«Bayron (en línea).
—Hola, mi cielo.
—Hola amor, ¿cómo estás?
—Ocupado en algo para el viernes, espera que debo comprar algo.
(...)
—Pero, en serio, mi cielo, dime. ¿Te gustó lo que pasó, te sentiste cómodo, era lo que esperabas? Te sentí muy incómodo.
—Sí, amor. Me gustó y espero que a ti también. Me gustaría que volviera a pasar. ¿Por qué dices que estaba incómodo?
—Porque te tenía ahí, en frente y podía ver como estabas. Lo que importa es que te haya gustado a ti, porque es tu primera vez, yo ya qué.
—En serio, Bayron, estoy bien.
—Bueno, mi cielo. Te quiero.»
Se escribe con nueve letras, son dos palabras y una gran mentira. "Estoy bien", cuando mis dedos se morían por escribir que su maldita actitud de chico cool era detestable, solo le digo, "espero que a ti también", ¿me caí de la cama de chiquito o qué?
Recuerdo al profesor Andrew diciendo: "El sufrimiento humano radica, en la inevitable incoherencia entre lo que se piensa y se siente a lo que se termina haciendo. Por eso, las mujeres no encuentran al amor de su vida, chicos, pretenden encontrar alguien que haga lo que piense y sienta, pero ni ellas pueden hacerlo".
Tantas verdades me estaban golpeando, aunque tal vez esa era la respuesta del odio y rencor de Bayron.
En un momento, él podía ser el bendito chico perfecto que entrenaba para cultivar su cuerpo, tocaba instrumentos para cultivar su espíritu y leía para cultivar su mente. Pero en otros, era un completo bastardo que entrenaba para ser más violable, tocaba instrumentos para presumir y leía para saber como humillar.
« —círculo verde— Francisca Velasco
(...)
—¡Ja, ja, ja! No, baby, usted me presenta tremendo pasivo.
—¡Ja, ja, ja! Bayron me dice lo mismo. Son tan parecidos ustedes dos.
—¿Por qué?
—Los dos me preguntan que como está el otro y me hablan tan igual. ¡Qué lindos!»
No lo podía negar, las ideas que me hice sobre él, aquellos 21 y 22 de abril eran mis anclas a su ser.
Mi necesidad y sus mentiras me cegaban, estoy seguro que de pasarme eso mismo ahora, no dudaría un segundo en acabar, incluso, en no permitir que empiece siquiera. ¿Aunque eso no sería cerrarme las puertas a buenas posibilidades? En efecto, aunque así mismo pensé al conocerle y ya ven.
«Bayron (en línea).
(...)
—Entonces, disculpa por ser tan sentimental.
—Nino, pues si me gusta que seas así, es muy lindo.
—Ajá.
—Pero lo que hace que me gustes no es como seas, es lo que te hace hombre. Lo que te cuelga ahí.»
Esa era una anotación bastante honesta. Ahora que lo pienso, ¿en serio nosotros, como humanidad, tenemos una etiqueta para decir, "solo me atraen hombres o mujeres por lo que tienen entre pierna y pierna"? Porque si es así, estamos en un espiral desde nuestros inicios donde no sentimos amor, tan solo somos el animal que somos, buscando una pareja para mejorar la especie.
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El Príncipe y el Ángel
Fiksi RemajaNino está destinado a ser un ángel, él lo sabe y día tras día ve la oportunidad de amar a la humanidad y a la vida en general. Dios, el universo o los extraterrestres; como sea que la gente los llame, decide ayudar a Nino enviándole, contradictoriam...