Capítulo 17

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El camino de vuelta a casa lo hicimos en total silencio, el rostro de William se había endurecido, su ceño no dejó de estar levemente fruncido. Parecía cabreado. Seguro lo estaba por no conseguir lo que buscaba, por no poder engatusarme con esos ojos color mar.

Si él no quería hablar con migo yo tampoco, también estaba enojada con él por querer que sea una más en su lista de conquistas, y con migo por pensar que él estaba siendo diferente por mi.

Bajé del auto sin decir nada y él me imitó, lo miré extrañada.

- Me olvide uno de mis libros, lo necesito para mañana.

Abrí la puerta y ¡santa mierda! Mi salón estaba lleno de rosas rojas, había miles de ellas desparramadas por todos lados. Tapé mi rostro con las manos para descubrir si acaso lo había imaginado, pero no, al quitar mis manos las rosas seguían allí. William me apartó y entró, al ver las flores sus ojos se oscurecieron ¿estaba enojado?

Me acerqué al jarrón que estaba más cerca y saqué una tarjetita.

"Te dije que era capas de hacerlo, espero te gusten. Matt."

- Matt- susurré lo suficientemente fuerte como para que Will me escuchara. Se pasó ambas manos por la cabeza y sin decir nada se largó cerrando la puerta con fuerza.

Volví a leer la nota y recordé la noche anterior, mientras habíamos estado bailando completamente ebrios le había dicho que sería una locura que alguien llenara mi casa de rosas. El me había dicho que lo haría si yo quería, pero le había restado importancia y no le había creído.

Realmente esto era una locura, ver todas estas flores aquí era Wow, me encantaba la verdad. Sin poder moverme me senté en el piso observando las rosas aún.

Estaba a punto de volverme loca, no podía creer que quizás, muy en el fondo me estuviese enamorando de los hermanos Wallas, si de los dos. Realmente era de locos, pero los dos tenían cosas que me gustaban, Matt era como un príncipe azul, caballero y romántico. Llenaba el huequito cursi y súper cliché que había en mi. Siempre había soñado con eso, flores y corazones por todos lados, y Matt me daba eso, además de ser una excelente persona.

Pero por otro lado Will era esa parte oscura y misteriosa, completamente lo opuesto a Matt. No sabía ni cómo describir qué era lo que me hacía sentir mariposas por él. Su sola presencia me ponía nerviosa, sus ojos eran los más lindos que alguna vez había visto. Y debo admitir que me encantaba pelear con él, me hacía sentir viva. Joder, estaba metida en un gran lío.

Pero luego pensé en que Will no sentía nada por mi, él era mujeriego, todos lo decían ¿porqué el sería diferente por mi? Ni siquiera era una chica tan especial como para lograrlo.

Y así, mientras acomodaba mis hermosas rosas, traté de convencerme de que lo único que traería William a mi vida sería sufrimiento, él me rompería el corazón, y este ya estaba muy dañado como para poder arreglarse.

Después de darme una larga ducha, decidí enviarle un mensaje a Matt.

Yo: estás completamente loco, pero me encantaron las rosas. Gracias :)

Matt: al fin llegas, estaba ansioso por que las vieras. Quiero que sepas que no fue sólo para demostrarte que podía hacerlo, sino que te las mereces, a cada una de ellas.

Infarto en 3..2..1

Yo: eres tan cursi 💟

Matt: se que te encanta lo cursi, asique me siento alagado.

Yo: Jajaja si es verdad, amo lo cursi. Me voy a dormir, fue un día largo. Un beso

Matt: que descanses hermosa, un beso.

***

Me desperté con el sonido de mi celular, había entrado un mensaje.

William: por hoy y mañana no vamos a estudiar. Nos vemos el lunes.

Miré mi móvil con el ceño fruncido, eso era extraño, pensé que nunca sería libre de mis tardes de estudio con william. Pero pensándolo bien no era una mala idea, sería mejor poner distancia con él después de lo que había pasado. No me sentiría tan incómoda. Le contesté con un "ok", no sabía que más decirle.

***

Hoy era viernes al fin y acababa de salir de mi última clase, había terminado mi primer semana en la universidad.

En la noche nos íbamos a juntar a comer, aparentemente Matt era bueno en el tema de las barbacoas asique nos había invitado a todos. Yo tenía que encargarme del postre y sin pensarlo dos veces me decidí por helado. Después de comprarlo, conduje hasta la casa de Matt. Ya todos habían llegado.

- Sophie, que guapa estas ¿a quién quieres sorprender?- preguntó Luca dándome dos besos en las mejillas y haciendo que estas se sonrojen.

- Cierra la boca, no sabes nada- me acerqué a los demás y los saludé. Matt estaba haciendo la barbacoa, había un olor exquisito en el ambiente.

- Se ve bien- le dije acercándome al asador.

- Y tendrá un gusto aún mejor.

- Que engreído- me burlé.

- Es la verdad- se encogió de hombros-Hace mucho calor ¿no crees?

- Si, está... - me quedé con la frase en la boca al ver a Matt sacandose la camiseta, por Dios debía calmar estas hormonas, parecía una babosa necesitada de afecto.

- ¿Qué te parece una refrescadita?

- Ni se te ocurra Matt- le advertí dando unos pasos hacia atrás, pero de nada sirvió, a los segundos ya estaba en la pileta, completamente empapada.- vas a pagar esto.

- No sabía que eras vengativa- se burló Matt despeinándose el cabello que se le había pegado al rostro.

- Vas a sufrir- dije entrecerrando los ojos.

- Eres muy graciosa So- me salpicó con el agua. Después de eso Luca y las chicas se metieron en la piscina, estuvimos un rato más charlando y Matt salió para ocuparse de la barbacoa nuevamente.

Jugamos al voley en la piscina hasta que la comida estuvo lista. Matt no había mentido, realmente era bueno cocinando, igual que William.

De él no había sabido nada más, no lo había visto ni en la universidad, según Matt se había ido de viaje. Seguro que estaba con alguna otra chica. Suspire alejando esas imágenes de mi cabeza, no podía evitar sentir celos al pensar que podría estar con alguien más. Tenía que sacarlo de mi cabeza o terminaría por volverme loca.

- ¿Quieren helado?- les pregunte levantándome de la mesa.

- Eso ni se pregunta So- dijo Beth- ¿te ayudo?

- Deja Beth, la ayudo yo- dijo Matt acercándose a mi.

Fuimos hasta la cocina, saqué el helado del refrigerador mientras Matt buscaba unos recipientes y cucharas. Cuando estábamos por volver al comedor, a Matt se le cayó una de las cucharas y ambos nos agachamos al mismo tiempo quedando frente a frente a pocos centímetros. Empecé a retirar rápidamente cuando el se acercó a mí, estábamos a punto de besarnos cuando una puerta se abrió a nuestras espaldas sobresaltándonos.

- Will- dijo Matt levantándose rápidamente con la cuchara en la mano.







Este es el fin de la maratón. Les pido disculpas si hay errores y eso, pasa que fui escribiendo los capítulos en el momento. Gracias por leerme, estoy feliz de haber alcanzado esa bendita K Jajaja. Un beso a todos. Sean felices :)


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