~Narra Niall~
Era evidente que no podía de pensar en ella. No sabía como estarían. Ya habían pasado más o menos unas 6 o 7 horas y no me habían llamado tan siquiera. Miraba mi teléfono, esperando una señal. Lo bloqueaba, lo desbloqueaba, lo volvía a mirar, volvía y lo apagaba, nada…
Tiré mi teléfono, por suerte calló sobre mi cama y no causo mucho daño, aunque tampoco me importaba del todo. Me estaba dando muchísima ansiedad, 7:36pm ninguna señal. Baje por un bocadillo, este estrés me estaba consumiendo por dentro y de la única manera que podía llenar ese vacío era con comida (o esa era mi hipótesis). Abrí el refrigerador y no sabía que comer ¿Pero que me estaba pasando? Siempre tenía apetito, comía lo primero que veía en el estante de aquella enorme caja de ‘stail and steal’. En mi estomago se hacia un nudo, cada vez más fuerte la sensación. Me enoje tanto conmigo mismo que cerré la puerta de un cantazo y fui por los chicos.
-¿Aun no te ha llamado?- tenía que recordármelo de nuevo una vez más aquel rizado
-No- dije lo más despreocupado que pude.
-No trates de ocultar nada porque no te será imposible mostrarte como desinteresado- ups, creo que me conocen demasiado.
No emití ningún comentario y me senté junto a ellos que andaban viendo ‘Scarface’ (por lo menos una película que me distraería de el mundo real por un momento). El suelo estaba lleno de palomitas de maíz, soda, emparedados, distintas mesclas, pero realmente no me apetecía nada.
Pasando ya 45 minutos de la película y aun seguíamos todos sentados pendiente a la próxima escena de suspenso. Los chicos despegaron la mirada de la TV por un segundo posando sus ojos en la comida que aun seguía sin terminar.
-¿Seguro que no quieres nada?- dijo Louis ofreciéndome dulces
-No gracias, estoy bien- dije dándole mi mejor sonrisa
-A mi no me parece- comentó Liam dándole pausa a la película
-Enserio, estoy bien…- repetí lo más convencido que pude, más bien para convencerme a mi mismo
-Y, ¿revisaste tu teléfono?- me dice Zayn abriendo la boca por primera vez en el tiempo que había llevado ahí. Reaccione ante su comentario, recordando que había tirado mi teléfono en mi habitación.
Corri subiendo las escaleras de dos en dos hasta abrir la puerta. Me di cuenta rápidamente que en medio de la oscura habitación algo brillaba y era la pantalla de mi teléfono. Me tiro prácticamente de cabezas hasta tomar el teléfono y contestar esa llamada. Tomo mi teléfono y deslizo mi dedo para hablar con la otra persona a través del aparato electrónico. Justo en el instante en que lo acerco a mi oído se había acabado mi oportunidad de contestar aquella llamada. Estuve dispuesto a volver a llamar cuando justo voy a dar en la pantalla ‘llamar’ entra la llamada que pocos segundos antes se había caído.
-Hola- su voz se escuchaba cansada
-Hola- me corazón volaba a mil palpitaciones por minuto
-¿Cómo estás?- extrañándote, me haces falta
-Bien, he estado bien- ¿Por qué mentía?- en realidad no tan bien
-Eso pensé- hecho una risa al otro lado del teléfono. Yo solo sonreí al aire- bueno, te llamo porque quiero que sepas que acabamos de hacer las diligencias necesarias.- un silencio se interpuso en la conversación- estoy comiendo con mi padre, tan pronto termine iré a la casa- su voz se escuchaba quebrada, lo que decía le dolía mucho, y a mi me dolía aun mas.
-Todo va a estar bien- dije tratando de convencerla
-Lo sé… nos vemos en 30 minutos. Si en 30 minutos no aparezco pues… me raptaron- ella hecho a reír, aunque para mi no era muy gracioso. Aun así reí, su risa era contagiosa y tierna- hablamos cuando llegue.