Quiero verte más © | PA#2

Capítulo 25: Te amo.

Matías pasó la navidad con nosotros, mis padres le invitaron a quedarse y así darse el tiempo de conocer al chico que me ha tenido raptada en las pasadas navidades, mi madre quedó encantada con él, y mi padre al fin le sonrío a alguien que no fuera yo. Todo fue perfecto, ni en mis mejores sueños habría imaginado un momento como ese, con mi familia y con el hombre que quiero para el resto de mi vida. Aun no nos hemos dados nuestro primer beso de reconciliación, he querido hacer las cosas lentas con él, no quiero que cometamos otro error que nos haga separarnos. No me permitiré seguir mi vida sin él.

Nos despedimos mis padres, un día antes del año nuevo. Ahora vamos en su auto camino a casar, solo nos quedan dos horas de viaje para llegar a nuestro destino. Le cambio a la radio del auto, está sonando November Rain de Guns and Roses, nuestra canción favorita. Matías detiene el auto y sube el volumen de la radio al máximo, se baja y camina hasta la puerta del copiloto, me obliga a hacer lo mismo.

— ¿Qué haces? — pregunto divertida.

— Bailemos.

— ¿En medio de la carretera?

— Si no es aquí ¿en donde más? Ven — me ofrece su mano, río ante su ocurrencia pero no dejo de alucinar con la idea de bailar en medio de la nada.

Nos movimos al compás de las letras cantadas por Axl. Miro los ojos de Matías a la luz de la luna, estoy tan enamorada de él y de lo que somos juntos, que si le vuelvo a perder no me lo perdonaría jamás.

— Eres hermosa — sonríe —, eres todo lo que puedo pedir incluso más. Te conozco tan bien que sé que tu color favorito es el azul, que te encanta leer libros de amor pero te avergüenza reconocerlo delante de todos, también sé que tu lugar favorito es el lago, que prefieres comerte las papas fritas con ketchup o si no, no disfrutas de ellas. También puedo decirte con toda certeza que odias verme con otras chicas — acaricia el centro de mis cejas — frunces el ceño cada vez que me ves cerca de alguna e intentas ocultar todo lo que sientes con una sonrisa, pero créeme no eres una buena actriz.

— Vaya que me has observado — sonrío.

— Probablemente siempre estuve enamorado de ti — se encoje de hombros — pero lo negamos tanto que nos creímos el papel de los mejores amigos.

— Te lo confesaré, desde el segundo uno que te vi con esa cerveza en las manos, me gustaste.

— ¡Mierda Lily! — Se aleja de mí, camina por la carretera de un lado a otro — ¿Hablas en serio? — se detiene en frente de mi. Asiento — Tú también me gustaste desde ese momento, por eso te invente toda esa mierda del juramento de los mejores amigos, nunca quise tener a alguien en mi vida como quise tenerte a ti.

— Que idiotas, y estuve esperando ¡tres años! Para que pasará algo entre nosotros.

— Quizás tenía que pasar todo esto para que nos diéramos cuenta de lo importante que somos el uno para el otro.

— Tal vez — me encojo de hombros. Me quedo mirando sus ojos, por esa razón es que me gusta el color azul.

— Te amo — dice en el silencio de la noche. Ni siquiera me di cuenta que la música se había acabado — ¿Hasta cuando me tendrás en suspenso? Necesito besarte.

— Cuando llegue el momento te lo haré saber — le guiño un ojo — Ahora vámonos que necesito recargar energías para despedir este año.

***

Ya son las una de la madrugada, la cena de año nuevo la celebramos en casa de Matías en familia, como siempre. Dimos el abrazo de año nuevo y nos presentamos en el Blue Sky donde siempre terminamos de celebrar con nuestros amigos, me acerco a la barra para pedir un trago, empiezo por lo más suave es una regla que me impuse para no perderme los primeros detalles de la noche.