7. Simple Atracción

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Narra Luna:

Llegamos a la tremenda casa, que era mas o menos una mansión por así decirlo Nazira y Barby se hicieron cargo de sacar los de seguridad de la entrada y en cuanto estuvieron baje del auto. Llevaba puesto unos tacones con medias hasta la rodilla, una pollera ajustada al cuerpo y una remera con escote y una camisa blanca en lo que se veía mi escote, entre como si nada y fui a su habitación, se encontraba con dos chicas más, me cruce de brazos frente a su cama y cuando me vio abrió los ojos como platos, hecho a ambas chicas rubias, totalmente plásticas y se concentro en mi.

-¿Me esperabas? - pregunté con una sonrisa coqueta.

-¿No se, quien sos? - se sentó en la cama y se cruzo de brazos, debo admitir que era muy lindo, todo marcado con una espalda de escultura, tenía una barba limpia y su pelo corto oscuros, sus ojos eran negros como la noche y sus sabanas blancas estaban revueltas en la cama.

-Averigualo. - le dije mientras me subía en su regazo con mis piernas abiertas, empezó besarme distintas partes de mi cuerpo y terminamos tumbados en la cama teniendo sexo, pero cuando íbamos por la mitad me acosté en la cama a su lado.

-¿Que pasa mi amor? Vení. - me dijo con un tono preocupado, me toque los labios y lo mire como desentendida e insatisfecha y a decir verdad, estaba insatisfecha.

-No quiero seguir, no me gusta. - me levante y empece a colocarme la camisa en lo que me miro preocupado y se levanto con su mano en su miembro reproductor.

-Para amor, probemos de otra forma, dale no te vayas no me podes dejar así, amor por favor. - continuó rogándome pero ya estaba totalmente vestida, me agarra del brazo y a la fuerza me tira en su cama.

-No debiste haber hecho eso. - me miro con los ojos como platos, pero divertido a la vez. - No soy juguetito tuyo.

Lo tome por los brazos, a decir verdad yo tenía mucha más fuerza gracias a los pocos "poderes" que teníamos los vampiros. Lo até a la cama y empece a hacerle un cuestionario, cada vez que no me contestaba lo mordía y al tener la información lo mire triunfante y lo mordí en el cuello para terminar bebiendo su sangre y dejarlo muerto en la cama, las chicas trajeron una serpiente de no se donde para disimular lo hecho y ella terminaría por eliminarlo, o al menos lo que quedaba de él.

Volví a casa y escuche algunos ruidos, Guido no estaba en la cocina o el comedor, tampoco en el living así que corrí hacía su habitación y ahí estaba, tirándose a una rubia plástica también él, revolee los ojos y fui a tomar algo a la cocina.

En algún momento apareció, eran las siete de la tarde y venía abotonando los botones de su camisa con su sonrisa triunfante, me dio asco de alguna manera.

-¿No hay problema con que traiga gente a casa no? Es que como no estabas...

-No, no importa. - le contesté seca mirando la televisión si apartar la vista de ella.

-Que bueno.

-Guido esto tampoco es un telo para que te estés tumbando con cualquiera. - me miro.

-¿Dónde estabas? Tenes sangre en el labio. - me toco los labios con su dedo y termino por limpiarlo.

-Adelantando trabajo.

-¿A quién te comiste? - lo mire y abrí mi boca ¿por que debe estar muy acostumbrado a que me coma gente?

-A un tipo.

Narra Guido:

-¿Un tipo, como paso? - la mire, me gustaba saber de su vida y trataba de no parecer tan impresionado.

-Me acosté con él, lo hice sufrir para que me de mi información y lo maté. - sonrío al final pero yo me quede boquiabierto.

-¿Te acostaste con un tipo y lo hiciste sufrir? ¿Que clase de persona sos?

-Guido es trabajo. - puso sus ojos en blanco. - No es la primera vez que hago algo así.

-Osea que te acostás con tipos los haces sufrir y los matas ¿siempre? ¿ESTAS LOCA?

-Ya te dije que son cosas del trabajo, tendrías que acostumbrarte ese va a ser tu futuro.

-LO CA, ESTAS LO CA – me empece a alejar hacía la heladera de la cocina.

Al rato ella aparece detrás mio sin que la haya oído.

-¿Te gustaría probar? - me abrazo por el cuello.

-Me encantaría. - dije y nos dimos un apasionado beso como aquel primero, pero este iba mejor y con más intención, era mas salvaje, ella me buscaba.

La alce y caminé hacía mi habitación con ella en brazos, al llegar la recuesto en la cama y me pongo sobre ella, tenía su pierna entre las mías y su mirada suplicante me pedía estar dentro de ella a gritos, no la vi como la chica que era ahora, si no como aquella niña que se escondía en el placard cuando tenía seis.

-No puedo Luna...

Algo personal (Guido Sardelli) TERMINADA #TFAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora