El Príncipe y el Ángel

Prólogo

Desperté uno de los tantos días en los que traté sacarte de mi mente y pensando en todo lo que hice y no debí por ti. Quemé tus sobres, eliminé todo contacto contigo y te agradezco de corazón y tal vez sea lo que más te agradezca, haberte ido de mi vida.

Puede que nunca leas esto, puede que lo hagas y te rías, o que no te importe porque fueron solo cinco semanas. Pero para mí ha significado muchísimo: cabello, talentos y demás. Me dí cuenta que esta es la mejor manera de expulsar de mí, el rencor que tengo contra ti. No quiero matar tu recuerdo, pero sí, todo el sentimiento que lleva con si.

Posiblemente, me gustaría decir que la totalidad de la historia está basada en la vida real, ¿pero sabes? Lo que ocurre en este escrito, es el producto de mi imaginación y la necesidad de eliminar el sinsabor que dejaste en mi vida, tomando como una valiosa lección todo lo que aprendí después de decirte «sí».

No sé si decirte "gracias" o "púdrete" pero sé que decir lo segundo significa que me contagie de tu odio. Así que, ¡GRACIAS! por hacerme conocer el valor que tengo, por hacerme saber que quiero hacer con mi cuerpo y mis sentimientos, por decirme mentira tras mentira y hacerme apreciar mi sinceridad.

No me nace desearte el bien, pero espero que te des cuenta de la hermosa persona que está bajo los escombros de lo que alguna vez fue tu corazón. Espero llenes tus vacíos con tus talentos y no con tus necesidades, aunque bien he sabido que harás lo que te venga en gana, así sacrifiques lo realmente valioso. Es tu vida, así que solo diré: ¡Esperanzas y bendiciones para la humanidad!