Miembro Ilegítimo

Inter-Escolar Parte III

Recomendación Musical: "For the Win" – Two Steps from Hell

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―¡Tensai, cambio de jugadora!

En el instante en que la voz de la mujer habló por el micrófono, todo el sonido que resonaba en el edificio se desvaneció de un instante a otro. La mirada de todo el público se giró de cualquier objeto en donde tuvieran su vista clavada para moverla hacia la chica que estaba por ingresar a la cancha después del accidente. Uno por uno, todos los espectadores se levantaron de sus asientos y comenzaron a aplaudir con gran resonancia al ver como la número siete de Tensai caminaba hacia el interior de la cancha.

A pesar de sentir como su ritmo cardiaco se aceleraba cuando vieron como el acrílico caía sobre su amiga, Midorima y Akashi suspiraron aliviados para cuando vieron a la americana correr hacia sus demás compañeras.

Cuando Yoyaku puso un pie fuera de la cancha, Heishi se acercó frenética hacia la menor― ¡Katomi! ―le gritó a pesar de tenerla de frente, causando que la más baja se aturdiera un poco―. ¡L-lo lamento mucho! ¡Por favor! ¡P-perdóname por haberte causado eso! ―y así, al igual que con su entrenador, la morena comenzó a disculparse por lo que creía había sido su culpa.

Katomi se sorprendió por la expresión que tenía la mayor en su rostro, pues esta era de vergüenza y decepción. En lugar de responder a sus disculpas, la más baja detuvo los rápidos movimientos de la Pívot al colocar sus manos sobre los hombros de la azabache, haciéndola guardar silencio y dirigir su mirada hacia ella― Chi-chan, no tienes de que disculparte ―le exclamó con una sonrisa en rostro―, no es como si hubieras querido tirarme el cristal encima, ¿o sí? ―preguntó en un tono burlón, a lo que la oji-marrón negó asustada―. Si hay algo por lo que debes lamentarte... ―y de un segundo a otro, la extranjera soltó los hombros de la número seis y se quedó de espaldas frente a ella―, J-Juni-chan me colocó algo para que pudiese jugar, pero eso no evita que el ardor aumente cuando las heridas rozan con la jersey ―sin entender a lo que se refería, la encrespada mantuvo su mirada confusa en el cuerpo de la más joven―, ¿podrías darme tu mejor golpe? ―la oji-naranja cuestionó mirándola de reojo.

Al principio, Heishi se confundió por la petición, pero se encogió de hombros y palmeó con inhumana fuerza la espalda de la Ala-Pívot. Esta última soltó un corto grito de dolor al mismo tiempo que tosía un poco pero mantenía una sonrisa en rostro.

―Ahora ―volvió a hablar mientras se giraba de nuevo a la morena―, si hay algo de lo que te quieras disculpar, será del hecho de que me duela tu golpe en lugar de las heridas. ―dicho eso, Katomi recibió una gran sonrisa de parte de Heishi segundos antes de que chocaran puños y se encaminaran junto a las otras tres titulares.

Los gritos y aplausos volvieron a poner el gimnasio en completa vida, no sólo por ver que la recién lastimada muchacha regresaba al encuentro, sino que estaban a menos de diez minutos de conocer quiénes serían las campeonas de la Inter-Escolar.

Al igual que sus compañeras de equipo, cuatro chicas de Shutsu le preguntaron a la peli-naranja su estado, a lo que ella respondió de una manera afirmativa. Mientras seguía caminando hacia su posición de ofensiva, observó como el marcador indicaba que Tensai se encontraba debajo con un puntaje de ochenta y tres puntos, y la escuela contraria iba ya en los noventa y uno. Tras soltar un corto bufido, se giró sólo para encontrarse con la mejor Emperatriz lista en su defensa.

―Me alegro que te encuentres bien ―la azabache exclamó al tener la mirada de la más joven puesta en ella―, pero eso no evitará que te derrote a ti y a tu equipo, Emperatriz de Tokio. ―le volvió a decir segundos antes de que el continuar del partido apareciese.