Capítulo 7: Los amigos.

774 92 8
                                    

Recuerdo la primera vez que salí con Matías al Blue Sky, fue una noche inolvidable, porque conocí a mis otros cuatro mejores amigos Nico, Felipe, Jack y Cristóbal.

La música sonaba fuerte y la gente bailaba a nuestro alrededor, era toda una locura los inicios del bar. Era imposible caminar entre todos esos adolescente dispuesto a hacer de todo para pasarlo bien, excepto yo.

Matías me estaba gustando más de lo que me tenia permitido, cada vez que me miraba mi corazón se paralizaba, mi garganta se secaba y las mariposas de mi estomago bailaban como locas dentro de mi, era algo imposible de controlar y eso que era con una sola mirada, imagínense que me pasaba cuando me sonría o me tocaba. Pero lamentablemente todo eso que él provocaba en mi, yo no lo provocaba en él.

— Lily — habló en mi oído — No sé como mierda resistiré esta noche sin ligar con ninguna chica — se alejó y miró a una chica que estaba a su lado de pies a cabeza.

Mi cuerpo se tensó al sentir celos.

— Un trato es un trato, Matías — fruncí el ceño.

Habíamos prometido que esa noche solo era para nosotros como amigos, por supuesto.

— Lo sé — pasó su mano izquierda por su cabello despeinado — A veces ya no quiero ser tu amigo.

— Es una lastima — sonreí — Ya entre a tu vida y dudo que me puedas sacar de ella.

Él se me quedó viendo, como si me tuviera miedo.

— Eres una sicópata muy linda, Lilian — me coqueteó.

Mi corazón estaba apunto de salir expulsado de mi pecho.

¡Mierda Matías! No se cuanto tiempo estaba dispuesta a aguantar esa amistad, que en vez de ser una bendición estaba siendo mi perdición.

— Conmigo no te resultará — dije con seriedad. Aunque la verdad conmigo le estaba resultando desde el segundo en que lo vi, pero las experiencias de la vida me enseñaron a no caer.

— Luego si te enamoras de mí y no te doy bola, no te quejes.

— No te preocupes que dudo que seamos algo más que amigos — respondí.

Nos quedamos callados unos instantes.

Su mirada me decía cosas que en ese momento no entendía pero ahora las veo con claridad, él siempre estuvo dispuesto a mantenerme en su vida, sin embargo no quería que nos perdiéramos probando con algo más que una amistad.

— Ven — tomó mi mano — Quiero presentarte a unos idiotas — sonrió.

Se hizo espacio entre la gente hasta llegar a la barra, en una esquina de ella había cuatro chicos.

— Amigos — gritó Mati para hacerse escuchar entre la música.

Sus amigos se dieron la vuelta para mirar quien les hablaba, pero sus miradas pasaron rápidamente de Matías a la chica que estaba detrás de él, y esa chica era yo.

Uno de sus amigos se acerco a nosotros, era guapo, quizás el mas guapo de todos pero tenía algo malo/bueno... se parecía bastante a Matías.

— Hermano ¿tienes novia? — preguntó el chico sorprendido.

— ¿Qué? — Mati miró nuestras manos y luego soltó su mano de la mía — No — respondió rápidamente — Sabes que estando en la universidad solo tendré chicas en cada rincón.

Mi corazón se hizo una bola, al escuchar esas palabras pude notar que Matías solo estaba echo para una cosa y esa era tener sexo con cualquier cosa que tuviera vagina.

— Me alegra saberlo — dijo su hermano con alegría — Hola soy Cristóbal, el hermano mayor de este idiota — se acercó a mi y beso mi mejilla.

Le sonreí.

— Soy Lily — moví mis pestañas.

¿Qué hacías Lilian? ¿Acaso coqueteabas con el hermano? Claro, si no te resultaba con Matías pondrás tus ojos en su hermano, que por lo demás no esta nada de mal.

— Bueno, bueno — nos interrumpió Mati — Ellos son Nico, Felipe y Jack — señala a los demás — Ella es Lily — me presenta.

Sus amigos se miraron entre ellos y para después posar sus miradas en mí de nuevo.

— Me alegra de que al fin tendremos a una chica en el grupo — dijo Jack — ¿Le hacemos la iniciación? — le preguntó a los demás.

— ¿Iniciación? — quise saber.

— Para que seas parte del grupo tienes que tener tu propia iniciación, Lily — agregó Felipe.

Mire a Mati, al darse cuenta de que estaba un poco nerviosa pasó su brazo por mis hombros para tranquilizarme.

— No tendrás que desnudarte ni nada de eso — dijo con diversión — solo tienes que beber.

— Lo hubieras dicho antes — solté el aire que sin darme cuenta estaba conteniendo.

— Jack, trae la cucaracha — le pidió Matías.

— Odio los insectos, Mati.

Todos se rieron.

— Así se llama el trago — añadió Cristóbal con cierta burla en su voz.

¡Bien Lily estas quedando como tonta! Pero tanta testosterona cerca me estaba poniendo un poco nerviosa.

Jack llegó con un shot pequeño que en toda su parte superior estaba encendida por una llama azul.

— Esto se bebe rápido — dijo Jack, me entregó el shot y un sorbete — Tienes que beberlo con esto si no te quieres quemar la boca.

Asentí.

Les dediqué una mirada a todos que me miraban expectantes, inspiré profundamente para luego meter el sorbete dentro del shot y beberme el liquido rápidamente antes de que el plástico se derritiera.

El sabor amargo del trago, paso por mi garganta quemando todo a su paso.

— ¿Qué se siente? — preguntó Mati.

— Asqueroso — hice una mueca, arrugando toda mi cara.

— Ahora tendré que cuidar de ti toda la noche — me dijo al oído mi amigo — Esta mierda cumple con el cometido de emborracharte inmediatamente.

— ¡Fue jodidamente sexy! — exclamó Nico.

— ¡Hey! — Llamó su atención Mati — Ella es intocable.

Después de eso, no puedo recordar nada más. Solo recuerdo que a la mañana siguiente desperté en la misma cama con Matías, pero para mi decepción solo habíamos dormido juntos, en parte eso fue bueno porque si quería tener algo con él esperaba al menos acordarme del sabor de sus besos, como lo fue para mi cumpleaños recuerdo cada uno de sus besos y caricias, pero lamentablemente él decidió quedarse con Agata.

Quiero verte más © | PA#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora