Capítulo 6- Corazones rotos

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Desperté en la mañana gracias a un almohadazo que Loui me había dado.

-Vamos perezosa! Levantate y vayamos a desayunar- decía con tono alegre, dando pequeños saltos en su cama.

-Loui, tu emisión va a alterarme- dije algo irritada, metiendo mi cabeza bajo la almohada-. Sabes que me gusta que me den mi tiempo para levantarte.

-Que gruñona- dijo en un tono particular y detuvo sos saltos.

-Chicas!- dijo la señora Harrison del otro lado de puerta, con un tono dulce mientras golpeaba delicadamente la puerta.

-Pasa mamá- dijo Loui elevando la voz.

La señora Harrison pasó y se paró al lado de mi "cama".

-Manto sigue dormida?- preguntó en voz baja.

-No, ya desperté- contesté sacando mi cabeza de debajo de la almohada y sonreía, con mi cara de dormida y la señora Harrison soltó una pequeña risilla.

-Solo venía a decirles que ya casi está el desayuno. Pueden bajar en pijama si quieren o cambiarse- propuso.

-Danos unos minutos, Manto necesita su tiempo cuando se despierta.

-De seguro es porque le habrás hecho algo para despertarla- agrego su madre, mientras se dirigía a la puerta y Loui hacía un gesto de dolida, cosa que me dio risa-. No tarden o se les enfriará- y salió de la habitación.

-Bajarás en pijama?- le pregunté a mi amiga al instante.

-No, me cambiaré- dijo mirando su pijama, como si buscara algo-
Quieres que te preste ropa?- volteó a verme.

-Bueno- me encogí de hombros.

-Algún pedido en especial?- me preguntó mientras se levantaba de su cama y se dirigía hacia su ropero.

-Dame unos jeans y una remera simple- respondí después de unos minutos.

-Aquí tienes- me lanzó la ropa a la cara, con fuerza, haciendo que me sobresaltara.

-Auch- me quejé-, pareces hombre como lanzas las cosas.

-Tu pareces mujer por como te quejas- parecía convencida de la que decía.

-Loui- le llamé la atención, ya que estaba eligiendo su ropa.

-Qué?- dijo algo distraída.

-Soy mujer, al igual que tú.

-En serio? No me había dado cuenta de eso- dijo con sarcasmo.

-Ja ja ja, que graciosa- dije seria.

-Vas a cambiarte aquí o en el baño?

-mmmm iré al bajo- respondí mientras me levantaba del colchón para dirigirme a la puerta.

-Por cierto Manto, tu cepillo de dientes lo guardé en el tercer cajón, donde guardo los accesorios para el pelo- agregó sin mirarme.

Salí de la habitación, cerrando la puerta con cuidado y cuando estaba por encaminarme al baño, la señora Harrison estaba saliendo de la habitación de al lado, que era la de George.

-Será por hoy- se escuchaba la voz de George, suplicante.

-He dicho que bajes. No pienso traerte nada aquí- decía con voz elevada pero sin perder la calma-. No entiendo porqué no quieres bajar a la cocina.

-Simplemente no quiero- dijo con algo de desgano.

-Pero está Manto. Siempre que se queda a dormir ella la cocinq, y más en el desayuno, suele ser divertida con sus bromas.

Do You Want To Know A Secret? - The BeatlesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora