría tiempo. Y quería llevarme conmigo la carpeta pero sabía que si era descubierta no sólo me pondría en riesgo a mí, si no a mis amigas. Entonces me paré en la página 54... "Cargo asignado". Resulta que Jack había sido elevado de puesto tras calificaciones sorprendentes y un desempeño especial en campos como la infantería. Se le había permitido más libertad y asignado ayudar a los nuevos ingresados a acoplarse a la escuela. ¿Así que lo nuestro había solo sido su deber o en realidad sentía algo por mí? Entonces recordé mi primer beso. El beso que Jack me había dado... Tan sincero y real. No podía haber sido fingido.

Continúe leyendo. Entonces se me heló la piel... "Hemos pensado que Jack sería un excelente comandante para el grupo de infantería. Si la junta técnica lo aprueba, será mandado el primer día de combate en Marzo." Paré de leer. Sin darme cuenta ya no estaba respirando.

"¿¡Comandante?! ¿¡Combate en Marzo?! ¿¡De qué año está hablando?! Volví a revisar la fecha en que fue escrito: "30 de octubre de 1917" No tenía mucho, y por la manera en que estaba escrito parecía que el marzo del que se estaba hablando era de 1918. Aproximadamente faltaban 3 meses y medio para eso...

¿Jack lo sabría? ¿Y de que combate hablaban? ¿Del inicio de la guerra?

—Por Dios Jane, tienes que ver esto...— El tono en la voz de Charlotte me indicaba que las cosas no estaban bien.

No, no lo estaban.

El precio de una deudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora