14. Cumpliendo

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Narra Guido:

Vi que Luna estaba un poco nerviosa, a decir verdad se veía hermosa. Golpeé y nos abrió Gastón, nos saludo amablemente a los dos, tomó las cosas para llevarlas a la cocina y saludamos al resto de la familia. 

Patricio nos saludo, después saludé a mamá y papá. Luna se escondía atrás mio, la noté nerviosa.

Narra Luna:

Estaba muy nerviosa, cuando vi a la mamá de Guido Alicia ella estuvo conmigo desde que usaba pañales para ser sincera, cuando mis padres discutían ella me llevaba a su casa, lejos de sus hijos y me daba su tiempo, cuando no tenía de comer me daba lo que tuviese, era una mujer ejemplar hecha y derecha. Me dio algo en el pecho, algo que no sabía como explicar, los nervios que tenía se juntaban y no sabía que hacer. Ella me miro.

-Mamá, ella es Luna... - me acerqué y le sonreí sin decir una palabra, Alicia me miro con los ojos brillosos.

-¿Luna, mi pequeña Luna? - se me acercó y me observo de varios puntos de vista hasta que se me acercó para darme un abrazo y a mi en ese momento también se me caían alguna que otra lagrima.

-Soy yo Alicia. - dije con los ojos llorosos, no había notado que en la habitación todos nos miraban y cuando ella se dio cuenta se río.

-Che, hay olor a quemado ¿no les parece? - dijo Gastón, el hermano mayor y todos abrieron los ojos como platos y corrieron a fuera, yo me quede con Alicia, le conté lo que paso luego del accidente y que ahora trabajaba, no le dije en que y ella tampoco pregunto. 

Los chicos llegaron y dijeron que se quemo una parte del asado, pero lo demás era comible, Gastón se mataba de risa, la verdad no era un tema muy importante para él pero si le parecía un desperdicio, yo cada vez que lo miraba reía por lo bajo.

Nos sentamos todos en la mesa y el ambiente  era realmente agradable, todos reíamos y hablábamos de anécdotas de los chicos en su trayecto hasta llegar a donde están hoy. Cuando terminamos de cenar ayuda a Alicia con las cosas de la mesa Guido me sonreía, estaba feliz y lo notaba. Cuando dejábamos los platos para lavar la mamá de los chicos me dedico una hermosa sonrisa.

-Guido nunca había traído una chica a casa desde que rompió con su última novia hace años.

-La verdad él es un chico muy agradable y lo quiero, pero tenemos una linda amistad y...

-El esta feliz, le devolviste esa sonrisa que siempre disimulaba cuando venía, volvió a ser él y eso te lo agradezco de parte de toda la familia. - le sonreí delicadamente y ella a mi, nos abrazamos y volvimos al comedor. 

Vi a Guido y ella tenía razón, el estaba muy contento, no paraba de sonreír y no era una sonrisa falsa, todo lo contrario. Patricio trajo un champagne y sirvió copa por copa, yo estaba al lado de Guido quién me dio el vaso con una sonrisa cálida y en ese momento nos miramos a los ojos, habrán sido unos segundos pero parecían minutos eternos, él sostenía mi cintura y noté como Alicia nos miro y sonrío.

-Feliz navidad !! - exclamo el padre de los Sardelli, y todos lo repetimos brindando muy alegres, sinceramente había cosa que no me esperaba y hice mal al entregar a Guido,paren el jefe, lo olvide.

Mientras todos miraban los fuegos artificiales en el patio corrí hacía la cocina, depositando mi copa en la mesa, Guido me seguía por detrás.

-Tenemos que irnos ahora.

-Para ¿por que? - se estaba riendo, mientras yo me colocaba la camisa de jean.

-Hice algo malo Guido y me estoy arrepintiendo, tenemos que irnos ahora.

-No podemos irnos, es mi familia Luna. - en ese momento no se me ocurrió otra forma de convencerlo que besándolo y...eso fue lo que hice.

Narra Guido:

No podía entender porque se quería ir ¿corremos peligro de nuevo? Ya me había acostumbrado pero en un momento ella me beso interrumpiendo todo pensamiento, la sujete por la cintura y ella sostenía ambos lados de mi cara, fue el mejor beso que tuvimos desde que nos conocimos, nos separamos por falta de aire y nos miramos a los ojos, ella tenía un brillo suplicante en ellos y camine hacía a fuera diciendo que Luna no se sentía muy bien, mis hermanos se ofrecieron a llevarla pero les contesté que no era necesario, nos despedimos y al salir nos encontramos con muchos hombres en la puerta.

-No pueden hacer esto. - les grito Luna mientras me tomaba la mano y yo miraba sin entender, eran tres hombre altos y robustos, de voz grave y vestidos de negro.

-Ordenes del jefe, era un trato Luna.

-¿Un trato?


Algo personal (Guido Sardelli) TERMINADA #TFAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora