Después de la larga conversación comenzó el silencio.
-Bueno, creo que ya es hora de dormir- dije entre bostezos
-Si eso creo- dijo Niall soñoliento
-Bueno, pues entonces buenas noches
-Buenas noches. Te quiero. Adiós
-Adiós.
¿Escuché bien o Niall me había dicho ‘Te quiero’? ¿Ya formaba parte de su círculos de amistades? ¿Qué significaba ese ‘te quiero’? Miles de preguntas invadían mi mente, con tan solo dos palabras, ‘te quiero’.
Entre pregunta y pregunta quedé dormida.
Los rayos del sol interrumpían mi delicioso sueño. Realmente mi cama estaba deliciosa. Lo único que deseaba era seguir durmiendo, pero al ver a hora (9:45am) me levante deprisa. Me di una ducha, salí y enrollé una toalla en mi cuerpo. Elegí de mi closet un short azul turquesa y una camisa de mangas cortas y una pequeña cola de color rojo (Colores muy contrastantes pero bonitos) y unas zapatillas rojas con unos pequeños brillitos en la punta del zapato. Bajé a la cocina por el desayuno. Por suerte nada estaba preparado. Mi papá se había ido a trabajar y mi madre aun seguía durmiendo.
Vi una nota pegada en el refrigerador.
‘Buenos días, lamento no haberte hecho el desayuno. Tuve que salir mas temprano. Te dejé un dinero en el vestíbulo para que compres tus cosas para la escuela. Te quiero. –tu papá’
¡Bien! Al parecer nos comunicaremos todos los días con notitas. Preparé unas tostadas y un poco de café. Tomé asiento en la mesa del comedor y comencé a sumergir las tostadas en el café, algo que había aprendido en casa de mi abuelita en el Caribe. Al terminar lave lo que ensucié y subí a mi habitación por mi cartera y mi teléfono. Al agarrar mi teléfono una luz roja parpadeaba indicándome que tenía una llamaba perdida. Revisé y la llamada perdida era de mi hermano mayor Zack. No lo había visto desde que de mudó de la casa por una discusión con mis padres. Desde ese día no lo veo. Después de ese suceso hablé con él un par de veces por teléfono a escondidas de mi familia. A partir de eso pasó un año y seis meses hasta hoy. Marqué nuevamente su número de teléfono esperando que me contestara. El teléfono timbraba y timbraba, estaba a punto de cortar la llamada cuando:
-¡Hola Vanessa! ¿Cómo estás?- dijo mi hermano al otro lado del teléfono muy emocionado.
-¡Hola Gabriel! Estoy muy bien. ¿y tú? Te extrañé.
-También te extrañé peque. Estoy muy bien. Ahora mismo ando por aquí por Nottingham y quería saber si no estabas haciendo nada hoy y estás sola (ya saber porque) y dar una vuelta ya que mañana voy para Londres.
-Estoy sola, pero hace unos días que nos mudamos a Londres, a comenzar ‘una nueva vida’ y ‘olvidarnos del pasado’
-Sí, me imagino que por eso es. Bueno, pues entonces no tengo que esconderme aquí en Nottingham. ¿Mañana que harás? No lo sé, es el cumple de mamá y tal vez mañana saldremos por la tarde. Mamá está trabajando por las noches. Papá trabaja por el día. Y mañana es el día libre de mamá así que… eso elimina más probabilidades de salir por la tarde.
-Que bien, no te podría disfrutar un ratito después de tanto tiempo.- dijo mi hermano irónicamente
-Si- dije algo triste
-¿Y que harás hoy por la noche?
-Aun no tengo planes ¿Por qué?
-Haré hoy unas cosas y tan pronto termine viajo para Londres. ¿Te parece?