Capítulo 10: Tras ella.

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Me levanto con la sensación de que algo malo está por suceder. Puede ser por lo que paso ayer con Matías, y porque aun esta durmiendo en mi cama, aunque durmiéramos juntos eso no quería decir que tuviéramos sexo. Desde casi al principio de nuestra amistad nos quedamos noches enteras hablando de cualquier cosa, a veces veíamos películas o simplemente pasaba que queríamos dormir juntos.

Camino arrastrando los pies hasta el baño para darme una ducha. Cuando se necesita pensar siempre es bueno sumergirse bajo el agua. Di la llave del agua caliente y luego del agua fría para nivelar la temperatura, me desvisto y me meto bajo el chorro de agua.

¿Ahora que vamos a hacer después de habernos besado? ¿Qué haré con Cesar? ¿Qué pasará con sus sentimientos por Agata o hacia mí? ¿Algún día será capas de amarme con la misma intensidad que lo estoy haciendo? Son tantas las interrogantes que tengo en mi mente que no sé como responderlas. Besarnos fue un error, y a pesar de ello fue uno de esos errores lindos, de esos que sabes que estas equivocada pero estabas esperando hace tanto tiempo por ese momento que todo es color de rosas hasta que te pones a pensar en las consecuencias.

— Matías serás mi maldita perdición — murmuro.

Salgo de la ducha, seco mi cuerpo con una toalla y me envuelvo en ella para salir del baño, camino hasta mi closet para sacar ropa, pero siento unos ojos clavados a mi espalda, me doy la vuelta y veo a Matías mirándome.

— ¿Qué? — pregunto.

— Nada — sonríe picaronamente — Solo que me gusta mirarte.

La sangre se empieza a drenar en mi rostro. Me doy la vuelta hacia el closet para que mi amigo no vea mi cara ruborizada, escojo la ropa que me pondré y me vuelvo a encerrar en el baño.

— Lily — habla Mati al otro lado de la puerta.

— ¿Qué?

— Agata me llamó — dice con un poco de culpa. Un escalofrío recorre mi columna vertebral.

¿Por qué siempre que va algo bien con Matías aparece ella? A veces quisiera deshacerme de ella.

— ¿Qué te dijo? — intento parecer tranquila. Abro la puerta del baño para ver a Matías, deja de mirar su celular para mirarme.

— Quiere que tengamos una cita — tuerce el gesto.

— Una cita... — repito.

Él asiente.

— ¿Qué le digo?

— No lo sé, Matías.

Miento, me gustaría que le dijera que no, que nunca más le molestará pero lamentablemente no puedo decidir por él.

— Dime lo que piensas — se acerca a mi.

— Para que quieres saberlo si al final terminaras decidiendo por ti mismo.

Toca mi rostro con ambas manos.

— Me importas, Lily — mira fijamente mis ojos — Y no quiero hacer algo estúpido que termine haciéndote daño.

Entonces voy directo al grano.

— No quiero que tengas una cita con ella. No me gusta la idea de que ella te busque otra vez, quizás solo sea por el sexo qué se yo — inspiro — Ella no te quiere Matías, porque si lo hiciera no te haría pasar por esto.

— ¿Y si solo quiere hablar?

— ¿Quieres ir?

— Quizás.

Analizo su mirada, se nota en aquellos ojos que quiere salir corriendo para saber lo que ella pretende. Aun le quiere, es obvio que todavía sienta amor por ella si apenas han pasado un par de días, en estos momentos estoy deseando con toda mi alma que mañana ya no la quiera, pero hay cosas que no suceden en un dos por tres.

Suspiro, es hora de alzar la bandera blanca.

— Matías, no sé cuantas veces tendré que decirte que yo no soy quien tiene que decidir por ti. Ya eres bastante mayor para saber a quien quieres en tu vida y a quien no. Solo quiero que seas feliz — finjo una sonrisa — Y si te apetece ir detrás de ella pues hazlo, a las finales soy solo tu mejor amiga y no puedo decidir por lo que sientes en el corazón.

Él se rasca la nuca, claramente está nervioso.

— Dios Lily — se desplaza por la habitación de un lado para otro, meditando que hacer con el lío que tiene en su cabeza — Iré a ver que quiere.

Un nudo asalta a mi garganta.

— Pero eso no quiere decir que la elegiré sobre ti —. Conozco tan bien a Matías que puedo notar cuando miente pero para mi sorpresa sus palabras están diciendo la verdad al igual que sus ojos — Tengo que aclarar muchas cosas con ella — toma mis manos —, prometo que no me iré a la cama con ella — lanza una carcajada nerviosa — y también prometo que...

— No — le interrumpo — No necesitas prometer nada Matías, necesito ver tus acciones para saber si realmente que quieres en la vida.

— Bien.

— Bien.

—Te quiero Lilian — me abraza y me besa el cabello — y es en serio. 

Quiero verte más © | PA#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora