8. Caprichosa

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Narra Guido:

-No puedo Luna... - abrió los ojos enormes y su cara me maldecía completamente.

-¿Como que no podes? - deje de abrazarla y ella parecía aún mas confundida, me aleje de ella corriendo a otro lugar de la habitación y ella estaba sentada en la cama mirándome.

-No puedo Luna, para mi seguís siendo la misma ya te dije...

-Ah pero bien que con la rubiesita esa si podías, y no te importaba ni quién era. - al decir esas palabras estaba como enojada y hacía señas con las manos, al terminar se dio la vuelta cruzada de brazos, empece a reír y me di la vuelta.

-¿Estas celosa Luna? - se empezó a reír sarcásticamente.

-¿Celosa? Bien que te podes tirar a cualquier atorranta pero ¿conmigo no podes? ¿Tan fea soy?

-No Luna, a ver vení. - la acerque tomándola por la cintura, ella se encontraba de espaldas a mi. - Vos sos una reina para mi, y esa "atorranta" se llama Florencia. - se dio la vuelta y su cara decía "celos" ciertamente.

-¿La conoces? Hasta nombre de atorranta tiene. - se soltó y se alejo de mi queriendo salir por la puerta.

-No me hagas una escena ¿si? 

-Uh para, porque yo soy la que hace escenas entonces.

-Luna veni, no seas tonta. - me empece a reír y la seguí a la cocina, se sirvió un vaso de jugo mientras yo la observaba desde el marco de la puerta, se sentó en la barra y empezó a tomar el jugo de naranja.

-¿Qué me miras? Andate. - parecía una nena chiquita y caprichosa, trate de no reír y se me escapo. Se levanto de su asiento queriendo pasar adelante mio para pasar a su habitación.

-¿A donde vas chiquita? Que caprichosa que sos. - la tome por la cintura antes de que pasara por aquella puerta, la alce como si fuera una "bolsa de papa" y ella empezó a gritar.

-Bájame Guido, no es gracioso, bájame. - y así continuo, pegándome en la espalda. La baje a mitad del pasillo.

Empece a besarla ahí mismo, el beso se hizo más intenso y podía sentir que ella quería seguir, no se negó, pero no sentía que lo quisiera, no sentía que... me quisiera.

Narra Luna:

No me lo podía creer, era el primer hombre en mi vida que se me había negado entregándome yo hacía él, nunca había querido realmente a alguien pero él, él hacía que las cosas fueran difíciles, él me hacía sentirlo, me obligaba a hacerlo, me dejaba boquiabierta con cada movimiento de partida y iba ganando, pero esto no sería para siempre.

Estábamos en el pasillo besándonos y el beso lo hice mas intenso, no quería que las cosas quedarán ahí y luego andaríamos entre paredes sin vernos a la cara, el me pego a la pared y también a su cuerpo, me acariciaba suavemente y yo a él, le saque la remera, admito que su torso era magnifico y acaricie su espalda, el gemía de placer y nos metimos en la habitación.

Allí dentro había un velador prendido, por lo que podía verlo sin problemas, estaba sobre mi acariciándome y besando el cuello, me saco la remera tirándola en alguna parte de la habitación, lo mismo hizo con mi sostén y jeans, me quedó mirándome, como si estuviera admirando. 

-Sos una reina. - me dijo en susurros y solo me reí tontamente mientras tocaba aquella melena rubia.

Besaba y acariciaba mis pechos haciéndome gemir de placer, a veces me quedaba mirando solo para ver como cerraba mis ojos sintiendo todo aquello, lo sabía porque lo miraba de reojo algunas veces. Siguió besándome y bajándome de a poco, solo lo miraba con mis manos en su nuca, luego aquel placer se concentraba mi feminidad y la situación se tornaba hermosamente, el ambiente era caliente pero lo arruino el ruido de la puerta sonando. La ignoramos a la primera, pero seguían golpeando.


Algo personal (Guido Sardelli) TERMINADA #TFAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora