Capítulo 7

303 23 3
                                    

Estas horas después de lo sucedido con Matt, no pude dejar de pensar en él, noté que algo no andaba bien desde que lo vi en la puerta de mi casa, y eso de que estaba cansado seguía sin convencerme, algo más estaba pasando.

Terminé de cenar y me dirigí a mi habitación para recostarme un rato, no quería dormirme sólo relajarme un momento, tenía ganas de ver una película antes de dormir. Mis parpados comenzaron a pesar aunque intentaba mantenerme despierta. El sonido de mi celular me sacó de mi ensoñación, estiré el brazo y miré extrañada la pantalla, el nombre de William aparecía ahí.

- ¡William! ¿Qué sucedió?¿Cómo esta Matt?- largué sin siquiera respirar.

- Oye, tranquila- se oía agotado- él ya está bien. Está descansando ahora.

-¿Lo vio un médico verdad?- se que parecía más la madre que su amiga pero no podía evitarlo.

- Si, ya deja de preocuparte.

- Bueno, es que lo de hoy me dejó nerviosa...

- Me di cuenta, además de esta tormenta de preguntas, en la playa estabas como loca- soltó una risa- ¿Asi pretendes ser médica?¿reaccionando de esa manera por un desmayo?

- ¿Qué? ¡No puedes decir eso! No es lo mismo, además...

- Es una broma So, no te enojes- dijo largando una risotada. Yo inspiré profundamente para no mandarlo a la mierda.

- Ja ja muy gracioso Doctor, perdón "Casi Doctor "- dije haciendo énfasis en el casi.

- No empieces a pelearme- usó un tono lastimero, fingiendo que estaba herido. Yo no pude evitar reír por lo bajo, se que el me escucho- volviendo al principio, te llamaba porque necesito mi moto mañana temprano y quería saber si podía pasar a buscarla ahora.

- ¿Ahora? ¿Como ya, en este momento?- juró que no quice parecer nerviosa.

- Mmm si, de hecho ya estoy en la puerta.

- ¿Qué?- di un salto fuera de la cama, corrí hasta la puerta y observé por la mirilla, no había nadie allí. Acerqué el móvil a mi oído y escuche una risotada.

- Wow So, no sabía que estabas tan desesperada por verme, todavía estoy en mi casa.

- Ya quisieras que me desespere por ti, eres tan engreído.

- ¿Segura?¿y como explicas que fuiste corriendo hasta la puerta?

- Yo no corrí hacia...

- Okey, lo que tu digas. Entonces ¿puedo ir?

- No debería recibirte después de todo esto, de todas maneras tu moto esta afuera de mi casa, puedes buscarla sin necesidad de avisarme.

- Que poco hospitalaria, pensé que los canadienses eran más amables. Deberías invitarme una tasita de café por lo menos, o algo más fuerte...- vaya vaya, al parecer el señorito quiere pasar un rato en mi compañía. En el fondo, muuuy en el fondo me gustaba, no él... Sino la situación, digo.. Ya que más da.

- Esta bien, prometo darte algo.

- Esa es una respuesta demasiado amplia, recuerda que lo prometiste, no quiero quejas luego- dicho esto colgó, dejándome con la boca abierta. Seguramente su cabeza pervertida había creado millones de posibilidades, ni en sus sueños.

Volví a mi habitación y me cambié de ropa, no podía dejar que me viera con mi pijama de ositos, se burlaría de mi hasta el final de mis días. 20 minutos después él ya estaba en el umbral de mi puerta con sus manos en los bolsillos y una pequeña sonrisa en sus labios.

Alejate De Mi   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora