Diez días después me había recuperado de la neumonía completamente. Jamás creí que pasar todo el día en una cama me iba a resultar tan odioso.
Estiré mis piernas de camino a clase. Era gracioso saber que el segundo trimestre había empezado hace ya un mes y hasta hoy no había asistido a ninguna.
En cuanto abrí la puerta, toda la sala se giró para verme.
- ¡ Qué mirais ! - espeté exasperada a todas las miradas curiosas y tomé asiento en la última fila del salón.
- Vaya , que mal genio tiene - susurraron algunos. Rodé los ojos y contuve las ganas de volver a gritarles.
La clase empezó sin más imprevistos, hasta que a la media hora la puerta volvió a abrirse y una chica corrió a sentarse a mi lado, en el único hueco libre de toda la sala.
Me fijé en que la chica se inclinaba mucho hacia la izquierda, tratando de evitar cualquier contacto entre nosotras.
Extrañada ante su actitud, me quedé mirándola hasta que la reconocí.
- Oh, eres tú.
Ella me miró de reojo dudosa y continuó escribiendo como loca en su libreta de cuadros.
La observé divertida ; Era obvio que me tenía miedo. Y por alguna extraña razón, eso me gustó.
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La asesina de mi hermano
Teen FictionSolo soy un expediente más. Una carpeta acumulada en el montón. Otra pobre niña sin padres que la quieran, sin familia que la aprecie. Otra carga más en las vidas de aquellos que crearon la tuya. Pero estoy segura de que dos cosas me diferencian to...