Revelación

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Recomendación Musical: "Red Sorrow" – Audiomachine

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―¿¡Alguien pidió "granizados"!? ―cierto grito se escuchó por todo el edificio, haciendo que los presentes sonrieran victoriosos a la dueña de la voz.

De un instante a otro, todos los jugadores de Seirin estaban alrededor de la peli-naranja, quien cargaba consigo una hielera y del otro lado jarabes de diferentes colores y sabores.

La única explicación de aquello fue que durante los últimos minutos de su entrenamiento, la oji-naranja recibió un mensaje de parte del peli-celeste, preguntándole la posibilidad de que la más alta llevara sus tan populares 'granizados', los cuales llegó a llevar en la escuela media. A pesar de encontrarse en noviembre, aquel extraño día resultó ser muy caluroso. Después de preguntarle al oji-celeste la petición, el menor explicó que su entrenadora había hecho paletas caseras..., pero estas inhumanamente terminaron quemadas. Para su fortuna, la americana había llevado consigo sus "herramientas" al gimnasio de Tensai, por lo que le explicó la situación a Shijima (quien aceptó a regañadientes), le dejó encargado Trauern a Yūgana y se dirigió a la escuela de Seirin.

Cada uno de los miembros pedía distintos sabores para sus refrigerios, incluso la joven castaña, quien pidió uno de frambuesa con una expresión avergonzada y caída. Después que la chica se alejara con el envase en manos, cierto castaño se le acercó amistoso a la chica― Hola ―le saludó en el mismo tono, atrayendo la mirada de la extranjera hacia él―. Kagami y Kuroko me contaron que habían llamado a una amiga suya que era americana ―explicó―, así que me emocioné al escuchar que venías y quería conocerte ―extendió su mano hacia ella en señal de saludo al guardar silencio un momento―. Mi nombre es Kiyoshi Teppei, pero puedes llamarme como quieras. Mucho gusto. ―exclamó sonriente.

Katomi le devolvió el gesto a pesar de nunca alejar la mirada de todos los moretones, rasguños y cicatrices que seguían visibles en el cuerpo del mayor. La Ala-Pívot frunció ligeramente el ceño al recordar la causa de aquellas heridas: a diferencia de lo que le había indicado a Hanamiya, este último se encargó de casi asesinar al número siete de Seirin. Tal y como se lo había dicho, se dirigió a Kirisaki Daīchi y dejó moribundo al azabache; esto último fue lo que le hizo regresar su sonrisa a sus labios.

―Yo ya te conozco, Tesshin ―le apodó aceptando el saludo segundos antes de hacer que el japonés torciera un poco los labios ante aquel apodo―; también sé que no te gusta el título de "Tesshin", ¿o no, Teppe-chan?― volvió a tratar, recibiendo una sonrisa aún más grande de parte del Pívot―. A mí sólo conóceme como Katomi. Es un gusto conocerte ―dicho eso, ambos se soltaron del agarre y la menor pasó a seguir con su trabajo―. ¿Sabor? ―le preguntó amistosa.

―Limón. ―Kiyoshi respondió alegre momentos antes de que la as de Tensai le tendiera su refrigerio y el chico caminara a donde los demás integrantes de su equipo estaban.

Al girarse de nuevo, se encontró con los rostros esperanzados del par ganador de primero. Antes de que alguno de los dos pudiera abrir la boca, la más alta les tendió dos envases ya preparados― Mango ―exclamó al mismo tiempo que le tendía uno al peli-carmín, quien lo tomó en manos―, vainilla. ―le dijo ahora al más bajo, haciendo que el Ala-Pívot se sorprendiera, pues al parecer no había visto a Kuroko a un lado suyo.

Después de que ambos le agradecieran, Kagami se dirigió hacia donde sus demás compañeros se encontraban, dejando al hombre-fantasma sólo con la Emperatriz. Esta última eligió guardar sus cosas, puesto que todos tenían sus envases, así que se arrodilló para cerrar y guardar los ingredientes cuando observó la expresión alegre de su amigo.

Miembro IlegítimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora