Aparqué mi coche en el estacionamiento de ma Universidad y apague la música, conduje todo el tiempo con la música lo más fuerte posible, era la única manera que encontraba para que mi cabeza no vagara por lugares donde no debería estar. Por suerte el medicamento que me había dado William había funcionado, por lo que pude subir el volumen lo más alto que pude sin que me explote el cerebro.
William... Había pasado la noche con el, no ese tipo de "pasar", pero bueno, habíamos dormido en la misma casa y eso ya era suficiente para volverme loca. El se había ocupado de mi, hasta me había hecho tostadas ¡dios! Les había puesto hasta el dulce, por poco y me las daba en la boca... Y todo lo había hecho por mí. Acaso sería posible que él...
Unos golpes en mi ventanilla me sobresaltaron, miré y del otro lado se encontraba Matt, con ojeras que le llegaban hasta el piso, pero con su sonrisa intacta, como siempre.
- ¿Resaca?- le pregunté cuando bajé del auto.
- La peor de todas- se pasó la mano por el rostro- ¿y tu?
- Bastante complicada también, pero tomé una pastilla y ahora es más manejable- ambos comenzamos a caminar hacia el edificio que estaba en frente, donde tenía mi clase- Matt ¿tu hermano...
- Shhh- me calló mirando para todos lados- ni lo menciones, que quizás se aparece- me reí ante su cara de susto- él va a matarme. Justo cuando salía de casa me lo crucé, y me dijo "después tenemos que hablar tu y yo"- hizo la voz gruesa, tratando de imitar la de William y puso cara de enojo mientras me señalaba.
- Estás en problemas
- Si, será intenso. Pero el siempre termina por pordonarme- dijo encogiéndose de hombros.
Pensé si debía contarle que William había dormido conmigo, no "ese" conmigo, sino en casa. Pero quizás era más fácil hacer como si nada hubiese pasado, sería más fácil de sobrellevar si nadie lo sabía, o por lo menos eso esperaba.
- Será mejor que entre a clase.
- Vale ¿nos vemos en el almuerzo?
- No, tengo que juntarme con mi irritante- y sexy- tutor a estudiar- puse los ojos en blanco, no se si por la situación o por haber pensado que era sexy.
- Que Will no te intimide, por dentro es como un osito de felpa- me dio un beso en la mejilla y se dio la vuelta. Respiré hondo y entre en el salón de clase. Seguramente sería otra clase en la que no podría concentrarme, lo que empeoraría más las cosas con William. Maldita sea, era como un círculo, él se cabreaba, yo no podía dejar de pensar en él, lo que me hacía no prestar atención en clase, por lo que el volvía a cabrearse.
***
Conduje a casa lo más lento que pude, quería retrasar mi encuentro con él, no sabía porqué, pero me ponía de los nervios saber que iba a estar sola, de nuevo, en mi casa con william. Quizás fue una mala idea no haber ido a la biblioteca, era un lugar neutral, en cambio mi casa era completamente distinto y más después de lo de anoche. Maldición, yo y mi bocota.
Cuando aparqué, William ya estaba en casa, apollado contra la pared y fumando un cigarrillo. Saque todo el aire que había en mis pulmones y volví a llenarlos lentamente para juntar el valor que me faltaba y lograr salir del coche. Cuando lo hice, tomé mi mochila con fuerza y caminé hacia él.
- Se ve que es una costumbre en ti llegar tarde- dijo luego de mirar su reloj y apagar el cigarrillo con su pie.
- Lo siento- abrí la puerta y ambos entramos.
- ¿Comiste algo?- sólo negué con la cabeza, las palabras no querían salir de mi boca. Parecía una niña de 5 años.
- Lo imaginaba, traje algunas cosas, ya vuelvo- desapareció por la puerta y a los minutos volvió a entrar con una bolsa en la mano- ¿Lasagna?
-¿Lasagna? ¿Sabes cocinar si quiera?
