¡ESTA AQUÍ!

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Ruth se rió y se alejó de mí. Me di la vuelta y caminé hacia las personas que estaban reunidas, bailando.

Mi cuerpo comenzó a moverse al ritmo de la música y luego de unos minutos un chico se acercó a mí y ambos comenzamos a bailar. Entre bailes y bebidas los minutos pasaron hasta convertirse en una hora; una hora de estar bebiendo y bailando como si mi vida dependiera de ello.

Ruth se acercó a mí y me jaló hacia ella, sonriéndome mientras se terminaba una bebida. Le sonreí de vuelta y seguí moviéndome.

—Vamos a poner cachondos a estos chicos—gritó Ruth. Sabía lo que quería decir con eso; teníamos que bailar sexy.

Y comenzamos a hacerlo, atrayendo varias miradas y por supuesto, pretendientes. Me reí, y dejé que un chico se acercara y se posicionara detrás de mí. Bajé mi cuerpo, presionándome más contra él, moviéndome de arriba a abajo. Bebí más y más. No podía parar. Lo que estaba viviendo era épico.

Todos los pensamientos que incluían a Harry habían desaparecido. Solo tenía tiempo para bailar y bromear con el chico que estaba frente a mí. En mi estado, ni siquiera pensaba en lo que estaba haciendo, lo único que podía pensar era en el ahora.

Seguí bailando con el rubio, hasta que Ruth se acercó y me tomó de la cintura, obligándome a mirarle. Fruncí el ceño, confundida, pero sin dejar mí baile.

—Tengo que hablar con ella—sonrió, disculpándose con el chico que estaba bailando conmigo, él frunció el ceño y luego se alejó.

—¿Qué pasa?—me quejé.

—Harry está aquí—dijo con urgencia.

—Sí, claro—me reí.

—No, en serio; Harry está aquí—me sacudió un poco, como para hacerme volver a la realidad.

Me reí más fuerte, y me abalancé sobre ella para abrazarla.

—Oh, eres tan graciosa Ruth. Te quiero—chillé.

—No, Nicole, escúchame, está aquí y te está buscando. Está... —dejó la frase en el aire cuando de repente la música se detuvo.

Todo el mundo dejó de bailar. Nos quedamos en silencio e inmóviles mientras todos miraban para ver quién había quitado la música. La gente dejó de quejarse y entonces miré hacia el frente.
Harry.

Me entró el pánico, ¿qué iba a hacer? Miré a Ruth.

—Ayúdame—dije.

Asintió y puso su dedo en mis labios. Tomó mi mano y me empujó detrás de ella.

—Cuando te diga que te muevas, te...

Fue interrumpida por la voz de Harry; sonaba herido, furioso. Me dolía oírlo así.

—Pondré la música de nuevo tan pronto encuentre a Nicole. Sé que está aquí—sus últimas palabras se convirtieron en un seseo de ira.

Maldición. ¿Por qué no me dejaba en paz? Mi estómago se revolvió y sentí ganas de vomitar.

Hubo un silencio incomodo, hasta que una chica borracha levantó la mano y exigió—: ¡Pon la música otra vez!

—La pondré cuando me digan en donde está Nicole. Es tan simple como eso.

Me doblé hacia abajo, no podía entregarme. No ahora que estaba disfrutando de la fiesta. Estúpido Harry.

Un hombre detrás de Ruth se volvió hacia nosotras, obviamente estaba borracho, pero tenía suficiente sentido común como para reconocer a alguien que había estado en su colegio por más de seis años. Parecía un poco confundido al principio hasta que reconoció mi rostro.

POSSESSIVE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora