"Ho mierda". No había parado de repetir eso en mi mente. Casi no había dormido en toda la noche por pensar en lo tonta que había sido y lo mal que me había comportado con William. Y ni hablar de que había besado a Matt, su hermano. Después de pensar en eso mil veces llegué a la conclusión de que posiblemente lo había besado como una manera de desquitarme de William. Me sentí como una perra por haberlo hecho, jugar así con Matt. Claro no todo fue por despecho, si existe una parte de mi que se siente atraída por el. Y eso me descolocaba aún más. Este jueguito que mi cabeza estaba haciendo con migo me iba a terminar volviendo loca.
Y asi estaba mi cabeza de revuelta esa mañana. Debo admitir que si no hubiese tenido esas clases de apoyo con William hubiese estado completamente perdida en la facultad, ya que estos días no había prestado atención en casi ninguna clase.
A media que se acercaba la hora de ir a la biblioteca mi corazón se aceleraba mas. Iba a encontrarme con William después de todo lo que había pasado. Sabia que él iba a estar imperturbable como siempre, con la cabeza alta y su rostro serio, el problema era yo, que estaba hecha una bola de nervios y me sentía culpable por todo lo que había hecho.
La mano de Zoe me sobresaltó.
- Ya terminó la clase- me miraba divertida- ¿te sucede algo? Estas pálida.
- No, solo cansada- mentí.
- Deberías ir a hacerte un chequeo, últimamente vives ensimismada. Quizás estas anémica o algo..- Sólo me encogí de hombros y comencé a guardar mis cosas en la mochila.- ¿almorzamos juntas?
- Tengo que ir a la biblioteca.
- Ese tutor tuyo no te deja en paz. Agradezco que mi tutora sea Rossie, es genial.- Rossie era una chica asiática que estaba en su último año de la carrera, en lo poco que había estado con ella parecía muy simpática, y según Zoe explicaba muy bien los temas, aunque no solía tener mucho tiempo para las clases.
- Suerte la tuya. Será mejor que me apure. Adiós.
Caminé deprisa hacia la biblioteca. De repente me entraron muchas ganas de ver a William, seguía poniéndome nerviosa, pero necesitaba verlo. Perderme en sus ojos color océano, que él me mire y me sonría de esa manera que tanto me gusta, mientras se revuelve el cabello, aunque sus momentos de sonrisas hacia mí hayan sido tan pocos. Suspiré y sonreí, algo dentro de mí estaba burbujeando, esa cosquilla en el estómago estaba naciendo en mí, mi corazón latía a mil por hora y tenía una sonrisa estúpida en mis labios. Todo eso lo provocaba William, ya no tenía duda sobre ello.
Una vez dentro del edificio apuré mi paso mientras me encaminaba a la mesa que habíamos utilizado la última vez. Pero cuando llegue ahí William no estaba, ni tampoco sus cosas, estaba vacía. Era muy extraño, él era un obsesionado de la puntualidad. Mire mi reloj, había llegado 5 minutos tarde. Acaso esa obsesión con el tiempo había hecho que se marchara. Maldito loco, solo fueron 5 minutos. Rodé los ojos. Por lo visto iba a tener que hacer el trabajo yo sola, caminé entre las estanterías buscando algún libro que me ayudara a entender las incerciones musculares. Iba concentrada en los títulos de los libros cuando me tropecé con algo que me hizo perder el equilibrio y caer.
- ¿Cuándo va a ser el día en que veas por donde caminas?- su voz me sobresaltó.
- William, lo siento, no te vi- Will se encontraba sentado contra un estante y con las piernas estiradas- ¿Qué haces aquí sentado?
- Te esperaba, llegas 10 minutos tarde, por cierto- puse los ojos en blanco.
- No sabía que estabas aquí tirado, todavía no tengo la bola de cristal en mi mochila.
- ¿No? Pensé que si- sus labios se curvaron burlonamente. Yo inspiré tratando de no cabrearme.
- ¿Vamos a estudiar o quieres seguir aquí molestándome?
- Vamos a estudiar- respondió y yo me levanté para caminar hacia la mesa- aquí.
- ¿Aquí? Acaso estas loco, vamos a estar mas comodos...
- Nos quedamos aquí- otra vez puse los ojos en blanco, era tan mandón.
Me sente frente a el y comencé a sacar mis cosas y ponerlas en el suelo. William puso el libro que tenía en sus manos en el medio de ambos y comenzó a explicarme las incerciones musculares. Hablaba tan fluidamente, como si él mismo hubiese descubierto todos los musculos de cuerpo. Me encantaba escucharlo hablar como un profesional, sin duda seria un gran médico.
Pasamos la tarde sumergidos entre músculos, tendones, huesos y nombres raros. Daba gracias que William estaba relajado y no parecía enojado por nuestro encontrón del otro día. Por suerte el entumecimiento cerebral que había tenido toda la mañana se había esfumado, a pesar de observar cada detalle de Will cuando el me explicaba algo, pude mantenerme concentrada en el tema.
- Creo que es mejor que dejemos aquí, mañana seguimos- dijo William cerrando el libro.
- ¿Seguro? Es temprano aún- miré mi rejoj y vi que eran las 16- no estoy cansada, podemos seguir un rato más.
- No puedo creer que quieras seguir - frució el ceño- de todas maneras no puedo, tengo que irme.
- ¿Seguro?- volví a preguntar. No quería que se fuera, me sentía bien estando con el, por más que sea estudiando.
- Si, tengo cosas que hacer- guardó el libro que tenía en sus manos en la mochila y se puso de pie, yo lo imité- mañana a la misma hora, si tienes tiempo lee algo sobre irrigación muscular. Adiós.
Se llevó la mochila a su hombro y giró comenzando a caminar hacia la salida. Tomé aire llenándome de valor y caminé detrás de él.
- Espera- dije tomando su brazo haciendo que se vuelva a verme. La sorpresa apareció en sus ojos, aunque fueron sólo unos segundos. Sutilmente se soltó de mi agarre y cruzo los brazos sobre su pecho, esperando que yo hablase. En realidad no sabía porqué lo había detenido, tenía un remolino de ideas, palabras y sentimientos dando vuelta en mi cabeza. Fijé mis ojos en los de él y me ahogué en el mar que había en ellos, tan azules, tan... peligrosos. Deslicé mi mirada por sus pómulos, tenían un rubor apenas perceptible, bajé por el ángulo de su mandíbula hasta llegar a sus labios, estaban igual a como los recordaba, firmes y carnosos, e imaginaba que si los tocaba estarían igual de suaves. Will separó sus labios y antes de que pudiese emitir algún sonido me lancé a sus brazos, rodeando su cuello con mis manos y estampando mis labios con los de él. Por un momento pensé que me apartaría, su cuerpo se sentía tenso y sus brazos seguían en su lugar, su boca también estaba tensa. Yo tenía los ojos cerrados, temía abrirlos y encontrarme con su mirada reprochante. Lentamente sacó sus brazos que estaban entre nosotros y cuando pensé que me apartaría, de un solo movimiento me levantó haciendo que mis piernas lo rodearan y apoyo mi espalda contra la estantería que estaba detrás de mí. Ante la sorpresa aparté mi boca de la suya, pero nuestras frentes seguían juntas. Miré sus ojos oscurecidos, eran como una tormenta de verano. No se cuanto tiempo estuvimos así, mirandonos fijamente y bebiendo de nuestras respiraciones agitadas. Las palabras salieron sin permiso de mi boca.
- Will yo...- dije susurrando, pero él me calló con un beso. Su boca se estampo contra la mía, y comenzó a moverse primero lenta y suavemente, luego empezó a ser más firme, hambrienta de mí. Abrí mis labios dándo permiso para que nuestras lenguas se rocen, mientras tiraba de su cuello para acercarlo más a mi, de la misma manera que el me acercaba a él con sus manos en mi cadera. Como si fuese posible estar más cerca, era como si quisiésemos fusionarnos y ser uno solo. Fuimos uno. Mi mente voló por encima nuestro, todo desapareció, éramos sólo nosotros y nuestros corazones latiendo al mismo ritmo.
"Volveré y seré millones" dijo alguien alguna vez... y así es que volví, aunque no soy millones, sólo sigo siendo yo sola Jajaja. Aunque espero volver con millones de capítulos e historias para ustedes.
Sé que no hay manera de pedir perdón ante mi ausencia, sólo voy a decir que tuve alguno problemas personales y no quise llenar de ellos a mi historia, seguramente la arruinaría. Ahora estoy entera y con mucha ganas de seguir con esto.
Espero sigan leyendo. Saludos a todos y gracias por seguir a esta historia que (después de leerla de nuevo para no perderme ningún detalle y seguir escribiendo) me llena de amor y me hace feliz.Voten, comenten y compartan <3

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Alejate De Mi
Romance"-Sophie, tienes que escucharme- rogaba a través del celular. Pero yo ya no quería oírlo más, su voz me lastimaba, su esencia, hasta imaginar sus ojos mirándome me rompía en mil pedazos. ¿Como pude caer en sus redes? ¿Como pude pensar que alguna ve...