- No me ofendas, soy un excelente cheff- puso cara de dolido y caminó hacia la cocina, yo lo seguí, todavía incrédula de que supiera cocinar, y más aún de que él lo hiciera para mi.
Me senté en una banqueta y miré como se movía con agilidad por mi cocina. Se veía diferente, el parecía... Relajado. Nunca lo había visto así, sin esa mirada de enojo en su rostro. Al igual que su hermano siempre me sorprendía con algo, debe estar en sus genes.
- ¿Vas a ayudarme o vas a seguir ahí sentada mirándome con ojos lujuriosos?
- Yo no te miro de esa manera, nunca lo haría- contesté entrecerrando los ojos.
- Ya lo veremos- sonrió de lado- ven, echame una mano con las verduras- me acerqué y me lave las manos en el fregadero- antes toma mi celular y por algo de música- asentí y comencé a buscar en su larga lista de música. Todo, absolutamente todo era rock pesado. Seguí deslizando mi dedo hasta que algo llamó mi atención.
- No puedo creer que entre tanta música pesada tengas escondido este tesoro- plusé play y la canción "shake your body" comenzó a sonar.
- No se como llego eso ahí.
- Si, supongamos que te creo- me reí y comencé a cortar un pimiento.
- Shake, Shake, Shake. Shake your body- lo escuché cantar por lo bajo. Largué una carcajada y comencé a cantar fuerte y a bailar golpeándole con mi cadera. En un principio se resistió, pero luego comenzó a hacer lo mismo que yo. Hacía mucho que no me divertía cocinando, solíamos hacer lo mismo con mi hermano. Lo extrañaba tanto.
- Vaya, esto ha estado delicioso- dije apartando el plato de mi. Había comido más de lo que podía, es que estaba tan rico que no dudé en servirme otra porción.
- Me di cuenta que te gustó, te comiste casi todo.
- Oye, es que estaba rico, y tu también comiste un montón.
- Te dije que era todo un cheff- dijo mirando sus uñas con superioridad.
- Yo también ayude así que tienes que compartir el título de la mejor lasagna de la historia con migo.
- Sólo fuiste un 5 por ciento.
- Eso no es verdad- tome mi servilleta y se la arroje en la cara.
- No quieres empezar una guerra con migo Sophie- entrecerró sus ojos hacia mi.
- Te ganaría y lo sabes.
- En tus sueños niña- sonrió sabiendo que eso me molestaba.
- Iría a ahorcarte ahora mismo si no estuviese tan llena.
- Si seguro, ahora mueve ese trasero, tenemos que estudiar.
- Pero ya terminamos el trabajo de la semana ayer, no hay nada para hacer. Se suponía que teníamos que hacer el trabajo en estos días no de golpe. Ahora no hay nada que hacer.
- Eso es lo que tu mente vaga piensa- levantó una ceja- hay muchos temas para estudiar, tienes que prepararte para los exámenes.
- ¡Pero son en tres meses!- este tipo estaba loco, faltaba una eternidad para los exámenes.
- Por eso, vas a ser la mejor de todos, y gracias a mi- lo miré con enfado- ¿sabes que al alumno que saca mejor nota en los exámenes le dan una beca para ir a un congreso en las Vegas?
- Estas mintiendo.
- No- sonrió- ahora ¿estudiamos?
- ¿Qué estas esperando?- me levante y fui hasta la sala a buscar mis libros, saber sobre la beca había cambiado todo. Sería lo máximo ir a las Vegas, siempre quise ir. Y aunque William me estresara, sabía que con el lo iba a lograr.
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Alejate De Mi
Romansa"-Sophie, tienes que escucharme- rogaba a través del celular. Pero yo ya no quería oírlo más, su voz me lastimaba, su esencia, hasta imaginar sus ojos mirándome me rompía en mil pedazos. ¿Como pude caer en sus redes? ¿Como pude pensar que alguna ve...