Recomendación Musical: "Solace" – Audiomachine
| ~ | ~ | ~ | ~ | ~ |
―¿Qué ganamos?
―¡La Inter-Escolar!
―¿Qué ganamos?
―¡La Inter-Escolar!
―¿Qué ganamos?
―¡La Inter-Escolar!
―¿Qué...?
―Kati, es la milésima vez que le preguntas a un transeúnte eso.
―Lo sé, Shin-chan, es sólo que me encanta hacerlo. Observa: ¿qué ganamos?
―¡La Inter-Escolar!
―¿Ves?
Midorima se limitó a rodar los ojos y dejar que una risilla se escapara de su boca mientras que la peli-naranja a su lado continuaba haciendo la misma pregunta a cualquier persona que se le acercara a ambos, manteniendo sus dos brazos arriba y una orgullosa sonrisa en rostro.
Ya habían pasado dos días desde las finales de la Inter-Escolar femenil y el equipo Tensai (junto con el oji-verde), había regresado a Tokio la tarde anterior. Dado a que los autobuses se habían visto envueltos en un horrible tráfico, pudieron regresar ya cuando comenzaba a anochecer. Gracias a aquello, ninguno de los estudiantes se presentó a clases, cosa que tenían justificada las chicas, pero con la que iba a tener que lidiar el único varón cuando llegara.
Ambos habían salido de sus departamentos y se encontraron en la entrada de su edificio; ya que sus institutos se encontraban por la misma dirección, decidieron ir juntos.
En el instante en el que el japonés observó a Katomi, logró notar que mantenía la misma expresión de los dos días anteriores: orgullosa y alegre. Pero su rostro no era lo único que expresaba su felicidad: gracias a que el partido había salido en televisión nacional, la mayoría de la gente murmuraba cosas increíbles de la joven americana. Todo comenzó cuando la pareja tuvo que tomar las escaleras, puesto que el elevador se encontraba averiado, y se encontraron con los demás vecinos; la americana tomó las felicitaciones a su favor y comenzó a hacer la misma pregunta para recibir la misma respuesta y no sólo fue con los residentes del edificio: en el parque enfrente, en todas las cuadras que cruzaban, en las tiendas y locales en las que caminando frente a, en las dos escuelas medias que pasaron, y en las calles por las que los ciclistas y los automovilistas conducían.
Ya se encontraban a unas dos cuadras de Shūtoku y la más baja continuaba con la misma pregunta para todos los desconocidos con los que se cruzaban.
―¡Katomi-cchi! ―cierto grito agudo le hizo salir de sus pensamientos y girarse junto con su amiga hacia el dueño.
Los ojos de los dos se abrieron en sorpresa al observar a aquel oji-dorado acercándoseles alegre, solo que la expresión de la chica mostraba alegría mientras que la del japonés estaba llena de molestia.
―Ryō-chan.― La mayor exclamó alegre cuando tenía al más bajo a unos pies de distancia, pero este último no le respondió, en cambio la rodeó con sus dos brazos, formando un abrazo que la sorprendió por completo y dejó a un molesto peli-verde a un lado.
―¡Muchas felicidades, Katomi-cchi! ―el rubio exclamó alegre para luego mirar de reojo al creyente de Oha-Asa―. Hola, Midorima-cchi. ―le saludó también.
―Kise. ―el oji-verde se limitó a nombrarlo al mismo tiempo que se reacomodaba los lentes sobre su nariz.
Para cuando los más bajos se separaron del abrazo, repentinamente apareció el otro titular de primero de Shūtoku, asustando al oji-verde desde atrás. Después de sonreírle de manera infantil al Escolta, Takao se giró hacia la extranjera― Kat-chan, muchas felici... ―pero sus palabras se vieron interrumpidas en el instante en el que el azabache observó algo peculiar sobre la nariz de la chica. Mientras soltaba un grito de sorpresa, levantó una mano hacia la más alta―. ¿Usas lentes? ―le preguntó incrédulo.
ESTÁS LEYENDO
Miembro Ilegítimo
FanfictionEl equipo de la "Generación Milagrosa" estaba formado por cinco estrellas del baloncesto y del misterioso hombre fantasma..., pero a parte de ellos seis, existía un séptimo integrante que nunca formó parte del equipo formalmente por dos razones: la...