Capítulo 12 - Resaca, recuerdos y un poco de desamor

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Abrí los ojos lentamente y sentía como un fuerte dolor de cabeza me atacaba. <<No vuelvo a beber más>> me dije mentalmente, cosa que ni Dios me lo creía ya. Me tapé hasta la cabeza con las sábanas mientras me despabilaba y noté que aquellas sábanas no eran mías, por lo que en mi mente me decía "¿Dónde rayos estoy?". No recordaba nada de nada o muy poco tal vez pero era tan difuso y no podía distinguir qué era real o imaginación.

Aprovechando que estaba boca abajo en la cama, fui quitándome de a poco las sábanas que cubrían mi rostro y fijé la vista en la mesa de noche que había al lado. <<No puede ser>> fue lo primero que pensé al ver una foto en la que estaban toda la familia Harrison; sabía perfectamente que en la habitación de Louise no tenía ninguna foto así y era evidente que no estaba en la habitación de sus padres por la cama de un cuerpo. Estaba en la habitación de George y sin ningún recuerdo de cómo llegué allí.

Un pensamiento se abrió paso en mi mente que hizo que me sentara en la cama mientras me quitaba las sábanas con torpeza. No puedo describir con palabras exactas la satisfacción que sentí al descubrir que aún traía puesta la ropa de la fiesta, sólo escondí mi rostro entre mis manos e intentaba atar cabos sueltos con lo que llegaba a mi mente hasta que todo se centró en algo: si yo estaba en la habitación de George y en su cama, ¿dónde estaba él? Y con sólo levantar mi rostro supe la respuesta.

Salí de la cama con cuidado de no hacer ruido y me asomé al escritorio, encontrándome con un George dormido sobre un libro y que aún tenía la ropa de la noche anterior. Verlo de esa forma, tan tierno ante mis ojos, me produjo una sonrisa que borré al instante por culpa de una punzada de dolor en mi cabeza. <<Si te tuviera cerca McCartney, juro que te mato por haberme hecho probar esa bebida>> me dije por dentro. Me giré para irme hacia la puerta y así buscar mis cosas he irme a casa pero tropecé con algo al instante y mi quejido fue muy audible. <<Ésta habitación es un desastre. Aunque Louise no es tan ordenada que se diga>>.

-¿Estás bien?- dijo una voz adormilada.

Miré por sobre mi hombro y vi que George estaba enderezado en la silla del escritorio y se restregaba los ojos.

-Si- dije con voz ronca de recién levantaba mientras me giraba para quedar frente a él.

-¿Hace mucho que despertaste?- preguntó al tiempo que se levantaba de la silla y se estiraba.

-Unos pocos minutos- carraspeé al finalizar la respuesta-. Debo irme- solté sin más.

-Quédate un poco más- pidió al tiempo que nuestros ojos se encontraban.

-Geor...- hablé luego de un corto silencio.

-Por lo menos desayunemos juntos- me interrumpió.

Me debatí por unos segundos si me quedaría o no. Si me iba estaría sola hasta que Harry llegara y, en cambio, si me quedaba podría averiguar sobre cosas de la noche anterior que no recordaba (la mayoría de ellas en realidad) y en verdad moría por saber, por lo menos, de cómo terminé en su habitación, en su cama y él dormido en su escritorio. Además, sentía que se lo debía pues, la noche antes de la fiesta, él había cenado conmigo porque se lo pedí.

-Está bien- y solté un suspiro mientras le sonreía.

-Tú cepillo está en el tercer cajón- hizo un gesto con la cabeza al momento que esbozaba una gran sonrisa de satisfacción.

-¿Cómo sabes que tengo un cepillo de dientes aquí?- inquirí extrañada y sin quitar la sonrisa del rostro.

-Te la pasas aquí con mi hermana o ella en la tuya por lo que parece evidente que cada una tenga algo en la casa de la otra por si acaso. Además porque es el púnico cepillo que está entre las cosas de Louise- respondió natural.

Do You Want To Know A Secret? - The BeatlesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora