Miembro Ilegítimo

Yōsen Contra Seirin

Recomendación Musical: "Critical Mass" – Robert Taylor

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Después de aquella triste anécdota, a ninguna de las chicas le dio tiempo de preguntar acerca de lo sucedido tras esa noche, pues se les había pasado el tiempo y estaban a cinco minutos de que el partido varonil comenzase. Todos guardaron sus respectivos alimentos en la parte más limpia de su mochila que encontraron y se redirigieron al edificio que se encontraba una cuadra lejano. Se veía como los demás espectadores también comenzaron a llegar; creyeron que les iba a ser un poco difícil encontrar lugar, pero pudieron sentarse en las gradas bajas mientras que Alexandra desaparecía y dejaba al equipo solo.

Nadie le tomó mucha importancia a la huida de la rubia y se decidieron por observar el calentamiento que comenzaban a realizar ambos lados, aunque cierta cumpleañera tenía que ponerse al corriente respecto a las victorias y derrotas de los cuartos de final de los encuentros femeniles.

―¿¡Qué!? ―ella exclamó, manteniendo su par de ojos sobre la hoja que le había proporcionado su mánager―. ¿D-dos Reinas perdieron? ―cuestionó al leer como la Escuela Superior Shutsu y la Nozomu habían quedado desclasificadas en los cuartos.

Odayaka, quien se encontraba sentado detrás de ella, asintió serio a la pregunta― Parece ser que ambas, Fukushū y Akuma, realmente van con todo en la Copa ―exclamó, tomando en posesión la hoja de nuevo―, y no sólo eso ― volvió a hablar, haciendo que la oji-naranja mirara hacia atrás con una expresión seria―, la Emperatriz de Nozomu, Jokyo Setsu, terminó con la muñeca fracturada. ―le declaró en un tono preocupado.

Todas las jugadoras chasquearon la lengua ante la última parte, expresando así su enojo, pero ninguno se comparaba con el que se había formado en la mirada de la extranjera.

Yūgana, preocupada porque la mayor llegase a golpear a los espectadores sentados en los asientos debajo, le movió el hombro y le hizo girar hacia ella― Olvida eso, Katomi ―exclamó sonriente―, primero debemos preocuparnos por las de Fukushū ―le recordó―, o, ¿acaso ya olvidaste que tienes a ciertas amigas tuyas por enfrentar? ―preguntó en un tono burlón, haciendo que la más alta negara. La oji-azul sonrió victoriosa y se recargó sobre su asiento―. Por cierto ―le volvió a llamar al mismo tiempo que colocaba sus brazos detrás de su propia nuca―, ¿quién crees que gane hoy? ―cuestionó curiosa.

La extranjera giró su mirada hacia la cancha debajo, viendo como ambos equipos estaban listos para dar el salto de inicio― Esta vez realmente no lo sé, Ma-chan ―le declaró a la menor, quien ya se esperaba esa respuesta dado a que se estarían enfrentando sus hermanos―. Tai-chan es realmente increíble, tú lo has visto ―empezó―, pero Tatsu-chan no se queda atrás ―agregó a sus palabras antes de recargar su mentón sobre sus dos palmas―; agregando a los equipos, Yōsen cuenta con tres jugadores de más de dos metros, mientras Seirin tiene a nadie más ni nadie menos que el sexto hombre fantasma ―ella sonrió de lado al observar como el árbitro le marcaba una violación de salto al peli-morado, a diferencia de los demás integrantes de Tensai que mantenían su quijada abierta―. Éste será un juego interesante. ―dijo y se recargó de nuevo en su asiento.

Fue Kuroko quien realizó el saque de banda y el juego inició. Seirin comenzó de inmediato con sus pases a gran velocidad hasta que el balón terminó en manos del capitán, este último se dispuso a obtener los primeros puntos, pero Murasakibara detuvo el lanzamiento y el objeto terminó en manos de Izuki. El azabache lo mandó hacia el oji-celeste, quien lanzó un pase lateral y se lo entregó a Kagami. El peli-carmín saltó para conseguir los puntos, puesto que estaba libre, cuando el oji-morado utilizó las enseñanzas de la peli-naranja y se movió de un extremo a otro para detener el lanzamiento de nuevo.