Quiero verte más © | PA#2

Capítulo 17: La noche anterior.

Me despierto con un mal sabor de boca y un dolor terrible de cabeza. Fue una mala idea de mi parte beber todo lo que tuve a mi alcance, pero la situación lo requería. La confesión de Matías me había dejado helada, con una sensación extraña en el cuerpo ¿Por qué las personas tienen que darse cuenta de que quieren a alguien después que la pierden? No es que Matías me haya perdido por completo, pero mi deber en este momento es darle a entender que no le puedo perdonar todo lo que paso tan fácilmente. Lo quiero demasiado, muero de ganas por caer entre sus brazos y besar cada parte de su cuerpo, sin embargo mis errores del pasado me han enseñado a paso lento pero seguro, si él me quiere tanto como dice, ambos tenemos que estar cien por ciento seguros de que esto es real y no es una estrategia más para olvidar a Agata.

Estiro mis brazos, dándole sin querer un golpe a algo o alguien. Desvío la mirada, no recuerdo haber venido a casa con alguien, más bien no recuerdo como he llegado a casa.

— Me dolió — se queja mi compañero.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto, sorprendida por no haberme percatado de su presencia.

— Te hago compañía, Lilian — enarca una ceja — Te pusiste a beber como una maldita alcohólica, Cesar quería traerte a casa pero tu no querías, entonces nos fugamos — sonríe.

— ¿Por qué querría escaparme contigo? — me siento en la cama y cruzo mis brazos.

Él imita mi actuar, pero no se cruza de brazos.

— Porque dijiste que querías dormir conmigo.

Me pongo colorada, lamentablemente no recuerdo nada de lo que paso después de su declaración.

— ¿Tu y yo? — pregunto con timidez.

— No, apenas llegamos te quedaste dormida.

Libero el aire que tenía aprisionado.

— ¿Qué mas hice anoche?

— ¿No recuerdas nada de nada? — quiso saber.

Niego con la cabeza.

— Bueno — sonríe divertido — bebiste como loca porque no podías creer lo que te dije, luego apareció Cesar enfadado porque te busco por toda la discoteca y cuando te encuentra te ve conmigo, en eso te quiso obligar a irte con él — me dedica una mirada — ¡hiciste un berrinche, Lily! Te convertiste en Sara ¿la recuerdas?

— Como no la voy a recordar, te hizo un show de una hora porque te estabas besando con su mejor amiga.

— Ajá — lanza una carcajada — te parecías a ella.

— Que indignante — cubro mi cara con ambas manos.

— Mientras que nos gritabas a ambos sus verdades; que por cierto no se entendían, Cesar te beso para que te callaras — frunce el ceño —, pero le salió el tiro por la culata, le diste una cachetada y dijiste que te querías ir conmigo.

— Estas jodiendo ¿verdad? — saco las manos de mi cara para mirar los ojos de Mati.

— No, en serio hiciste todo eso.

— Mierda... — prometo nunca más beber — Continua.

— Cesar insistió en traerte a casa pero tú le gritaste una y otra vez que querías estar conmigo.

— ¿Y tu que hacías?

— Sonreí orgulloso, después de todo aun me elegías a mí.

— No te ilusiones — intento matar sus esperanzas.

— Lo sé — su cuerpo se puso tenso — Me lo dejaste claro anoche.

— ¿Qué más hice? — pregunto sorprendida, pensé que la noche había acabo en la fuga.

— Le dijiste a Cesar que no insistiera en buscarte, tomaste mi mano y salimos corriendo a mi auto, luego de reírnos de lo que había pasado de repente te pusiste a llorar — se sienta en frente de mi para mirar mis ojos — Dijiste que no querías que nuestra amistad cambiara, que lo que estaba pasando entre nosotros no era nada más que un confusión del momento, otra vez dijiste que no estábamos destinados a estar juntos.

Intento decir algo pero las palabras nos querían salir de mi boca.

— Dime una cosa — toma mis manos — ¿De verdad quieres que nada pase entre nosotros?

— No es que no quiera, no debe pasar nada entre nosotros.

— ¿Por qué no?

— Fuimos amigos por tres años, nunca paso nada entre nosotros, puede que me haya puesto celosa porque te habías enamorado — tomo aire — supongo que me confundí y he pesando que estoy enamorada de ti. ¿Te has preguntado porque nunca paso nada entre nosotros hasta que apareció Agata en nuestras vidas?

Nos quedamos en silencio, no sé cuanto tiempo fue pero se me hizo eterno. Hablar sobre nosotros siempre ha sido difícil para mí, será por el hecho de que nunca había tenido una amistad tan intensa como la que tengo con él, en mi vida en absoluto gocé de alguien que se preocupara tanto por mí como yo de él.

— Me da miedo, Matías — rompo el silencio — No quiero perder a la única persona que es capas de darlo todo por mi, ¿si lo intentamos y no resulta? ¿Y si las cosas no vuelven a ser como antes? Me arrepentiré el resto de mi vida el haberte perdido.

— Al menos deberíamos darnos el privilegio de intentarlo.

— No creo que sea lo correcto.

Matías miraba mis ojos como si quisiera ver en ellos la verdad en mis palabras, en tanto lo que veo en sus ojos es la frustración que le provocaban mis palabras, que intentaban romper toda ilusión de una relación de amor entre nosotros.

— No tengo la culpa de haberte visto tarde — se acerca más a mi a tal punto que puedo sentir su respiración cerca de mi —. Pero recuerda esto — posa ambas manos en mis hombros —, lucharé por ti y no me importan las consecuencias. Voy a demostrarte que si estamos destinados a estar juntos — sonríe.