Capítulo 22: Intentándolo.

635 83 17
                                    


Tres semanas he pasado en casa de mis padres, y no me siento diferente tratándose de mis sentimientos, de hecho esta lejanía me ha echo extrañar a Matías con cada parte de mi ser.

Extraño pasar tiempo sentada en el sofá de mi casa abrazada a él viendo películas o series, extraño beber de nuestro vino favorito hasta quedar borrachos y reírnos de todo, extraño discutir con él por cualquier cosa, extraño dormir a su lado y sentir su calor, extraño despertar cada mañana mirando su rostro, extraño su sonrisa, extraño sus ojos azules, extraño su voz, simplemente extraño lo que éramos antes de estar enamorados.

Camino entre las flores de mamá con la esperanza de distraerme un poco, pero estúpidamente me dirijo hasta las rosas rojas, Matías ha sido el único que se ha dado el tiempo de escucharme y saber que mis flores favoritas son esas. Sin darme cuenta las lágrimas empiezan a caer por mi rostro, hemos sido tan idiotas que no supimos como enfrentar este amor.

— No me gusta verte triste — la voz de mi madre interrumpe mis pensamientos, ni siquiera me percaté de su presencia. Seco mis lágrimas rápidamente.

— Estoy bien, solo estaba pensado — fuerzo una sonrisa.

— ¿Qué significa Matías para ti? — pregunta de repente.

— Significa todo.

— ¿Y entonces que haces aquí?

— Visitándote.

— No, cariño — sonríe con ternura — Me agrada que estés aquí, pero si estas sufriendo por él es por tonta.

— No es de tonta, con solo pensar en las cosas que me hizo no puedo perdonarle.

— No lo pienses... vive, ama, perdona, disfruta la vida y sé feliz — Toma mis manos —, tienes que actuar ahora mientras se quieren, después será demasiado tarde.

— ¡Ay mamá! — Me lanzo a sus brazos para llorar como una Magdalena — lo extraño tanto.

— En vez de pensar en lo malo que paso entre ustedes, deberías recordar todas las cosas buenas que estoy segura que fueron muchísimas.

— Así es mamá — me alejo de ella — él ha sido lo mejor que me ha pasado — sonrío.

— Desde el día que le vi parado afuera de casa a las siete de la mañana, supe que estaban enamorados, — seca algunas lágrimas que aun caen por mis mejillas — hasta tu padre quedó impresionado al escucharle decir esas palabras con tanta determinación y valentía ¡Ese sí es un chico que vale la pena! No te des el privilegio de perderle.

— Ya le perdí mamá, han pasado tantos días y no tengo ni un mensaje de él.

— Debe estar dándote tu espacio, después de todo tú le has pedido que se alejará.

Me encojo de hombros.

— Puede que le falte una amiga que le de consejos para luchar, fui tan buena consejera con él.

¿Por qué cuando uno da consejos son tan buenos pero tan malo para aplicarlos en uno misma? Siempre le dije a Matías que luchará sin importar lo que pueda pasar, pero yo ni siquiera pude luchar por él, he sido tan orgullosa que me estoy perdiendo de estar a su lado en estos momentos.

Quiero verte más © | PA#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora