¡Recuerda! El amor es una ilusión, el universo es un holograma, compra oro.
Esperen, así no era...
¡Recuerda! La realidad es una ilusión, el universo es un holograma, compra oro.
Listo, ¡mucho mejor! ¿A quién le importa el amor?
Dibujo de la portad...
Bill no tardo mucho en levantarse; no tenía idea de por qué sentía una extraña punzada en el pecho. Todo es culpa de Estrella fugaz, de seguro me hizo algo mientras dormía. Esto empezó cuando estuvo aquí, pensó. Y aunque sonaba un poco paranoico que la chica más buena del mundo pudiera hacerle algo malo, Bill no omitía esa probabilidad.
Dipper le presto ropa a Bill -solo porque lo obligaron- así que se cambió con una camiseta anaranjada y jeans de mezclilla, y aunque las prendas le quedaban un poco pequeñas -porque es más alto que Dipper- es mejor que nada. Pero luego pensó: esto es absurdo, yo debería tener lo mejor de lo mejor. Ya que al parecer era más irrantante en forma humana.
Después de ponerse los viejos zapatos de Zack -el antiguo dueño del cuerpo que ahora está habitando- salió de la habitación de Ford que no se ocupaba en todo el año, solamente en el verano cuando regresaba con su gemelo Stan para estar con sus sobrinos.
Volvió a pensar en la castaña y se pregunto cuando tiempo llevaba en la habitación antes de que él se despertará. Recordó la cara sonrojada de Estrella fugaz y la rapidez con la que salió huyendo después de decirle algo sobre el desayuno en lo que no había puesto atención.
Cipher entro en la cocina y sus ojos se dirigieron a Mabel que estaba sentada en una silla junto a la mesa revisando un libro de recuerdos, por un momento Mabel aparto sus ojos de este y los posiciono sobre los de Bill. Un escalofrió recorrió el cuerpo del rubio así que bajo su mirada al suelo para que se detuviera.
-Buenos días, Mabel. Buenos días, Bill -Los saludo Ford antes de sentarse junto a su sobrina.
-Hola Tío Ford -Le respondió ella. Bill por su parte decidió no decir nada y sentarse frente a ellos para poder desayunar.
-Mabel, ¿crees que puedes llevar a Bill a comprar ropa? -Le pregunto Ford a la castaña, que había vuelto a concentrarse en el libro- Creo que la de tu hermano no le queda bien.
Estrella fugaz asintió sin mirar a Ford. ¿Pero... qué? Bill no podía creer lo que oía. Esto tiene que ser una broma.
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